Editorial

BASOMBRÍO: SOLO SOMBRÍO

La semana que pasó se registraron tres asaltos y dos crímenes en nuestra jurisdicción, ello como consecuencia del incremento de los niveles de la delincuencia que se reorganizó luego que el actual gobierno decidió terminar con el estado de emergencia policial sin dejar una alternativa o un paliativo de seguridad ante dicha medida.

Por si fuera poco, pese a esta preocupante situación el mismo gobierno ha decidido este año desactivar la Jefatura de la Región Policial de Ancash con sede en Huaraz, disponiendo la creación de una Macro región Policial La Libertad Ancash que tendrá su sede en la ciudad de Trujillo y estará bajo el mando del General Lorenzo Granados Ticona.

El autor de este desaguisado es el Ministro del Interior Carlos Basombrío Iglesias, quien no ha tenido reparos en enrostrarles a las autoridades de la región que no está dispuesto a reformar el modelo de las macroregiones policiales que ha puesto en marcha en todo el país solo porque a los ancashinos no les gusta y lo único que ha ofrecido es un plazo de 6 meses para evaluar la nueva estructura orgánica que tiene la Policía y que en caso de no funcionar repondrá a un General bajo la jefatura de una región Policial en Áncash.

En otras palabras, no hay marcha atrás, el gobierno se ha empecinado en llevar adelante una reforma policial que tiene un pésimo precedente pues el Ministro no está creando nada nuevo y menos se muestra como un revolucionario de las fuerzas policiales, por el contrario, lo único que hace es tomar viejos moldes orgánicos de la Policía y aplicarlos pese a los pésimos resultados que generaron, por lo menos, en Áncash.

Y es que este modelo de macro región La Libertad Ancash ya fue implementado por gobiernos anteriores en esta parte del país, los Chimbotanos hemos dependido por muchos años de una Policía en Trujillo y lo único que deseábamos es que se lleven la sede a Tacna porque daba exactamente lo mismo.
Llevarse la sede de la región policial a Trujillo equivale a dejar sin mando alguno a miles de pueblos de la zona sierra de la región, los antecedentes señalan como los grandes generales apostados en Trujillo virtualmente se olvidan de los pueblos de Áncash porque solo les interesa pasearse por la jurisdicción en la cual están apostados y que los respalda.

Seguramente los niveles de delincuencia, de asaltos y crímenes, en la ciudad de Trujillo son sumamente elevados y no tienen punto de comparación en Chimbote y los pueblos de Áncash, empero, en nuestra jurisdicción también tenemos nuestros propios problemas, los ancashinos acabamos de salir de un estado de emergencia policial que se extendió por casi ocho meses y si se implementó este régimen excepcional no es porque aquí exista un paraíso en el que el delito es solo una ilusión.

Por el contrario, el gobierno de Ollanta Humala se vio precisado a establecer el estado de emergencia policial en Chimbote y Casma por los altos niveles de violencia que registraba y la incapacidad de la Policía Nacional de enfrentarlos con sus propios medios, por ello se constituyeron en las dos primeras ciudades del país en donde se implementó después de la exitosa experiencia que dejó en el Callao, la provincial constitucional vecina de la capital que es bastante convulsionada.

Sin embargo, nada de ello significó para el Ministro del Interior Carlos Basombrío que lejos de evaluar detenidamente la situación de la delincuencia y violencia en Chimbote, lo primero que hizo al sentarse en el portafolio en el que fue nombrado fue desvirtuar este estado de emergencia, no lo continuó cuando expiró el último plazo dictado por el gobierno anterior y con ello no solo dejó sin efecto las garantías suspendidas para controlar a la delincuencia, sino que se llevaron al contingente policial de la DINOES que fue desplazado a nuestra ciudad gracias a la medida de emergencia.

En otras palabras, el Ministro pareciera haberle dicho a la delincuencia que le dejaba a nuestra ciudad en una bandeja de plata, totalmente a su merced sin que se haya explicado las razones de esa medida, razón por la cual en el transcurrir de los meses volvieron a mostrarse los crímenes, los asaltos, las extorsiones y se permitió que la delincuencia se reorganice porque ya no existían los medios efectivos para reprimirla y perseguirla como ocurría con la emergencia policial.

No podemos olvidar que en la emergencia policial los efectivos tenían plena libertad para perseguir y ubicar a los delincuentes requisitoriados pues podían allanar inmuebles sin autorización judicial cuando los ubicaba ocultos en alguna vivienda en particular o estaba en condiciones de poder intervenir a los sospechosos que no cuenten con documentos de identidad o que se desplacen merodeando por algún lugar sin explicación alguna.

Ahora no solo no pueden hacerlo, sino que no cuentan con el apoyo del contingente de la DINOES que se desplazó a nuestro puerto con la finalidad de reforzar la seguridad y la persecución a la delincuencia, algo que nuevamente se verá afectado con una tercera y peligrosa medida que estaría a punto de dictar el Ministro Carlos Basombrío.
Nos estamos refiriendo al funcionamiento de la escuela Técnica de la Policía Nacional con sede en Nuevo Chimbote, una entidad que estaría a punto de ser cerrada con la finalidad de llevar su presupuesto institucional a Trujillo, en donde se termina de construir y acondicionar una escuela policial mucho más amplia y equipada.

Nuevamente la mano oscura del Ejecutivo se entromete en nuestra ciudad para llevarse sus instituciones a Trujillo, ya no solo les basta con la sede de la región Policial sino que ahora le pusieron la puntería a la Escuela de Sub Oficiales que tanto esfuerzo le costó a las autoridades locales para equiparla y acondicionarla, para que lleguen políticos aprovechados que tienen influencias en la ciudad de Trujillo para llevársela sin reparos.

En realidad, esto no puede ser sino producto de un lobby gubernamental, de las tratativas y los manejos influyentes de personajes que toda la vida desde Trujillo estuvieron mirando que es lo que se pueden llevar de Chimbote y lo ha hecho en base a la presencia de políticos trasnochados a los que les ha importado un pepino la opinión de los pueblos afectados.

Aun cuando no existe a la fecha una orden para el cierre de la escuela Policial en Chimbote esto ya es inminente, no solo lo adelantó el flamante jefe de marco Región Policial, general Lorenzo Granados cuando llegó a Huaraz, sino que lo ha deslizado el mismo Ministro Carlos Basombrío en la reunión que sostuvo con las autoridades de Ancash, en la cual confirmó que la escuela Policial de Yungay estaba confirmada para que continúe formando a agentes de la institución tutelar, mientras que la de Chimbote estaba en evaluación con posibilidades de cierre.

Esta es una forma hipócrita de decir las cosas, para el Gobierno la decisión ya está tomada y representa una nueva agresión a Chimbote, un nuevo y descarado despojo porque ya se sabe que en Trujillo se termina de construir su escuela Policial en terrenos más amplios y mejor implementados y como necesitan presupuesto lo mejor es quitárselo a otra entidad y lo más fácil para ellos es arrancárselo a Chimbote.

No sabemos qué pensarán hacer ahora nuestras autoridades pero el Ministro del Interior Carlos Basombrío se ha convertido en el personaje más sombrío para nuestro Puerto. Se tiró abajo la emergencia policial, se llevó la Jefatura de la Región Policial y ahora quiere cerrar la escuela de Sub Oficiales de la Policía de nuestra ciudad. Esto ya es el colmo.