Editorial

MEDIDA INTRÉPIDA

Funcionarios e inspectores de la Municipalidad Provincial del Santa, con el apoyo del servicio de seguridad ciudadana restringieron la semana pasada el uso de la avenida Leoncio Prado para los vehículos de transporte público, adelantando que esta medida obedece a un trabajo de observación que tiene por finalidad convertir esta arteria en un paseo peatonal.

Obviamente que la medida sorprendió a propios y extraños, con mayor razón a los trasportistas pues casi una decena de comités transitan por esta vía y se vieron precisados a tener que modificar su recorrido para buscar las salidas y entradas mas aparentes al centro de la ciudad.

Casi de inmediato los gremios de transportistas levantaron su voz de protesta y pretendieron incluir esta rechazada medida en las protestas que vienen anunciando para la semana que comienza, como es un paro preventivo por la modificación de la escala de multas por infracción de tránsito.

Sin embargo, la sub gerente de transporte, Joysi Rodríguez, explicó que esta medida obedece a un plan de acción que busca el ordenamiento del casco urbano, especialmente en esta zona que es la más céntrica de la ciudad y en donde se advierte que el tráfico vehicular se congestiona en demasía.

Los inspectores de la comuna han llegado a la conclusión que uno de los factores para este congestionamiento vehicular es la presencia de los comités de colectivos que atraviesan esta vía y otras del centro urbano, por lo que han decidido evaluar la posibilidad de restringir el paso de los vehículos por esta céntrica calle y comenzaron con la restricción a los comités de colectivos.

Si la Municipalidad quiere evaluar el comportamiento de los transportistas con miras a ordenar el tráfico vehicular, bienvenido sea. Cualquier alternativa que busque una solución a tan peliagudo problema siempre es importante y se debe escuchar y atender, no se tiene que rechazar de buenas a primeras porque sin experimentar los resultados no se conocerá nunca cual es el remedio a esta situación.

Sin embargo, consideramos que la decisión de la Municipalidad, siendo buena y acertada, debió complementarse con otras que se requieren en estos casos, como es la anticipación y la difusión de la medida no solo para que los choferes se encuentren advertidos, sino para que los mismos usuarios conozcan cuales eran la vías alternativas que se utilizarán con el cierre de la calle Leoncio Prado.

No se puede trabajar solo en función a los que hacen o no hacen los transportistas aun cuando son una mayoría en la calzada, los funcionarios ediles deben pensar antes que nada en el ciudadano de a pie, en el transeúnte y peatón, luego en los usuarios del transporte público y, finalmente, en el comercio de esa zona.

Son situaciones que tienen estrecha relación con la medida que ha pretendido imponer la Municipalidad, por lo tanto, un anuncio previo habría contribuido a mejorar los planes de quienes alientan una restricción total a futuro de la calle Leoncio Prado, más aun cuando la sorpresa solo contribuyó a generar más desconcierto entre quienes obligadamente deben transcurrir por esta importante arteria.

Esto es mucho más necesario aun si se tiene en cuenta que la calle Leoncio Prado es una de las más céntricas de la ciudad, por lo menos hay muchas cuadras que forman parte del corazón de Chimbote, por allí no solo transitan miles de personas diariamente sino un parque automotor sobredimensionado, que cuenta con una flota vehicular de transporte público que es impresionante y que al sumarse al transporte particular se hace una mañana de vehículos que quieren llegar siempre primero a su destino y le generan stress a los Policías de Tránsito.

Leoncio Prado no solo es una de las vías más transitadas de la ciudad, sino una vía de escape al enorme congestionamiento que se registra en el centro en las horas punta, de allí que hay que pensarlo dos veces cuando se restringe el tráfico y cuando se piensa en el futuro para convertir esta arteria en una paseo peatonal. Se nos vino a la memoria lo que hizo el alcalde de Lima con el jirón de la Unión hace muchos años y los resultados en la capital saltan a la vista.

Es evidente que la comuna ha lanzado una medida intrépida, interesante y necesaria, empero, creemos que comunicando y advirtiendo al público podría manejarse mejor.

MERECIDA SANCIÓN

El Juez del Sexto Juzgado anticorrupción, Eudosio Escalante Arroyo no pudo mostrarse más indignado la semana pasada al comprobar que una audiencia pública de control de acusación se estaba frustrando por la ausencia del Fiscal Provincial Javier Saravia Roldán, razón por la cual se vio precisado a comunicar este hecho a la oficina de control interno del Ministerio Público.

Pero la contrariedad del magistrado era elocuente porque entendía que no era la primera vez que este representante del Ministerio Público incurría en la misma negligencia, dijo que era un caso reiterativo sin que se moleste siquiera en comunicar las razones de su inasistencia y por ello demandaba que los propios organismos del Ministerio Público tomen una medida al respecto.

Cierto es que preocupa a todos que el Fiscal asuma las mismas poses perturbadoras de los abogados de la defensa que se amparan en su ausencia y en supuestas enfermedades para frustrar las diligencias, más aun cuando estas dilaciones solo perjudican las programaciones de los juicios, la Corte del Santa está limitada de salas de audiencias y por ello muchas veces se programan los juicios para dos o tres meses en adelante, lo que demuestra que los fiscales están equivocados.

No solo se trata del fiscal Javier Saravia, antes hicieron lo mismo los fiscales Carlos Zárate y Karla Zuloaga, de allí que preocupa que la cabeza del Ministerio Público se mantenga indiferente a este tema. Lo bueno es que este caso ocurrió cuando llegó el Fiscal de la Nación a Chimbote, quien anunció que este magistrado sería amonestado y recibirá una advertencia para que la sigui   ente falta no se preocupe en presentar su renuncia al cargo. Esperemos que así sea.