Tres huaicos los asolaron:
Agricultores de La Carbonera protestan ayer.
Los pobladores del sector “La Carbonera” en Nuevo Chimbote, solicitaron el apoyo de las autoridades locales y nacionales les brinden el apoyo ya que tres huaicos que cayeron en el sector han arrasado con más de 2 mil 500 hectáreas de cultivos de frutas.
El agricultor, Marco Rosales, señaló que el último huaico cayó el pasado domingo sobre las viviendas y cultivos de más de mil agricultores que ya se encontraban en sus cosechas de mango, maní, uva, sandia, maíz, maracuya y caña de azúcar, además de sus ganados y aves que criaban.
El representante indicó que el canal principal del Proyecto Especial Chinecas, que cruza el sector ha quedado totalmente inoperativo ya que se ha llenado de lodo y piedras en más de 2 y medio kilómetros.
Señaló que luego del huaico las familias donde se encontraban niños y ancianos, han decidido dejar sus viviendas y refugiarse en la parte alta del sector, debido que el huaico dejo muy deterioradas sus rusticas viviendas.
“Acá es la zona del desastre, este es el canal de Chinecas, pero ahora ya no existe canal, se ha destruido, el desastre es total, hemos perdido hectáreas de frutas y nuestras viviendas, por eso estamos viviendo en el cerro, sin tener alimentos ni agua, por favor a las autoridades no solo den prioridad a la ciudad, vengan necesitamos que nos ayuden”, indicó el agricultor.
Indicó que antes del desastre natural, se encontraban en plena cosecha de frutas por lo que se habría un promedio de más 500 toneladas de mango de exportación, que estaba a punto de enviarse.
“Necesitamos ayuda, pero ni el alcalde Valentín Fernández, ni la alcaldesa Victoria Espinoza, ni el gobernador regional se han acercado por acá, ni una máquina, ni alimentos ni agua, ni Chinecas ha venido a limpiar el canal de agua, estamos indignados por el abandono en que nos han dejado”, indicó.
Por ello, solicitaron que envíen de inmediato maquinaria pesada para limpiar el canal de agua para que puedan dar de beber a sus familias y así también poder regar nuevamente sus pocos cultivos que quedaron.