La Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (SUCAMEC) destruyó ayer 9,948 armas de fuego con el apoyo de SIDERPERU, empresa de Gerdau, quien ofreció las instalaciones de su fábrica para la fundición de las armas, en el marco del Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, instituida por la ONU y que se celebra el 9 de julio.
Este acto de destrucción no tiene precedentes ya que la cantidad de armas destruidas es la mayor en la historia de las entidades de control de armas de uso civil en el Perú, indicó ayer al iniciar la ceremonia, el Superintendente Nacional (e) de la SUCAMEC, Juan Carlos Meléndez Zumaeta.
Añadió que en el presente Gobierno, la SUCAMEC ha destruido 15,590 armas de fuego;ÂÂ 3,567 en el 2013; 2,075 en el 2015 y 9,948 en el 2016.
ÂÂ Entre las armas destruidas figuran escopetas, revólveres, pistolas, carabinas y armas de fabricación artesanal, las cuales en su mayoría han sido incautadas por la Policía Nacional del Perú en actos delictivos o por tenencia ilegal, cuyos procesos judiciales ya finalizaron. En menor medida, entregadas voluntariamente por personas naturales e instituciones.
Las armas destruidas ayer provienen de distintas regiones del país, aunque con especial preponderancia de Lima y de las regiones de la zona norte del país, como La Libertad, Lambayeque, Cajamarca, Piura y Ancash.
El Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC) monitoreó y supervisó íntegramente todo el proceso (preparación, capacitación, registro, monitoreo, verificación y actos finales de destrucción) con el fin de garantizar que la destrucción se ajuste a estándares internacionales
La SUCAMEC tiene como una de sus funciones decidir el destino final de las armas de fuego puestas a su disposición. La destrucción es el destino final más recurrente en el mundo, debido a que elimina por completo la posibilidad de que las armas recirculen y vuelvan a caer en manos de la delincuencia.
En ese sentido, los procesos de destrucción de armas de fuego forman parte de las actividades programadas en el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018 y son parte de las obligaciones internacionales que el Perú tiene al estar adherido a la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales relacionados – CIFTA, que establece el compromiso de los países miembros para destruir armas de fuego.
El acto de fundición de las armas realizada ayer en nuestra ciudad estuvo liderada por el Superintendente Nacional (e) de la SUCAMEC, Juan Carlos Meléndez Zumaeta; y por Juan Pablo García Bayce, Gerente General de SIDERPERU, contando además con la presencia del equipo del Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC) y con autoridades locales.
“El acto destrucción de armas de fuego no solo simboliza un rechazo a la violencia armada, sino que constituye un aporte a la seguridad ciudadana por cuanto evita que las armas recirculen y vuelvan a caer en manos de la delincuencia. En ese sentido, saludo el trabajo conjunto de la Policía Nacional del Perú, la SUCAMEC, Naciones Unidas y la empresa privada para apoyar la seguridad ciudadana”, afirmó Juan Carlos Meléndez Zumaeta, Superintendente Nacional (e) de la SUCAMEC.
Por su parte, García Bayce manifestó que la fundición de las armas es parte de las acciones realizadas por SIDERPERU en el marco de sus programas de responsabilidad social. “No es la primera vez que GERDAU apoya al Estado en una acción de destrucción de armas. El año pasado lo hicimos del mismo modo con la SUCAMEC, en el Perú, y en años anteriores colaboramos con los gobiernos de Chile y Uruguay” acotó.