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CONTRARIADOS

Aun cuando la alcaldesa Victoria Espinoza y los propios comerciantes del Mercado La Perla aclararon la pública denuncia que hiciera el alcalde de Nuevo Chimbote Valentín Fernández Bazán, respecto a trabajos privilegiados de defensa ribereña que solo se habrían hecho en el sector de Chimbote, los pobladores del P.J. Primero de Mayo y Villa María no han dejado de protestar por el accionar de la comuna provincial. Y es que el dirigente Wenceslao Risco Zúñiga no se detiene en detalles relacionados a supuestos favorecimientos sino que se refiere a la inacción de la autoridad municipal para realizar los trabajos de reforzamiento que ellos solicitaron oportunamente, mucho antes que se declare la emergencia con la primera lluvia torrencial que se precipitó en nuestra ciudad. Los pobladores han realizados dos plantones porque ellos resultaron perjudicados con el desborde de las aguas del río Lacramarca por las paredes laterales que dan hacia Nuevo Chimbote. Esas aguas salieron por la avenida Pardo y la panamericana norte, a la altura del Tres de Octubre y Primero de Mayo y Villa María, los pobladores acusan que la Municipalidad solo comenzó a realizar trabajos cuando se declara la emergencia, cuando ya las aguas se estaban desbordando pese a que ellos enviaron documentos con mucha antelación, cuando demandaron que se haga una verdadera prevención, es decir, que se anticipe a cualquier desgracia. Los dirigentes señalaron que a ellos les va y les viene que los comerciantes de La Perla muestren documentos, porque lo que ellos reclaman es otra cosa, exigen que se trabaje en prevención y no se hizo, ahora las consecuencias de pueden ver en una gran parte de la pista de la avenida Pardo totalmente destruida. ¿Porque no se hicieron los trabajos en su debido momento? Tal parece que las autoridades no tomaron con seriedad este problema y pensaron que jamás se desataría un “Niño Costero” como el que nos ha sorprendido, con el aliciente que en nuestra provincia no se han visto calamidades como en la zona norte del país. Ojalá algún día la autoridad edil se detenga un momento a leer los pedidos de la población.

HIDRANDINA

Los vecinos del parque Miguel Grau, de la segunda etapa de la Urbanización Buenos Aires, se muestran preocupados porque un poste se luz pública se encuentra inclinado y sus bases están rajadas y puede caer. Este poste se ubica en la esquina del jirón Moro con el jirón Coishco y no está inclinado de la nada, sino porque el pasado martes 28 de marzo, al promediar las 5.00 de la madrugada, un trio de miserables borrachos chocó un moderno vehículo con el poste y lo dejó diezmado. Estos beodos, que forman parte de esa casta de conchudos que creen que pueden libar licor en la vía pública con volumen alto de la música y haciendo chacota durante gran parte de la madrugada sin tener en cuenta que hay vecinos que descansan en la zona, fueron intervenidos primero por el serenazgo y luego por un patrullero de la Policía Nacional. Teniendo en cuenta que estaban que se tambaleaban, nos imaginamos que la Policía no solo los ha intervenido y levantado el parte para ser denunciados ante el Ministerio Público por peligro común, sino que debe haberlos obligado a sufragar los gastos por la destrucción de las bases del poste. Con ese dinero Hidrandina debe reparar el poste de cemento antes que se caiga sobre la cabeza de algún transeúnte, para ello sus abogados deben acudir a la Comisaria de Buenos Aires y pedir cuentas de lo que hicieron los efectivos policiales, no creemos que no exista diligencia alguna porque el choque fue estruendoso y todos los vecinos son testigos.

CONTROL

Después que ya muchos ex funcionarios públicos se han despachado a su gusto, como en la etapa de la denominada red criminal de Áncash, la Contraloría General de la República quiere mostrar otro rostro de fiscalización plena y absoluta, por ello está llegando a los municipios con la finalidad de verificar la entrega de donaciones y la compra de productos destinados a los damnificados, así como la contratación de empresas para la rehabilitación de pistas y otros. Está bien que hagan su chamba, lo que no se quiere es que su intervención resulte un obstáculo para que la ayuda se traslade con celeridad, pues para eso es la emergencia, para darle urgencia a compras y servicios. Esperemos no haya posteriores quejas por esta intervención.