Afectado reclama parsimonia judicial:
Otro juicio oral que se viene dilatando extrañamente en el Juzgado Unipersonal que despacha la magistrada provisional Patricia Peralta Gambini es aquel que investiga al suboficial PNP dado de baja, Constantino Ramírez Bedón, por la presunta comisión del delito de sustracción de un arma de fuego de los almacenes de la Comisaría de Buenos Aires, que terminó en manos de los delincuentes y con la cual se habrían cometido hasta siete homicidios.
Uno de los testigos del proceso y quien fue afectado porque estos ilícitos se cometieron con el arma de fuego de su propiedad que fue retirada de los almacenes de la Comisaría de Buenos Aires, es el expolicía Marco Antonio Gonzales Espinoza, quien recientemente acudió para un careo con el investigado, pero las audiencias del 10 y 24 de octubre, se postergaron extrañamente.
“Ahora nos han citado para el 3 de noviembre a las 2.30 de la tarde y debo advertir que el investigado no se ha venido presentando y entiendo que no ha declarado, no sé porque no lo declaran contumaz” señaló Marco Antonio Gonzales Espinoza quien dijo que está dispuesto a tener el careo con Constantino Ramírez Bedón.
Gonzales Espinoza, recordó que tiempo atrás, empeñó su arma de fuego a una tercera persona quien fue intervenida por la Policía y por esa razón, mientras se investigaba ese último hecho, el arma tuvo que permanecer en custodia en la entonces DICSCAMEC (hoy Superintendencia Nacional de Servicios Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil- SUCAMEC), sin embargo, fue retirada igual ilegalmente y terminó en manos de delincuentes.
Precisamente, este juicio oral se investiga al suboficial PNP, dado de baja, Constantino Ramírez Bedón por el delito de sustracción de arma de fuego (pistola Taurus semiautomática cal. 9 mm parabellum, modelo PT-92-AF) de los almacenes de la SUCAMEC en el año 2009 y que luego fueron encontrados en poder del delincuente Wagner Vega Castillo, tras sostener un enfrentamiento a tiros con efectivos de la SEINCRI en el A.H. “Belén”, ocasión en la que fue capturado junto a sus cómplices Gabriel Rodríguez Cueva (a) “Starky” y José Saldarriaga Chávez (a) “Chanabe”.
Estos sujetos eran miembros de la temible banda de Luis Alberto Sánchez Alva (a) “Chazán” y por ello se pudo establecer que la pistola “Taurus” que se incautó a “Wagner” era la misma con la que el primero de los nombrados asesinó a tres parroquianos en el Bar “La Rejita” del A.H. “Belén”, y, posteriormente se ha establecido que fue utilizada en otros cuatro crímenes más.