Editorial

Editorial: ::: NUEVA ESTRATEGIA :::

Cada día que pasa la emergencia crece y sorprende a un país que no está acostumbrado a ver esta clase de tragedias provocadas por la naturaleza sino es porque en una u otra ocasión el fenómeno de El Niño dejó esta clase de desgracias en un determinado lugar.

Sin embargo, ahora se aprecia y advierte que se viene extendiendo en todo el país, no existe una sola ciudad del litoral norte del país que no haya sido víctima de las inclemencias del clima, de las lluvias torrenciales, el desborde de los ríos, los deslizamientos de los cerros, bloqueo de carreteras, destrucción de áreas de cultivo y, lo mas lamentable, pérdida de vidas.

Esto que comenzó hace dos semanas atrás en Piura y tumbes, se fue prolongando por Chiclayo, Trujillo, Chimbote, Casma, Huarmey y ahora se encuentra en Lima, en donde los centros poblados de su periferie han comenzado a padecer los efectos de la activación de quebradas que lanzan huaicos que se vuelven en incontrolables.

Las millones de toneladas de lodo y piedras que han arrastrado estos huaicos son el fiel testimonio de la tragedia que enfrenta el país y la desgracia para pueblos costeros que no están acostumbrados a esta clase de eventos destructivos de la naturaleza.

De allí que después de esta batahola, que aún no termina, las autoridades deben comenzar a pensar en nuevas modalidades y mecanismos para hacer frente a los posibles embates de la naturaleza, tienen que tener en cuenta que ya no podemos hacer frente a la naturaleza de la misma manera como se hacía hace 30 o 40 años, pues las condiciones han variado.

Estamos en una época en donde la naturaleza ha sido cruelmente perjudicada por la contaminación ambiental, la mano del hombre la perjudicó notablemente generando el efecto invernadero, el calentamiento global que es el causante principal de todos estos desastres naturales derivados del calentamiento de las aguas del mar y la consecuente lluvia masiva y el incremento de los caudales de los ríos.

Si esto es así, si ya es posible que los pueblos de la costa soporten las más elevadas temperaturas y que registren lluvias torrenciales a la usanza de la zona tropical, entonces las autoridades tiene que modificar sus líneas de prevención, tiene que entender que esta palabreja ya no puede detenerse solo en el reforzamiento de las riberas de los ríos, ya no solo implica la colocación de gaviones y la descolmatación de los cauces de los ríos, esto será solo una parte de los trabajos que se realicen para garantizar la seguridad y la integridad de las personas en esta clase de eventos.

Decimos ello porque muchos deben preguntarse qué es lo que puede suceder si es que en Chimbote se presentan fenómenos más fuertes que el registrado la noche del martes en toda la provincia y que se han traducido en inundaciones, colapso del sistema de agua y alcantarillado, la suspensión del suministro de energía en muchos sectores, la caída de los sistemas de comunicación y de la internet, etc.

El solo hecho que existan sectores en donde el agua, que ha inundado viviendas e instituciones educativas, se mantenga empozada por espacio de dos o tres días, sin que las autoridades cuenten con mecanismos de previsión por los cuales debe disponer de equipos suficientes como para suplir estas carencias, ya nos dice bastante.

No es posible que un colegio permanezca bajo agua por 72 horas, lo mismo ocurre con viviendas tanto de la zona urbana como de la periferie, en donde las autoridades municipales no han sido capaces de proveer de motobombas para que se pueda retirar el agua y se alivie el grave problema que ha afrontado mucha gente.

Estos son temas que en adelante deben advertir las autoridades y exigir a los operadores de cada uno de ellos que cuenten con planes de contingencia, con programas preparados por gente experta e idónea en estos temas que determine las mejores formas y maneras de impedir que sus servicios se vean restringidos, especialmente en lo que se refiere al suministro de agua y energía que son elementos vitales para la gente.

De otro lado, la autoridad municipal debería tener en cuenta el comportamiento de los comerciantes dedicados a la venta de productos de primera necesidad e intervenir cuando aparecen los especuladores y sinvergüenzas que se aprovechan de la coyuntura para elevar sus precios sin que exista razón para ello.

De allí que existe la necesidad de revisar en adelante la estrategia de las autoridades frente a lo que significa la prevención, existe la necesidad de dar un paso adelante y con seguir técnicos y profesionales que se encuentren en capacidad de prever el buen desempeño de todos los servicios. No se puede hacer más difícil y angustiante el dolor de un damnificado de estas lluvias y huaicos con actitudes intolerantes como el acaparamiento y la especulación. Eso no debe volver a ocurrir.

CUENTA PENDIENTE

La semana pasada se pudo conocer que el Juzgado Penal Colegiado de la Corte del santa ha condenado a 15 años de prisión a uno de los participantes en el cruel atentado que acabó con la vida del alcalde de Samanco Francisco Ariza y del joven abogado Henry Aldea Correa, pero por otro asesinato.

Se trata de Luis Brandon Malo Rosario, alias “Brandon”, condenado la mañana del pasado martes 7 de marzo a 15 años de prisión efectiva y el pago de una reparación civil de 40 mil soles por asesinar a Julio Rafael Cortez Ñiquen, periodo de la condena que será contabilizado desde el 2 de marzo del 2016 al 1 de marzo del año 2031, fecha en la que “Brandon” podrá alcanzar su libertad, siempre y cuando no pese en su contra mandato de prisión preventiva o sentencia condenatoria.

Julio Rafael Cortez Ñiquen fue asesinado el 19 de julio del año 2015 de un balazo en el cuerpo y luego rematado sin piedad de dos tiros en la cabeza por Luis Brandon Malo Rosario “Brandon”, cuando celebraba la final de un campeonato de fútbol, frente al minicomplejo deportivo del pueblo joven “Dos de Junio”.

Sin embargo, este mismo sujeto conocido como Brandon ha sido sindicado como uno de los sicarios que perpetró el doble crimen de Nepeña, hechos por los cuales fue detenido y en cuyo proceso penal tiene una cuenta pendiente, esa que el Fiscal debe saldar en el curso de los próximos días pidiendo varios años más de cárcel a los que ya tiene. Estamos indudablemente ante un sujeto avezado que no merece miramiento alguno de la justicia.