Editorial

Editorial: ::: REACCIÓN PROVIDENCIAL :::

La visita realizada por el Primer Ministro y Premier de la República, Fernando Zavala y el primer vicepresidente del país y Ministro de Transportes y Comunicaciones, Martin Vizcarra, demostró el pasado fin de semana que el gobierno central no se olvidó de Chimbote y la provincia del Santa y que tiene la firme intención de enfrentar con todos los medios a su alcance a los desastres generados por la naturaleza.

El Primer Ministro llegó con una comitiva que, de inmediato y acompañado de las autoridades locales, recorrió la zona afectada mediante un vuelo que peinó todos los sectores en emergencia, en Coishco, en Chimbote, en los distritos de Moro, Jimbe y Samanco, incluso, encomendó esta misma vista de inspección en Casma y Huarmey a la Ministra de salud Patricia García y la Ministra Marisol Pérez Tello.

La prensa nacional y local acompañó al primer ministro en este periplo que tuvo un punto central de descenso en la localidad de Huambacho, en donde observaron los gravísimos daños ocasionados por el desborde del río loco y la destrucción del Puente que permitía el paso de las aguas por debajo de la carretera Panamericana, el cual había interrumpido el tránsito de los vehículos desde el último miércoles.

Es evidente que los altos representantes del gobierno entendieron la magnitud del daño ocasionado no solo a la infraestructura vial, sino al transporte de carga o pasajeros, más aun cuando existían cientos de personas que estaban varadas en esa zona a la espera que puedan disponer de algún traslado por mar o por aire.

Por ello es que una de las primeras medidas suscritas por el premier Zavala en el mismo lugar de los hechos es el puente aéreo con el concurso de aviones de la Fuerza Aérea, a efectos de evacuar a los pasajeros exhaustos y agotados porque pernoctaban en ese lugar y esperaban alguna alternativa para llegar a sus hogares.

Cierto es que la ayuda humanitaria de los municipios y las entidades públicas y asociaciones altruistas privadas, permitieron que esa gente tenga por lo menos un pan y abrigo para hacer frente a esta situación, sin embargo, era imprescindible hallar una solución para que puedan llegar a sus hogares como lo deseaban todos.

Junto al puente aéreo, que se estableció ese mismo día en el aeropuerto de nuestra ciudad, el Ministro Martin Vizcarra anunció la puesta en marcha de una jornada de trabajo para rehabilitar en el menor tiempo posible la carretera Panamericana Norte en este tramo de Huambacho, así como otros que se ubicaban en Coishco y en Casma, los cuales estaban interrumpiendo el tráfico y generando serios contratiempos a los viajeros y la carga que trasladaban los tráileres.

Esto ultimo se hizo patente el pasado fin de semana cuando los choferes de un tráiler cargado de jabas de pollos se vieron en la necesidad de regalar los animales a la gente porque el tremendo calor mientras se encontraban estacionados por la interrupción del tráfico estaba asfixiando a los animales que se morían en las mismas jaulas.

Cuando se convocó a la gente de los asentamientos de San Luis y alrededores, por lo menos el 70% de la carga ya no servía para el consumo humano, los pollos estaban muertos e incluso expedían un fuerte olor a putrefacción, por lo que las autoridades impedían que las amas de casa se lleven esos animales porque solo quedaba enterrarlos e incinerarlos.

Seguramente la tardía reacción de los dueños de la carga no permitió que muchas de estas aves, que tienen un lugar privilegiado en la mesa de miles de familias, pudiera llegar en más cantidad a los desesperados pobladores, sin embargo, esta es una de las habituales consecuencias de un estancamiento de vehículos por la interrupción de la carretera, por ello es que el Ministro de Transporte advirtió que lo primordial era recuperar ese espacio que la naturaleza le había ganado a nuestras vías de comunicación.

Y demostrando una vez más que la actuación del Ejecutivo resulta más eficiente cuando se lo propone, el tramo interrumpido en Huambacho fue rehabilitado apenas al día siguiente de la visita de la comitiva oficial, por lo menos a través de un badén provisional que permitió que las unidades vehiculares que estaban varadas en la carretera pudieran continuar su trayecto y salir de ese pernicioso estancamiento.

Esto fue posible no solo porque el gobierno decidió trasladar maquinaria pesada e idónea para esta clase de trabajos por el mar y con el concurso de los buques de la marina de guerra, sino porque el Ministro Vizcarra señaló que estaban exigiendo un mayor empeño a la concesionaria española OHL para que apoye con mayor decisión estos trabajos, al fin y al cabo, no se puede soslayar que esta empresa había construido hace menos de un año el Puente que fue arrasado por el río Loco, en otras palabras su rehabilitación le correspondía a esta empresa, sin embargo, el gobierno decidió aprobar un trabajo en conjunto para los efectos de avanzar más rápido.

Lo cierto es que esta primera jornada ha puesto en evidencia una vez más que el concurso del Poder Ejecutivo es decisivo frente a situaciones de extrema necesidad, cuenta con el poder político y económico como para tomar las decisiones más urgentes e inmediatas, llenando ese vacío de respaldo que requería Chimbote y la Provincia ante la defección y la decepcionante intervención del gobierno regional encabezado por Enrique Vargas.

Ya lo había adelantado la alcaldesa Victoria Espinoza García ante la angustiante situación que se le venía a nuestra ciudad con la secuela de la torrencial lluvia del martes pasado cuando sostenía que ante el abandono del gobierno regional, solo nos quedaba esperar la voluntad del gobierno central, y la verdad es que no se equivocó.

La presencia del Primer Ministro ha resultado providencial, no solo ha permitido que se inyecte maquinaria y medidas efectivas para aliviar la situación de los pasajeros varados, sino que ha resultado un gran aliciente para nuestras autoridades exhaustas y agotadas en su afán de asistir a los damnificados pese a los escasos medios y recursos a su alcance, con la actuación del gobierno central debe iniciarse una nueva etapa en la reconstrucción que requieren muchos pueblos tras las lluvias y desbordes que hasta la fecha no cesan y frente a los cuales es imperativo mantenerse a la expectativa.