Editorial

Editorial: ::: UNA PARTE COMPLICADA :::

Tres ministros de estado y la Presidenta del Congreso de la República estuvieron en nuestra ciudad anteayer martes coordinando con autoridades la necesaria ayuda que se debe llevar a los pueblos afectados por las lluvias y los huaycos, teniendo en cuenta que nos encontramos en un momento en que es imprescindible que se inyecten recursos del Poder Ejecutivo para poder sostener este estado de emergencia y alerta roja en el que nos hallamos.

En una ciudad como la de Chimbote, típico pueblo del interior del país al que habitualmente no suele llegar mayormente las máximas autoridades del Poder Ejecutivo o Legislativo sino es por una invitación a una conferencia magistral o una condecoración, parecía inverosímil que el mismo día se encuentren tantos representantes de los máximos poderes del Estado, empero, la situación lo amerita por los graves daños que se han registrado en nuestra provincia y en las zonas aledañas de Ancash.

Y es que el gobierno ha delegado en los ministros de estado la responsabilidad de coordinar con las autoridades todo lo que fuera necesario para atender a miles de familia que lo han perdido todo y que en este momento ni siquiera pueden pernoctar en sus viviendas, como ocurre en todo el valle de Santa en donde los daños son incalculables y existe la necesidad de llegar inmediatamente con ayuda a ese sector.

Justamente, los Ministros de Vivienda, Edmer Trujillo, y de Justicia, Marisol Pérez Tello, informaron a las autoridades la llegada de maquinaria para apuntalar la rehabilitación de muchas zonas afectadas, las cuales se sumaban a las que ya había enviado el gobierno el fin de semana y que comenzaron a trabajar en el arrasado puente de Huambacho que ha sido uno de los primeros en ser habilitado para el tránsito de los vehículos varados.

Se trata de diez motobombas para Chimbote y Casma que servirán para retirar los fangos de agua que ha dejado la lluvia y que se mantendrán hasta que cese este periodo de precipitaciones, de la misma manera ha llegado un hidrojet que es un vehículo que tiene capacidad para retirar miles de metros cúbicos de agua empozada en cuestión de horas, el cual ha sido trasladado a Huarmey que es una de las zonas más afectadas por los huaicos, por lo menos en lo que se refiere a la región Áncash.

De la misma manera, han llegado cuatro volquetes y una motoniveladora, las cuales se han puesto a trabajar en el arrasado puente del Rio Shisho en el vecino distrito de Coishco, así como en la culminación de los trabajos de rehabilitación de Puente Huambacho, pues en ese lugar solo se ha conseguido abrir un pase provisional pero ya se debe ejecutar una obra más firme para permitir el tránsito sin inconvenientes por la carretera Panamericana Norte a fin de evitar contratiempos a los viajeros.

De la misma manera, el gobierno ha llevado maquinaria al río Lacramarca en el entendido que en ese lugar se han registrado siniestros que han afectado seriamente el suministro de agua, además que no se ha despejado aun la posibilidad que por allí se desplace un nuevo huaico si se tiene en cuenta que en las partes altas de la región sigue lloviendo y los cauces de los ríos no muestran aun un descenso notable en sus cauces, lo que representa siempre una amenaza de desborde.

Todas estas no son sino acciones que están permitiendo sostener la emergencia en nuestra ciudad como en otras ciudades del país que se han visto golpeadas y maltratadas por la naturaleza, especialmente porque los pronósticos de lluvias y las amenazas de desborde de los ríos se mantienen y siguen siendo la razón de vigilias de muchas familias que tratan de defender sus pertenencias.

Sin embargo, en medio de ello las autoridades son las llamadas a aliviar esta grave situación más aun cuando las penurias de la población se acentúan no solo por los daños que dejan las lluvias y los huaicos sino porque frente a la angustia siempre surgen malos elementos que tratan de sacar provecho a la situación.

De allí que viene la carestía, mientras en casa se busca por todos los medios superar las contingencias de las lluvias, como inundaciones, falta de agua, corte de la emergía, carencia de servicios de telefonía e internet que se vieron suspendidos por más de 72 horas, en el mercado deben afrontar la escandalosa especulación que promueven malos comerciantes que se escudan en el sambenito ese de los bloqueos de la carretera.

Se trata de gente que se ampara en la falta de transporte para elevar de inmediato los precios de los productos de primera necesidad, incluso, apelan hasta las bolas y rumores para regar en las calles las alarmistas chismoserías de la escasez y con ello garantizan que recibirán a hombres y mujeres presas por el pánico que quieren comprar de todo y les cobran lo que se les da la gana.

He allí la importancia del trabajo que debe realizar el gobierno para paliar este problema, la habilitación de las carreteras es un punto clave en la especulación pues ha llegado hasta los combustibles, un sector en el que habitualmente se apela a la estrategia de la falta de transporte para esconder el producto y disparar los precios a sabiendas que no existen controles en una economía de mercado y las entidades encargadas de defender al consumidor siempre buscan un pretexto para no intervenir.

De allí que tenemos que confiar en la labor que viene desplegando el Poder Ejecutivo a través de sus ministros que tienen poder de mando y capacidad de informar las necesidades de cada pueblo, esto es importante porque estamos ingresando a una nueva etapa, aquella de la asistencia que en tiempos de calamidad siempre ha generado polémica.

Los países amigos del Perú acaban de enviar miles de toneladas de víveres, ropa, medicamentos y todo lo necesario para las familias damnificadas, se requiere que personas debidamente capacitadas en temas de emergencia y asistencia se hagan cargo de esto para evitar el aprovechamiento de algunos y la postergación de las mayorías. En la medida que se cumpla eficientemente con esta asistencia pasaremos a una siguiente etapa, quizás la parte más complicada como será la reconstrucción del norte y centro del país. Esperemos que el gobierno se encuentre en capacidad de llevarla adelante pues en materia de prevención fueron un total fracaso como lo evidencian las estadísticas.