REVISION
La reciente denuncia del ex consejero regional y secretario general de la FESIDETA, Juan Chuiz Villanueva, tiene mucho asidero. No solo desnuda la real catadura de los concursos públicos de plazas que han realizado varias entidades regionales, direccionados y amañados, sino que exigen que alguna autoridad intervenga para demandar su nulidad. Hemos recibido el testimonio de un Contador Público que ha tomado parte en el concurso realizado por la Dirección Regional de Trabajo y lo que nos dice es realmente consternador por la forma como funcionarios que tienen una formación personal y profesional son capaces de urdir actos viciados para entregar la plaza a sus recomendados. En el caso de la DIRETRA este concursante fue evaluado curricularmente el día 28 de junio y ese día se dio a conocer la relación de Aptos y no aptos. Los primeros pasaron a una entrevista que se realizó el día 30 de junio y se esperaba los resultados el sábado 02 de este mes. Ese día no salieron los resultados sino una resolución de la Dirección que declaraba la nulidad de la relación de no aptos y ordenaba que éstos se sometan a una entrevista los días 4 y 5 de julio. ¿Cómo era posible que postulantes no aptos pasen a otra etapa del proceso? Parece que el comité de concurso dejó de lado a alguna engreída de un alto funcionario, lo cierto es que a este contador público se le otorga calificativo de 19 mientras que a una postulante le dan un puntaje de 54 lo cual era imposible que consiguiera porque carecía de experiencia y como nota de curriculum solo tenía 16 puntos. Es evidente que el concurso ha sido direccionado y teniendo en cuenta que se trata de entidades públicas se impone una revisión del mismo, el consejero Chuiz ha señalado otras observaciones como el hecho de exigir diferentes requisitos a postulantes que se supone aspiran a los mismos cargos. Eso realmente es inaudito y la defensoría tiene que intervenir.
RULETA
Lo que ha ocurrido con el Habeas Corpus planteado en un Juzgado de Chiquian, en la provincia de Bolognesi y mediante el cual se querían traer abajo todo un juicio oral y sentencias que habían pasado a la calidad de cosa juzgada por existir ejecutorias de la Corte Suprema que las habían revisado, demuestra que la famosa ruleta judicial sigue vigente en nuestra judicatura. Solo la valentía de dos jueces superiores de la Sala Penal Liquidadora de Chimbote impidió que los procesados juzgados y otros condenados, algunos presos y otros con orden de captura, salgan libres de polvo y paja, pues advirtieron que la resolución del juez de Chiquián no tenía pies ni cabeza, se excedía en lo que fue materia del pedido de una de las involucradas y que pasaba por encima de una ejecutoria de la corte suprema. Por ello, cuando oficiaron al juzgado de Chiquián así como a la oficina de control de la magistratura, pudieron tomar conocimiento que el autor de esa descabellada resolución fue un juez provisional que ya había sido cesado y que el Juez que estaba a cargo del despacho judicial al reasumir sus funciones declaró nulo todo lo actuado por su antecesor por haberse excedido en los términos de la demanda. Imagínense si los magistrados de Chimbote hubieran acatado lo que señalaba esa resolución judicial, pero nos queda aún la sensación de repulsa porque hay abogados que se dan la molestia de viajar a los lugares más recónditos de la región para presentar habeas corpus y pretender sacarse de encima las sentencias de los colegiados de Chimbote. Obviamente, no hay que ser muy avisados para comprender cómo es que se obtienen esta clase de resoluciones, por ello es pertinente que se revise la legislación en función a las sedes en donde se plantean las acciones de garantías, esto ya se ha dicho y repetido una y mil veces, incluso, pese a que los altos funcionarios del poder judicial han reconocido que existe allí una puerta abierta para la componenda y el negociado, hasta el momento no se hace nada al respecto y se siguen sucediendo esta clase de “habeas corpus” que son armados adrede y arreglados para torcer una verdadera administración de justicia. Ya es momento de terminar con todo este aparato siniestro que afecta la ley y la justicia.
SALUD
Ya nos llamaba la atención la ausencia en últimos eventos del Obispo emérito de Chimbote, Monseñor Luis Bambarén Gastelumendi quien, pese a estar jubilado y establecido en la capital de la república, nunca deja de volver por estos lares. Uno de los eventos en los cuales se hizo extrañar fue en la procesión marítima y los ritos religiosos por la fiesta patronal de San Pedrito, a la cual nunca falta. De la misma manera, los sacerdotes y laicos no lo vieron en la ceremonia religiosa de ordenación del diacono italiano Armando Zappa, ceremonia a la cual asistió el padre Ugo de Censi con quien le une una estrecha amistad. Por si fuera poco, en el curso de la semana que acaba de terminar no se le vio en la reunión que sostuvieron los miembros de la Conferencia Episcopal Peruana con el presidente electo Pedro Pablo Kuczynski, teniendo en cuenta que el obispo emérito es secretario del cónclave de obispos. Recién ayer, en el curso de la misa oficiada por el jubileo del clero en la Iglesia de la Caleta, pudimos tomar conocimiento que el obispo Luis Bambarén se encuentra delicado de salud y está internado en una clínica. Esto lo dijeron en el curso del oficio religioso en el cual solicitaron a los fieles elevar una oración por su salud y pedir por su pronta recuperación. Nos aunamos a ese pedido y esperamos ver al Monseñor Bambarén nuevamente en sus actividades diarias en la que sabe representar bien a la iglesia en el país y nunca se desvincula de Chimbote.