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MEDIO CENTENAR DE VIVIENDAS DE LA BALANZA CONTINÚAN BAJO AGUA

Piden urgente motobombas:

• Desde el martes su sector permanece con sus viviendas con medio metro de agua.
• Aguas ya se mezclaron con aquellas que brotan del desagüe que ha colapsado por lluvias.

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En cuadra 9 de Enrique Palacios y pasaje Dos de Mayo, familias sufren por inundaciones.

En una verdadera piscina terminaron las calles del pueblo joven La Balanza tras la lluvia torrencial que se registró la noche del martes en nuestra ciudad. El más afectado, el pasaje Dos de Mayo, cuyos vecinos sufrieron la inundación de sus viviendas hasta medio metro de agua.

Sin embargo, lo más grave en este sector es que ante la gran cantidad de agua que se acumuló en las calles, las mismas terminaron colapsando el sistema de alcantarillado, generándose un atoro que ocasionó que las aguas servidas también salgan a flote y se mezclen en la poza formadas con las lluvias.

Los moradores, pidieron ayer apoyo con un mayor número de motobombas para retirar el agua de sus casas y de las calles afectadas, pero además, pidieron a SEDACHIMBOTE que envíe un equipo para limpiar el sistema de alcantarillado y no se exponga a la población a algún tipo de enfermedades.

“Somos cerca de 50 familias que hemos resultado afectadas con esta inundación que se mezcla con aguas fétidas, la calle se ha convertido en una laguna y en nuestras viviendas el agua del desagüe llegó a más de 30 centímetros” señaló una de las afectadas quien admitió haber perdido además de artefactos casi todos sus enseres.

Por su parte, el morador Raúl Cabanillas dijo que la losa deportiva de La Balanza quedó convertida en una laguna y ante ello, algunos vecinos tuvieron que colocar sus artefactos en la última gradería para salvarlos. “Ha pasado más de 48 horas de la lluvia torrencial y nadie se acuerda de La Balanza, miren las condiciones en que estamos, con aguas servidas que inundaron nuestras casas. Hemos perdido nuestras cosas, los artefactos, los enseres y la ropa de los hijos”, declaró.

Según explicaron durante la noche del martes, cuando se registró la torrencial lluvia y la más fuerte de los últimos 30 años, muchos niños y ancianos tuvieron que dormir en las graderías de la losa deportiva de La Balanza.