Editorial

PREVISIBLE COLOFÓN

Los chimbotanos demostraron una vez más que ya estamos cansados de tantos abusos y atropellos por parte de políticos y frustrados altos funcionarios el Poder Ejecutivo que piensan que, por tratarse de un pueblo de provincias, pueden hacer lo que se les viene en gana, como zurrarse en la indiferencia ante los reclamos por la imposición de Peaje ilegal, abusivo y descarado.

Por ello es que el pasado jueves salieron en masa ante la convocatoria efectuada por el Frente de Defensa y llegaron hasta la garita de Peaje de Vesique que administra la concesionaria española OHL para demandar su inmediata reubicación, así como para exigir que de una buena vez se comience a ejecutar la Vía de Evitamiento.

Los graves incidentes que se registraron en esta protesta resultaron de la impaciencia no solo de los pobladores sino de una Policía que no quiere entender que la única manera que se hagan escuchar los ciudadanos es mediante acciones de fuerza que obliguen a las autoridades a voltear la mirada en un pueblo como Chimbote que apenas ha iniciado el año y ha recibido sendas bofetadas del Poder Ejecutivo, como la eliminación de la Jefatura de la Región Policial, la pretensión de llevarse la Escuela de Sub Oficiales de la Policía ambas a Trujillo, así como la negativa a retirar la caseta de Peaje de Vesique.

Por ello es que la invasión de los dos carriles de esta vía de transito nacional dio lugar a una represión inusual por parte de los efectivos de la Policía que, contra lo que dispone el reglamento, hicieron uso de sus armas de fuego y del lanzamiento de bombas lacrimógenas poniendo en serio peligro no solo a las personas que tomaban parte en la protesta sino a niños, ancianos y mujeres de todas las edades que se encontraban en los omnibuses que quedaron varados en la carretera.

Y es que a cualquier hijo de vecino no se le ocurrirá que una protesta pretendía bloquear por varias horas la carretera, por el contrario, se trataba de un plantón que tenía por objeto que los funcionarios del Ejecutivo tomen conocimiento de la indignación del Pueblo de Chimbote y de los distritos de la provincia del Santa, lo que quería decir que la obstrucción del paso de vehículos solo se mantendría por un determinado tiempo, empero, esto no quisieron entender los efectivos de la Policía.

El subprefecto de Nuevo Chimbote Milton Ignacio ha señalado que se debe investigar el ejercicio de la violencia de los dos bandos, tanto de los manifestantes como de los efectivos policiales, empero, el origen del enfrentamiento se encuentra en la actitud intolerante de una Policía que no estaba dispuesta a permitir que la población manifieste su contrariedad por la forma como este gobierno viene manejando el tema del Peaje de Vesique.

Si se trata de calificar las provocaciones, habría que remontarse a unos meses atrás, cuando la concesionaria de la autopista del norte, la empresa española OHL, dispone de manera unilateral el cobro de doble sentido y el incremento de las tarifas establecidas hasta la fecha, sin tener en consideración siquiera que en nuestra provincia aún no se tiene que retribuir nada a esta empresa porque aquí no ha llegado aún la remodelación de la carretera Panamericana norte.

De la misma manera, se supone que este reajuste obedece no solo al tramo de la autopista que debe ejecutarse en nuestra ciudad sino a la devolución de la inversión que se debe hacer a este consorcio por la ejecución de la Vía de Evitamiento, sin embargo, hasta el momento este proyecto ni siquiera se encuentra en fase inicial por lo que resulta un despropósito pretender iniciar el cobro de esta obra.

Por ello es que las autoridades de la provincia del Santa no demandaron la erradicación de la Garita de Peaje sino que exigieron su reubicación para que se cobre a los transportistas que realmente hacen uso de las obras que hasta la fecha se han avanzado, por ello es que han reclamado que ella se lleve hasta los límites con la vecina provincia de Casma en donde ya se ha puesto en uso la mencionada obra.

He ahí la enorme diferencia que existe, por ejemplo, en la protesta de los Chimbotanos con la que ha se ha registrado hace una semana en la capital de la república, en el distrito de Puente Piedra en donde la población se levantó porque le imponen un pago para salir de sus domicilios y para volver a ingresar a sus vivienda, sin que exista una vía alterna por la que puedan transitar sin necesidad de pagar un derecho por un beneficio que ellos no reciben directa ni indirectamente.

Esto es lo mismo que ocurre, con los pobladores de los distritos de la Provincia del Santa, como Nepeña, Moro, Samanco, entre otros que trabajan en Chimbote y todos los días deben desplazarse a nuestra ciudad, inclusive, ya algunas líneas han decidido el incremento de sus tarifas como consecuencia de este abusivo peaje.

Los propios veraneantes que en estas fechas se desplazan a las playas de Besique y tortugas deben pagar por salir y retornar por un servicio que no reciben y ello es injusto, el propio Ministerio de Transportes debería ser consciente que no se puede obligar a los usuarios a cancelar por una contraprestación que a la fecha no han recibido, sin embargo, en las tratativas que se han realizado hasta la fecha la impresión que dejaron los funcionarios de este portafolio es una suerte de connivencia con el indolente consorcio español.

Sin embargo, todo indica que la manifestación de los chimbotanos ha generado alguna reacción en los burócratas del gobierno, pues una dependencia del Ministerio de Transporte ha cursado un oficio al consorcio español emplazándolo a que presente de una buena vez su alternativa entorno a la reubicación de la caseta del peaje de Vesique, dejando de lado su postura de postergar este traslado hasta que se concluya la obra de la vía de Evitamiento.

La protesta realizada el último jueves pone de manifiesto que se ha encendido nuevamente la llama de la reivindicación en Chimbote, los resultados violentos era un previsible colofón en la medida que los abusos y atropellos que se vienen registrando en las últimas semanas solo han generado la indignación de un pueblo que ha venido advirtiendo que en el dialogo son ignoradas sus autoridades. Este es solo un primer paso, los gremios locales deben seguir presionando porque, ya está demostrado, es la única manera de hacerse escuchar ante un gobierno que ni siquiera tiene representantes o veceros válidos en nuestra ciudad.