Desde hace poco más de ocho años, el Ministerio Público cuenta con un programa de Asistencia a Víctimas y Testigos que tiene como propósito establecer los mecanismos de asistencia de la víctima o testigos que se encuentran en situación de riesgo o peligro como consecuencia de su intervención en la investigación y/o proceso judicial de un delito de criminalidad organizada.
No sabemos si además de ello cuenta con normativas relacionadas a la asistencia y protección de investigados que se encuentren sujetos a una orden de privación de libertad y cuya integridad corra peligro en el interior del centro penitenciario que, como es de dominio público, está infestado de gente de mal vivir que es capaz de acometer contra cualquiera a cambio de alguna prebenda.
Y es que existe la posibilidad que personas que se ven inmersos en alguna actividad delictiva pero que han sido utilizados o que de alguna manera se arrepienten de haber formado parte de alguna acción delincuencial, están en condición de decir la verdad y deslindar su menor participación en un delito, empero, para ello deben descubrir a quienes fueron los verdaderos mentores de los hechos que se investigan.
Es allí en donde los cabecillas mafiosos se preocupan y buscan la manera de silenciar a quienes, sin ser delincuentes, prestaron asistencia en las malas artes que los llevaron a cometer delitos y para ello les envían mensajeros a efectos de amedrentarlos e impedir que se descubran muchas de las ilicitudes perpetradas.
Esto es lo que ha ocurrido en el emblemático caso de “los orellanitas”, la mafia de abogados que montaron un sistema de defraudación a efectos de despojar propiedades a personas que por alguna razón o motivo no las protegieron en su oportunidad y permitieron que estos maleantes de “cuello y corbata” se las apropien a través de procedimientos maquillados de legalidad como los arbitrajes.
Una de las investigadas en este caso y quien ha sido recluida en el penal de Cambio Puente es Medalit Vanessa Gamboa López, quien ha sido amenazadas en el interior del penal de Cambio Puente por una reclusa que le ha advertido que no se atreva a sindicar a los cabecillas de esta organización de lo contrario la pasaría muy mal.
La interna decidió comunicar este hecho a la Fiscalía de crimen organizado pues de por medio se encuentra su integridad física y será sumamente complicado que pueda mantenerse en un mismo ambiente con una maleante que se dedica a estas actividades delincuenciales, que forma parte de gavilla de delincuentes que suelen prestarse apoyo entre los que viven al margen de la ley.
La primera medida que adoptado el Ministerio Público es solicitar al Instituto Nacional Penitenciario que aisle a la reclusa que ha lanzado de la amenaza e impida que tenga contacto con la investigada del caso “Los Orellanitas”, aun cuando creemos que esta medida aún es insuficiente.
Lo que se tiene que ponderar es la condición de la investigadas Medalit Gamboa López, se trata de una de las personas que se vieron involucradas en los trámites que realizaban estos malos abogados a través de procedimientos fraguados de arbitrajes o falsas conciliaciones y, como consecuencia de ello, sabe mucho de la forma como se manejaba esta organización sin necesidad de ser parte de ella.
Seguramente por la labor que realizó, como pudo ser prestarse a estos manejos ilícitos, ha recibido una compensación y justamente por ello es que el Ministerio Público la involucró en este caso y ha dictado una medida de aprehensión contra ella hasta que se deslinde el grado de culpabilidad que le alcanza y en tanto se acumulan las pruebas para llevar a juicio a todos los involucrados.
De allí que su testimonio tiene valía para la Fiscalía y debe hacer algo más para revalorarlo, el solo hecho que los mafiosos le hayan enviado a una delincuente para que la amedrente es porque evidentemente esta investigada sabe mucho de la forma como actuaba la organización criminal, de allí que su testimonio será relevante durante el desarrollo de la investigación preparatoria.
No hay que olvidar que esta investigación no es reciente o incipiente, por el contrario, la Fiscalía de Crimen Organizado le estuvo siguiendo los pasos durante varios meses, llegó a acumular importante evidencia y por ello es que se animó a promover un espectacular despliegue de efectivos policiales para poder capturar a los investigados.
Tal como lo han hecho desde que fueron aprehendidos y encerrados, los promotores de esta organización delictiva que se dedicó a despojar terrenos de propiedad de terceros, negarán que ellos hayan tratado de amenazar a la investigada o que pretendan perturbar la actividad probatoria a través de esas manifestaciones típicas de amedrentamiento con la finalidad de impedir que aquellos que saben mucho de los delitos investigados puedan descubrir dichas actividades.
La fiscalía de crimen organizado tiene entonces una pieza importante en la que puede rescatar información valiosa para corroborar todas aquellas evidencias que ha podido recoger en estos años respecto al mecanismo utilizado por la mafia, quienes han participado dentro de la organización pueden acogerse a una serie de beneficios no solo para salvar su pellejo sino para demostrar que su responsabilidad no es similar a la de aquellos que promovieron este embustero tinglado.
Los investigadores saben que cuando de por medio se encuentra una mafia se procede de esta manera, tratando de mediatizar a quienes conocen la verdad y pueden echarlos ante las autoridades, de allí que ellos no deben extrañarse que se presenten estas cobardes amenazas en contra de los testigos o investigados que son claves en una investigación, de allí que debe la Fiscalía apelar a los instrumentos legales que le confiere la ley a efectos de proporcionar una necesaria protección para aquellos que se encuentren en disposición de entregar a la justicia evidencias de los delitos que se han cometido.