Editorial

ROTUNDO GOLPE

La madrugada del último jueves la Policía Nacional y la Fiscalía de crimen organizado asestaron otro duro y contundente golpe a la delincuencia en Chimbote a la usanza de los operativos impresionantes que involucran el despliegue de decenas de efectivos policiales y Fiscales que proceden de otras ciudades y que ha permitido que se allanen viviendas simultáneamente a efectos de impedir que alguien salga bien librado.

En esta oportunidad las autoridades desvirtuaron una organización delictiva conocida como “Los Secos de Chimbote” que estaba dedicada al robo y secuestro al paso y que utilizaba a una red de “peperas” que se encargaban de identificar y dopar a las víctimas en los locales nocturnos de nuestra ciudad.

Además de estas mujerzuelas delincuentes también estaban involucrados hampones disfrazados de taxistas, sujetos de mal vivir que de manera astuta se infiltraron en los diversos comités de transportistas con la finalidad de maquillar su accionar con vehículos que aparentan prestar un servicio de colectivo o taxis a los ciudadanos.

El accionar policial permitió la captura del cabecilla de esta organización, el delincuente identificado como Danny Flores Cano (a) “Gordo Danny”, quien dirigía a 19 delincuentes que se dedicaban a esta modalidad delictiva, todos los cuales consiguieron montar una organización que es la que ha dejado regadas las pistas con cuerpos de parroquianos que salen del trance sin saber absolutamente lo que ha sucedido y como es que lo han desvalijado por completo.

Esta gavilla no solo recogía a los beodos casanovas que cayeron en las redes de meretrices que se muestran cariñosas pero que, en cualquier descuido, agregan pastillas a las bebidas para procurar que las victimas caigan en un profundo sueño, sino que también secuestraban a personas que salían de los cajeros con la finalidad de blanquear sus cuentas mediante el secuestro al paso, es decir, manteniendo como rehén al agraviado hasta que informe su clave y puedan efectuar retiros de la misma.

De allí la importancia de la incursión policial del pasado fin de semana, la acción decidida para desmembrar a una peligrosa organización que no solo se valía de una supuesta audacia para inhabilitar a sus víctimas sino que apelaba a una modalidad sumamente riesgosa y peligrosa y que ha derivado en la muerte de algunas personas.

Justamente, este es el lado doloso que en nuestro medio de comunicación permanentemente reclamamos a la autoridad policial en la medida que de un tiempo a esta parte se sucedieron una serie de casos de “Pepeados” que amanecían totalmente drogados y tenían que ser trasladados a los hospitales afectos de ser desintoxicados, pues justamente ese accionar de colocar medicamentos subrepticiamente a los tragos de los parroquianos representaba un delito de peligro y de abierto atentado contra la salud y la vida de las personas.

Ello porque no todos los hombres pueden asimilar un medicamento destinado a adormecer el cuerpo de la misma manera, es decir, caer en un profundo sueño para después recuperarse con mucho descanso, toda vez que existen algunas personas que pueden tener cuadros clínicos que los exponen a determinada medicina.

Las personas hipertensas, los diabéticos, la obesidad mórbida, son estados clínicos que pueden exacerbarse con la ingesta de un medicamento que no es recomendable para su salud y de hallarse en buen estado pueden pasar a un coma irreversible que los llevaría hasta la muerte, como ya ha ocurrido en nuestra jurisdicción.

Hace algunos años un funcionario del sector salud era buscado desesperadamente por sus familiares porque no retornó a su vivienda después de una jornada de trabajo en el fin de semana, por lo que debieron desplegar mucha información a efectos que la ciudadanía pueda dar alguna información de su paradero.

Después de 10 días el llamado de un grupo de agricultores de La Campiña que había hallado el cuerpo de un hombre oculto entre la maleza y los matorrales de la zona hizo temer que se trataba del desaparecido funcionario, como en efecto sus familiares lo reconocieron y después de varios días le dieron cristiana sepultura.

De acuerdo a las versiones policiales de entonces y, asimismo, los resultados de la necropsia de ley, se había llegado a la conclusión que el hombre fue víctima de las temibles “peperas”, algunas de estas mujerzuelas que se colocan en los bares o locales nocturnos para robarle las pertenencias que llevaba y para ello colocó una pastilla en el vaso del funcionario, quien al padecer de una enfermedad sufrió el incremento desmesurado de su presión y eso finalmente lo llevó a la muerte abandonado en un maizal de La campiña.

Así como ese funcionario, se han registrado otros casos en los cuales la vida de las personas ha sido rescatada por el accionar de los médicos que consiguieron desintoxicar oportunamente a los parroquianos.

De allí que el operativo emprendido por la Policía Nacional y el Ministerio Público para desvirtuar esta organización que venia lucrándose con la desgracia de los parroquianos o pasajeros de los falsos taxistas, ha sido realmente exitoso, por fin se han identificado a los delincuentes que estaban sembrando la muerte en las calles.

Lo que ha trascendido hasta el momento es que hay un ex Policía que está estrechamente vinculado a esta gavilla de delincuente y un experto de informática que los apoya en sus objetivos de lucrarse con las tarjetas de los agraviados, lo que quiere decir esta gavilla contaba con maleantes que tenían diversas habilidades.

Junto a él se dice que existían hasta profesionales que se han prestado a los objetivos delincuenciales de estos sujetos, todo lo cual está en plan de observación  y seguimiento pero que resulta más que evidente que esta banda de delincuentes advierta que las autoridades responden con energía y con un rotundo golpe que, estamos más que convencidos, dejará sumamente diezmada la actividad delictiva de los secuestros al paso y los robos a indefensos parroquianos.