Editorial

Editorial: ::: ABUSO DE PODER :::

En medio de las angustias y la desesperación de miles de ciudadanos que advertían como los precios de algunos productos subían bajo un manto especulador con el pretexto de las lluvias y huaicos, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) anunció que ha iniciado un procedimiento administrativo sancionador contra 26 empresas comercializadoras de combustibles líquidos y 8 personas naturales por presuntamente concertar precios y condiciones comerciales en la venta de diesel y gasoholes de 84, 90 y 95 octanos.

La Jefa Zonal de INDECOPI en Ancash, Judith Rodrigo Castillo, explicó a la prensa que estos 26 grifos funcionan en los distritos de Chimbote y Nuevo Chimbote y serán investigados en un plazo de 120 días hábiles por presuntas prácticas colusorias horizontales en las modalidades de acuerdo para la fijación concertada de precios de combustibles en los periodos de mayo del 2012 a diciembre del 2015.

La medida no podía ser menos oportuna y tiene un antecedente en una pública exhortación que hizo la comisionada de la Defensoría del Pueblo en nuestra ciudad, Dra. Rosslyn Villanueva Ramírez, quien advertía de los abusos que se cometían a diario no solo en los grifos, sino en los mercados, en los centros comerciales y en cuanta actividad económica existe en nuestra ciudad.

En efecto, después de la torrencial lluvia registrada en nuestra ciudad se observó una repentina y descarada alza de precios de los productos básicos de la canasta familiar, acompañada de una desesperada reacción de pobladores que invadieron los mercados y centros comerciales espantados por voces alarmistas que circulaban maliciosamente por las redes sociales anunciando un supuesto desabastecimiento.

Los comerciantes aprovecharon esta coyuntura y subieron sus precios de manera arbitraria, los grandes centros comerciales optaron por guardar mercadería y los grifos se declararon en desabastecimiento lo que provocó las conocidas colas de transportistas que no dejaron pasar la oportunidad para coronar este esquema con el incremento de los pasajes como si estuviéramos en una coyuntura singular.

Si bien es cierto la lluvia registrada el martes 14 generó serios estragos en nuestra ciudad y los huaicos hicieron colapsar los principales servicios básicos y de telefonía, no se había presentado una situación de desabastecimiento en los mercados, los bloqueos de las carreteras han sido efímeros en comparación a otras épocas y la reacción del gobierno no permitió que las personas perjudicadas en el tránsito sufrieran tanto como en antaño.

Inclusive, los estragos registrados en nuestra ciudad no tienen punto de comparación con los serios daños registrados en otras ciudades, en otras palabras no había lugar para que se registre un descarado acaparamiento y especulación en las calles y no era dable que no exista una sola autoridad que pudiera poner coto a todo esto.

Cierto es que la autoridad municipal se encontraba ocupada en un 100% con los problemas de la emergencia en los ríos como para tener que atender estos problemas, de allí que la Comisionada hizo una pública exhortación a la oficina local de INDECOPI para que tome medidas a efectos de poner fin a estos abusos en las calles.

Si bien es cierto que nuestra economía está sujeta a las leyes del mercado, a la vigencia de la ley de la oferta y la demanda, un sistema en el que no se permite los controles de precios porque suelen ser más nocivos aun a los consumidores, empero, ello no puede dar lugar a que existan algunos aprovechadores que traten de sacarle la vuelta al sistema y pretendan hacer lo que se les viene en gana en la venta de sus productos.

Justamente, la libertad en el mercado tiene sus propios límites, la norma establece que no puede existir colusión y concertación entre los comerciantes, no se pueden desnaturalizar las leyes del libre mercado a través de la componenda, de tal suerte que cuando ello se produce debe intervenir la autoridad.

Esta concertación se produce cuando todos los grifos deciden no solo incrementar sus tarifas sino cuando ocultan el combustible y generan una situación de falso desabastecimiento justamente para justificar medidas que desnaturalizan las leyes del libre mercado, por ello es que nuevamente el INDECOPI ha iniciado en nuestra ciudad un proceso investigador contra la mayoría de estas empresas de venta de combustible.

Lo que se debe advertir en este caso es que no es la primera vez que el organismo supervisor de la competencia en el mercado ha debido intervenir en los abastecedores de combustible en Chimbote, no se puede olvidar los antecedentes aquellos en que los choferes tenían que dirigirse a grifos de Trujillo para encontrar el combustible más barato, algo que ponía de manifiesto una desvergonzada situación que había que ser sancionada de manera ejemplar.

Hoy los estragos generados por las lluvias ha sido pretexto suficiente para que los acaparadores y especuladores saquen nuevamente la cabeza, han atentado contra los bolsillos de los usuarios bajo el simple argumento de hacerse los desentendidos y por ello el organismo regulador debe tener procesos no solo contra los surtidores de combustible sino contra muchos otros establecimientos.

Por ejemplo, el mismo INDECOPI ha revelado que luego de registradas las lluvias y cuando comenzó a especularse con los precios en mercados, sus inspectores acudieron a los centros comerciales y no advirtieron situaciones de acaparamiento y especulación, salvo infracciones de tipo comercial en algunos de estos establecimientos de varias ciudades entre las que se encontraba Chimbote, señalando que lo que detectaron es incongruencia entre el precio de etiqueta con aquellos que se cobraba en caja, razón por la cual iniciaron los respectivos procesos que determinan multas hasta de 400 unidades impositivas tributarias.

Esperemos que el organismo que defiende a los consumidores haga respetar el derecho de los usuarios a no tener que ceder a los caprichos de los malos comerciantes, de aquellos que tratan de sacar provecho de cualquier coyuntura y que pensaron que el tema de la lluvia y los huaicos era un escenario propicio para que aparezcan nuevamente. Este abuso de poder debe castigarse sin miramientos.