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DUDAS

A propósito de la ejecutoria suprema que el último viernes proporcionó el Ingeniero Hugo Rojas Rubio a la prensa, mediante la cual lo han absuelto, junto a un grupo de ex funcionarios y proveedores “comandos” de Chinecas, de la condena que se le impuso en la Corte del Santa, es oportuno hacer algunas precisiones con respecto a la actuación de los medios de comunicación. Ello porque el mencionado profesional ha dicho que viene “demostrando su inocencia” y que ciertas informaciones dañan la imagen de un profesional, agregando “nunca olvidaré el mal momento que pasé al leer en los medios de comunicación que fui condenado por corrupción”. Comencemos por esto último, el Ingeniero Hugo Rojas no se enteró que fue condenado por la prensa sino que se le dictó una sentencia en audiencia pública en los estrados judiciales, los medios lo que hicieron fue difundir la diligencia judicial como se hace en todos estos casos. Afirma y sostiene que está demostrando su inocencia, empero, la Corte Suprema no lo absuelve en el caso de la colusión con proveedores de Chinecas porque ha establecido que es inocente de los cargos, en este caso lo que hace es aplicar el principio “In dubio pro reo” porque tiene dudas respecto a las pruebas que han servido para condenarlo. En la sumilla de la ejecutoria se lee en la parte pertinente “…Se advierte que el material probatorio actuado no es suficiente para generar certeza de la responsabilidad del encausado por delito de colusión ilegal, máxime si se tiene que no obra en autos prueba idónea que permita generar certeza respecto de su responsabilidad penal, por ende, en aplicación del principio indubio pro reo se tiene que  no se ha podido enervar la presunción de inocencia que existe a favor del encausado”. No hemos podido acceder al íntegro de la ejecutoria suprema, empero, de la sumilla que hace la misma Sala Suprema Penal se infiere que en este caso no han podido establecer que haya existido colusión entre proveedores con funcionarios para sacar provecho de los recursos destinados al proyecto irrigador.

PROVEEDORA

Esto llama poderosamente la atención en la medida que este caso, relacionado con la contratación de maquinaria pesada a dos “empresarias” del entorno del ex presidente regional César Álvarez Aguilar, se sustentaba en el hecho que se hizo una adjudicación de servicio violando las propias bases del proceso de selección, las beneficiadas con el alquiler de maquinaria ni siquiera pudieron demostrar la propiedad de la maquinaria, no contaban con la trayectoria y los antecedentes que exige la ley para acceder a esta clase de contratos, se trataba de personas del entorno del gobierno regional que ha sido reconocido como la red de corrupción en Áncash y una de ellas ha sido materia de un escándalo nacional cuando se pudo conocer que no era empresaria ni proveedora sino una vendedora de pollos en el Mercado 21 de Abril, tal como se publicó en su oportunidad con las fotografías del caso. Si para los magistrados supremos este hecho no demuestra que exista colusión, bueno habría que saber qué clase de pruebas necesitan para poder condenar, por lo menos en la Corte del Santa se pudo establecer que las dos mujeres no tenían la calidad de proveedoras y una de ellas sería una testaferro, sin embargo, ahora salen con el cuento que no hay pruebas para enervar la presunción de inocencia. Y pensar que el ponente de esta ejecutoria es un candidato para asumir la Presidencia de la Corte Suprema. Vaya uno a saber.

DESPRENDIMIENTO

Ha sido un hermoso gesto el que pusieron de manifiesto los padres del asesinado abogado Henry Aldea Correa., al donar los ejemplares de su biblioteca personal a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Santa, a efectos que ese importante bagaje de lectura jurídica sirva a las nuevas generaciones que se preparan profesionalmente en la mencionada cada de estudios superiores. Quienes conocimos al entrañable Henry Aldea, conocimos su hábito por la lectura y su especialización en derecho constitucional y comercial, contaba con una amplia bibliografía en estos temas y creemos que los libros que adquirió en vida servirán de mucho a las nuevas generaciones de abogados. Un aplauso para sus progenitores que, desprendiéndose de bienes que forman parte de un recuerdo imborrable, comprendieron que serían mucho más útiles para jóvenes que cultivan la carrera de la abogacía que guardados en un ambiente de su vivienda.