AGUAFIESTAS
Las autoridades han dicho y repetido que está terminantemente prohibido la quema de muñecos la noche del 31 de diciembre y que se llegará a sancionar a quienes transgredan esta norma. Afirman que la quema de muñecos genera una descomunal contaminación y la detonación de artefactos pirotécnicos igualmente. Sin embargo, estas actividades forman parte de la tradición en nuestro país, los pirotécnicos son sinónimo de celebración, obviamente, se tienen que manejar con cuidado y dejar que lo hagan los adultos, que se tenga fuera del alcance de los niños para evitar desgracias y la quema de los muñecos es una representación que se traduce en la necesidad de incinerar todo lo malo que nos ha dejado el año para esperar con fe y confianza que en el nuevo año cambie radicalmente nuestra suerte. Sin embargo, las autoridades dicen que está prohibido porque generan contaminación, seguramente esto es cierto, pero ellos no hacen absolutamente nada por detener otras modalidades de contaminación, se hacen de la vista gorda cuando tienen que sancionar, por ejemplo a una empresa pesquera o sedachimbote que arroja millones de metros cúbicos de restos de coliformes al mar, se quedan callados cuando se arroja basura a las calles que genera contaminación. Si quieren demandar que la gente no contamine con los muñecos que comiencen por demostrar que sancionan otras modalidades de contaminación en el ambiente.
IMPRESIÓN
Nuestro país es un paraíso turístico para miles de personas que llegan del extranjero y muchísimas que anhelan viajar a nuestro territorio no solo para conocer las milenarias ruinas de Macchu Picchu y la riqueza ecológica de las reservas naturales de nuestra amazonia, sino para compartir sus costumbres y gozar de su gastronomía. Incluso, muchos de esos extranjeros han decidido quedarse y establecerse en nuestra región, por ello es que como si formara parte de un manual, las autoridades han recomendado el buen tratamiento al visitante, que nuestra condición de anfitriones se convierta en una carta de presentación por excelencia para beneficiarnos, inclusive, con la presencia de estos amigos que llegan desde el exterior. No debería formularse exhortación alguna pues debe formar parte de nuestro manual de Carreño, las buenas atenciones y la buena cultura se demuestra en nuestras acciones, pero la autoridad es consciente que existen muchas personas queÂÂ ni siquiera tienen educación, parece que una de ellas se encuentra en Pallasca, pues hace solo unas semanas llegaron a Chimbote una ciudadana de nacionalidad Polaca quien hace algunos años decidió quedarse en nuestro país y contrajo enlace con un poblador de la mencionada provincia denunciando haber sido víctimas de agresiones y amenazas de muerte vertidas nada ,menos que por el Juez de Paz del distrito de Bolognesi. Los denunciantes Víctor Paz Álvarez (53), agricultor ecológico y activista cultural del pueblo de Chaupe, en donde viven, y su esposa Agnieseka Juszczyk, de Polonia, denunciaron que el Juez de Paz Roberto Sifuentes Vásquez los ha amenazado de muerte con la intención de callarlo por las críticas a su gestión como autoridad, inclusive, revelaron que este personaje se pone a beber licor en la vía pública y hasta en el frontis del Juzgado de Paz, señalando que tiene pruebas de ello porque lo ha filmado y tal parece que ha sido eso lo que ha desatado las iras del agresor, quien, efectivamente, no merece ser autoridad de ese poblado.ÂÂ En la medida que, según entendemos, la selección y designación de los Jueces de Paz pasan por la Corte Superior del Santa, creemos que el titular del organismo jurisdiccional en nuestra ciudad, Dr. William Vizcarra Tinedo, ya debe haber tomado cartas en el asunto en este enojoso tema, no solo por la inconducta de quien lleva las insignias del Poder Judicial sino porque no se puede maltratar de esta manera a los extranjeros que se deben llevar la mejor impresión de los peruanos, hay que poner coto a esta clase de excesos e insolencia que dejan muy mal el nombre de una institución.
POR JESUS
Hoy domingo 25 de diciembre los católicos celebramos un año más el nacimiento del redentor, de Jesús de Nazareth que llegó al mundo para salvarnos del pecado. Lo hacemos en medio de una fiesta religiosa que se ha contaminado a través de los años por la entronización del comercio. Sin embargo, jamás olvidamos el verdadero espíritu de la navidad, la unión, el amor, la paz, la concordia, la infaltable reunión familiar. Son símbolos de la navidad que deben perdurar por encima de cualquier muestra diferente en el hogar, por ello es que desde esta humilde columna, con una copa o con una taza de chocolate queremos brindar con nuestros lectores y decirles un año más ¡FELIZ NAVIDAD!.