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SUSPENSION

Todo indica que el próximo miércoles se reunirá el Consejo Regional de Ancash para tratar el tema de la suspensión del gobernador regional Waldo Ríos Salcedo, pues se supone que a esa fecha ya contarán con la copia certificada de la sentencia condenatoria que se la ha impuesto en la Sala Penal Liquidadora Permanente y cuyo documento ha sido solicitado por intermedio de la Presidencia de la Corte de Justicia de Ancash. Este es el camino legal que corresponde y así lo establece la ley orgánica de Gobiernos regionales. No procede la vacancia como se ha deslizado por allí y que sería motivo de un punto de la agenda después de sancionarse la suspensión, en la medida que sería ilegal. Ello porque hay un grupo de consejeros que estaría argumentando que al haber sido condenado Waldo Ríos no solo a cinco años de cárcel sino a una pena de inhabilitación por tres años, entonces procede vacarlo de una buena vez del cargo. Sin embargo, olvidan que esta sentencia ha ingresado a una fase de impugnación, en la misma diligencia de lectura de sentencia el abogado ha planteado el recurso de nulidad y después de fundamentarlo (tiene plazo de 10 días hábiles para hacerlo) la Sala Penal Liquidadora remitirá el expediente a la Corte Suprema para que una de las dos salas penales supremas revise la condena. Todo este trámite demora de ocho meses a un año. Entre tanto, para sustentar una vacancia por causal de inhabilitación se tiene que esperar que el fallo se encuentre consentido y ejecutoriado, es decir, en este caso después que se pronuncie la Corte Suprema y declare no haber nulidad. Por el momento lo que procede es aplicar el artículo 31 Inciso 2 de la ley Orgánica que señala la suspensión por mandato firme de detención en un proceso penal. Con esta figura Waldo Ríos debe ser suspendido por espacio de 120 días y si es que en ese período no se extingue la causal de suspensión y no puede reincorporarse a sus funciones, entonces allí puede operar la vacancia cuando ya no pueda concurrir a las sesiones a las que está obligado por ley. Ese es otra salida legal pero será a posteriori.

CHEFF

Pero si la sesión de Consejo Regional será el miércoles 05 de octubre, todo indica que la asunción oficial de mando de Enrique Vargas Barrenechea se registrará la siguiente semana, quizás la quincena de octubre, pues el acuerdo de suspensión que sancione el pleno regional debe ser remitido en un expediente al Jurado Nacional de Elecciones a efectos que lo refrende y convoque al vice Gobernador a asumir las funciones de gobernador de manera provisional. Será en este momento que le haga entrega de las credenciales respectivas que lo autorizan a suscribir documentos como tal. Es todo un proceso, de allí que la situación del gobierno regional se mantendrá en el limbo y con la presencia de la gente que ha llevado Waldo Ríos que, presumimos, no se quedará de brazos cruzados porque son conscientes que en diez o quince días los echarán de una patada en el occipucio. Así es la política de ingrata e infeliz, un día estás en el poder y el otro en la desgracia. Ocurrió con Enrique Vargas a quien Waldo Ríos refundió en una oficinita en la parte más alejada del campamento de Vichay generando la queja formal del primero. Ahora el humillado tiene la sartén por el mango. ¿Cómo la ven?

AJETREOS

La situación del gobernador regional Waldo Ríos en el interior del penal de Huaraz debe ser ciertamente difícil. Que su estado de salud no es el mejor, es cierto, todos fuimos testigos de los apuros que pasaba cuando juramentó el cargo, sus exageradas transpiraciones y el rostro demacrado que presentaba, empero, de un tiempo a esta parte mejoró muchísimo, al extremo que ni siquiera pudieron verificarle un tema delicado cuando fue trasladado al Penal. Lo que pasa es que Waldo Ríos ya conoce de estos ajetreos, los ancashinos no pueden olvidar que la otra Sala Penal liquidadora de Huaraz le dictó los primeros meses del año una orden de detención al variarle el mandato de comparecencia restringida que tenía por no presentarse a las audiencias en las que era notificado. En esa oportunidad ordenó su internamiento en el penal de Huaraz y la orden no se hizo efectiva porque su abogado le comunicó inmediatamente por teléfono cuando retornaba de una visita a una provincia del interior de Áncash y pudo escabullirse de su seguridad. En esa ocasión se escondió en algún lugar de Huaraz y tuvo la suerte que los magistrados se comieron el cuento ese de la indebida notificación y por ello le variaron la orden nuevamente a comparecencia. Estuvo once días en la clandestinidad, lo que quiere decir que el gobernador ya sabe lo que es la búsqueda judicial y los avatares de una captura e internamiento en el penal. Todo un experto.