En medio de las celebraciones de su 35 aniversario de creación, el Director del Hospital Regional “Eleazar Guzmán Barrón” hizo un público llamado a las autoridades regionales y del gobierno central con la finalidad que se declare en emergencia dicho nosocomio debido a las clamorosas carencias que presenta que lo pueden colocar en una situación de riesgo para los propios pacientes.
El director, Luis Johansson Arias, informó que existe un proyecto para la renovación de equipos que viene siendo gestionado en el Ministerio de Salud, sin embargo, hasta la fecha no ha sido aprobado, motivo por el cual señaló que se debería declarar en emergencia ya que los equipos con los que actualmente cuenta el nosocomio en su mayoría están obsoletos.
El galeno puso énfasis en dos aspectos que parecen ser medulares, como son la falta de equipos de última generación y la carencia de personal especializado para la atención de los pacientes, factores que ciertamente influyen en la prestación de un servicio adecuado de salud y que deben tener un tratamiento especial por parte de quienes son los responsables de la política de salud del Estado.
A cualquiera que no conoce la realidad interna del hospital regional podría llamarle poderosamente la atención el pedido que formula el Dr. Johansson en la medida que por afuera se puede ver un hospital bastante grande y espacioso, con posibilidades de poder albergar a una gran cantidad de pacientes, sin embargo, llegado el momento de la atención es cuando se advierte que se carece de equipos y médicos especializados.
En este sentido, explicó que en caso no proceda una declaratoria de emergencia en el nosocomio se pone en peligro a los pacientes ya que los equipos con los que actualmente cuenta el nosocomio en su mayoría están obsoletos.
Lo mismo sucede con el recurso humano, hace ya mucho tiempo se dice y repite que este hospital carece de profesionales especializados, pues se hacen convocatorias para las contrataciones pero los médicos especialistas no desean trabajar en las condiciones que ofrece el nosocomio, todo lo cual conspira contra los objetivos de la institución.
Lo más grave es que el Director ha reconocido que la situación se va a empeorar con lo que está pasando en el Gobierno Regional de Ancash, por el encarcelamiento del gobernador, Waldo Ríos Salcedo, ya que todas las gestiones que se venían realizando se han quedado paralizadas hasta que se realice el cambio de gobierno.
Evidentemente estamos ante un escenario lúgubre y sombrío para uno de los centros asistenciales más importantes de la ciudad, no solo por su tamaño sino por la modernidad que inspira a los pacientes, un establecimiento de salud que asoma en la capacidad de poder atender a una población cada año más creciente como es la de Nuevo Chimbote.
Sin embargo, sin equipos y sin personal especializado es poco lo que puede hacerse, hace solo unos días los medios de comunicación han recogido la denuncia de un hombre que sufrió una doble fractura en la pierna y lejos de remediar esta lesión ósea un médico de este hospital le ha provocado una fuerte infección que podría llevarlo a perder la pierna, por lo que se ha denunciado una presunta negligencia médica.
De la misma manera, los gremios de trabajadores médicos y asistenciales no han dejado de advertir su preocupación por la falta de medicamentos y material para la atención de los pacientes, hecho que desnuda una de las graves falencias que se registran en este nosocomio en donde el nombramiento de los directores se encuentra bajo un régimen político que le hace mucho daño, peor aun cuando el sector salud está en manos del gobierno regional que es uno de los peores que registra la historia de Ancash.
De allí que el llamado que ha formulado el Director del hospital Regional, solicitando que se declare en emergencia este nosocomio es un pedido pertinente, tiene que merecer la atención de los funcionarios del sector salud, especialmente del ministerio de salud porque el gobierno regional ha fracasado en todos los niveles, para ello se requiere que los congresistas de la república le tomen la palabra al Director y gestionen ante el portafolio de la Ministra Patricia García medidas que procuren que el hospital regional de Chimbote salga de la crisis en la que se encuentra por falta de equipamiento y personal especializado. Esto se tiene que hacer ya por el bienestar de los pacientes.
NECESARIA REVISIÓN
A nadie debe haberle dejado de llamar la atención los sucesivos accidentes que se vienen registrando en la moderna autopista de la carretera Panamericana Norte, la misma que viene ejecutando el consocio español OHL como parte de la red Vial N° 4 que le entregó en licitación internacional el gobierno peruano.
Y, es que ya son más de una docena de accidentes con víctimas que lamentar los que se han registrado en estas modernas pistas, algunos de los cuales resultan como consecuencia del exceso de velocidad, empero, hay otros que ameritan una investigación.
Por ello es que el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (OSITRAN) solicitó a la Dirección General de Concesiones en Transportes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) realice una auditoría de seguridad vial o inspección de seguridad vial en óvalos y sus inmediaciones de ingreso y salida de la Red Vial 4 en los sectores de Tortugas, Huambacho, Samanco, Chavimochic y Puerto Morín.
A propósito de ello, en esta semana se ha conocido el oficio que ha remitido el gerente de supervisión y fiscalización de OSITRAN a la presidenta de la Asociación de Transportistas Región Ancash, Martha Figueroa Valencia, solicitando la intervención de este organismo supervisor, a raíz de los últimos 12 accidentes de tránsito ocurridos en el óvalo del balneario de Tortugas.
Esperemos que los resultados de esta necesaria revisión se conozcan y se informe a los medios de comunicación, si hay fallas en la construcción de la autopista se imponen correctivos, de lo contrario, es pertinente conocer cuales son las causas de tantos accidentes en los mismos lugares.