Editorial

Editorial: ::: UN TRATO POR IGUAL :::

El pasado miércoles 12 se reabrió el tránsito vehicular y peatonal por el Río Shisho, en el vecino distrito de Coishco con la inauguración del puente modular que instaló el gobierno nacional con intervención de la empresa concesionaria de la red vial norte, aliviando de esta manera uno de los mayores contratiempos que se generó tras la emergencia de las lluvias y huaicos del mes de marzo.

Un mes después que un huaico se llevara la alcantarilla que estaba ubicada en ese sector de la panamericana norte y abriera un cauce de más de 100 metros, ensanchando el canal de regadío que existía hasta entonces, el gobierno pudo superar este problema que afectó la transitabilidad y generó más de un dolor de cabeza a la población.

Ello porque los malos comerciantes, los especuladores y acaparadores utilizaron este pretexto del río Shisho para subir sus precios y tarifas, para sacar provecho de una situación difícil y apremiante y para abusar de los pobladores aprovechando que no existen autoridades con los pantalones bien puestos y con agallas en Chimbote.

Por eso la reapertura del tránsito regular por el Puente Shisho ha sido una de las noticias mas importantes para la población de Chimbote, Coishco y Santa que fueron los más perjudicados con esta desgracia registrada en una acequia que nadie pensaba que podría ser tan agresiva y destructiva.

Recordemos que la destrucción de la Panamericana en el río Shisho y la caída en el puente de Virú fueron dos serios problemas para el gobierno porque se interrumpió el tránsito de norte a sur, el transporte de los productos y el tránsito de los pasajeros se vio seriamente afectado, con más incidencia en Coishco en la medida que en Viru existió la alternativa de un Puente Alameda, ubicado a unos cuantos kilómetros de la panamericana norte, por donde pudieron transitar los vehículos con ciertas restricciones.

Sin embargo, en Coishco no existía otro pase, el único que se podía utilizar los primeros días de la emergencia en la zona de tamborreeal para salir por Santa se vio interrumpido cuando los huaicos se trajeron abajo el histórico Puente de ese lugar, allí se perdió la alternativa que existía en la zona de Shisho.

Los trabajos que se hicieron en esas semanas para habilitar badenes provisionales solo cumplieron ese rol de generar un transporte lento y restringido, las colas de los vehículos de carga era impresionante, llegaban hasta la avenida industrial en nuestro Puerto y es que el tramo que se ejecutó era de un solo sentido, no había otra manera de hacer frente a la emergencia.

Inclusive, muchos debe recordar que hubo la pretensión de colocar allí una alcantarilla bajo una manga de concreto con el argumento que no se podía colocar un Puente Bailey, alguien quiso generarse un importante ahorro minimizando la tragedia de nuestra jurisdicción, empero, la presión popular, la inmediata reacción de los pueblos de Coishco y Santa que salieron a protestar, hizo retroceder a las autoridades que determinaron de inmediato que se instale allí un puente modular.

Justamente, después de concluirse la instalación del puente en el río Shisho de Coishco, ahora el Gobierno ha habilitado ya el Puente Modular en el distrito de Virú y de esta manera se ha salvado el transporte directo entre Chimbote y Trujillo tras el descenso de los caudales y los cambios climáticos que van cediendo paso a la fase de reconstrucción que necesita el país.

Y para este acontecimiento en Virú, jurisdicción de La Libertad, ya no llegó solo el Ministro de Transporte y la ministra encargada de las coordinaciones de la emergencia en esa jurisdicción, allí llegó nada menos que el mismísimo Presidente de la República Pedro Pablo Kucyznski quien de inmediato ofreció otro puente más para garantizar el tránsito en esa jurisdicción.

Seguramente que los chimbotanos habríamos querido tener la oportunidad de recibir también al Jefe de Estado y recibir noticias tan importantes como el traslado de otro puente modular a la zona de Trujillo, pues en nuestra provincia han quedado muchos temas pendientes que, a lo mejor ni se terminan en la reconstrucción.

Seguramente que en nuestro puerto nos hubiera gustado escuchar que se llevará también un puente nuevo a la localidad de Tamborreal en donde el transporte se hace a través de trasbordo o por la vía de Santa que es mucho más larga para los productores de esa zona.

Hace solo dos días, la población de Cascajal con su alcalde a la cabeza ha llegado a la Plaza de Armas de nuestra ciudad para reclamar a la alcaldesa que no se olviden de ese poblado de la zona agrícola que ha sido duramente golpeado por los fenómenos climáticos, le recordaron a la autoridad edil que los desbordes de los ríos han dejado calles enlodadas, parcelas destruidas, servicios colapsados y que ellos no cuentan con presupuesto por tratarse de un municipio menor.

Así como Cascajal existen muchísimos otros Pueblos que han quedado seriamente afectados, en la zona de Nepeña, Moro y Jimbe la desolación es impresionante y la mano de la autoridad local no alcanza para hacer frente a la desgracia., se requiere de la intervención del gobierno nacional que poco a poco ha dejado de asistir permanentemente en la medida que entiende que ya la emergencia se mitigó.

Seguramente que ciudades como Trujillo, que no solo tienen arraigo en el nombre sino en la presencia de una clase política de muchísima influencia, permiten que no exista un trato por igual para con los pueblos de nuestra zona, sin embargo, las necesidades son muchas especialmente en los pueblos que han sido duramente castigados por las lluvias y no solo por los desbordes como ocurre en la zona costa.

A esa gente no se le puede dejar de dar una mano, hay que tener en cuenta que la reconstrucción recién comienza y cuando llegue el organismo que designe el gobierno habrán muchos que necesitan del aporte de las autoridades locales. No hay que olvidar que Ancash es una de las regiones más golpeadas por el “Niño Costero”, de allí que no hay que dejar de levantar aun la mano solidaria para con esos pueblos, esperar la reconstrucción es condenar a esa gente a la postergación.