Editorial

Editorial: ::: CON CARÁCTER URGENTE :::

El alcalde de Nuevo Chimbote, Valentín Fernández Bazán, ha anunciado que el convenio con la empresa telefónica del Perú para el financiamiento de un proyecto de seguridad valorizado por 20 millones de soles y que se ejecutaría bajo la modalidad de obras por impuestos, marcha por buen camino.

El burgomaestre ha señalado que se trata de un ambicioso proyecto que busca fortalecer uno de los rubros que se ha diezmado demasiado en el distrito sureño, para lo cual se contempla la compra de varias camionetas para ser incorporadas al servicio de serenazgo, motocicletas, cámaras de seguridad dotadas de sistema GPS de ultima generación, así como de la contratación de un mayor número de agentes de seguridad para el control de las calles.

Sin embargo, uno de los aspectos más importantes que contempla esta millonaria inversión es la construcción de un centro de operaciones que contará con equipos de seguimiento satelital y un mapeo real y virtual que identificará lasa zonas de mayor incidencia delincuencial, de tal suerte que se puede mantener un registro inmediato de las acciones delictivas que se sucederán en las calles.

Este centro de operaciones será similar al que tienen las grandes ciudades del país y con los cuales estarán conectados las unidades de seguridad de la propia Policía Nacional si así lo estiman conveniente, de tal suerte que en tiempo real se sigue las incidencias que se registran en cualquier punto de la ciudad.

No puede ser menos oportuno este proyecto de seguridad si se tiene en cuenta el incremento de la delincuencia en el distrito de Nuevo Chimbote y las falencias que ya observa el sistema de seguridad que en determinado momento fue lo más eficiente que pudo esgrimir el municipio sureño.

Los robos y asaltos han sido la comidilla en los últimos días, una empresaria fue abordada cuando salía de una entidad financiera y fue despojada de 162 mil soles, un jefe de Bahía que habría cobrado más de 50 mil soles por beneficios sociales fue atacado por marcas junto a su abogada y herido gravemente para despojarle de su dinero.

Muchas viviendas fueron visitadas por los amigos de lo ajeno, en la urbanización Casuarinas y en otros sectores los agraviados se mostraron impotentes ante el accionar de los delincuentes y dieron a conocer a la prensa la vulnerabilidad de las calles en un distrito que se había caracterizado, precisamente, por garantías de seguridad más eficaces, por lo menos, que el centro de Chimbote.

Para nadie ha pasado desapercibido el incremento de la peligrosidad de las calles en el cono sur, a despecho de las sorprendentes y desafortunadas declaraciones del Jefe del cuerpo de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote que lejos de reconocer la situación y buscar alternativas para rectificar errores, lo que hizo es tapar el sol con un dedo cuando señaló que no existía inseguridad en el distrito.

Empero, eso no es así, no hay que pretender esconder la suciedad bajo la alfombra cuando se trata de hallar soluciones al problema, tal y como lo reconoció el propio alcalde Valentín Fernández en su discurso central de aniversario al señalar que la seguridad y la limpieza pública se hallaban en malas condiciones más que nada por imposibilidades presupuestales para mejorarlas.

Y es que esto es evidente, el pasado fin de semana la delincuencia ha asestado un nuevo golpe en la cara de quienes tratan de negar este escenario de peligro, tras perpetrar un asalto madrugador en el local de la cadena de farmacias “Inkafarma” que se encuentra ubicado en la avenida Brasil, frente a la puerta principal del hospital Regional “Eleazar Guzmán Barrón”.

Allí un grupo de maleantes consiguió ingresar a los almacenes del establecimiento haciendo un doble forado por los inmuebles que están ubicados a un costado de la farmacia, para lo cual alquilaron un predio que no estaba ocupado a dos inmuebles de la Farmacia y desde el cual hizo dos forados utilizando una gata hidráulica.

Es decir que ni siquiera las paredes de material noble fueron escollo para estos delincuentes que actuaron a sus anchas, se pasearon por los inmuebles y se dieron tiempo para seleccionar las medicinas y los suplemento más caros para llevárselos sin que nadie sospechara nada, pese a que el traslado debió involucrar un inusitado movimiento de bultos que debería haber despertado la sospecha de los agentes de seguridad en caso hubieran pasado por este lugar.

Lo más grave es que la Farmacia se ubica en un inmueble con frente a la avenida Brasil, una de las vías de tráfico fluido y más importantes del cono sur, que se supone debe contar con un patrullaje moderado de las pocas unidades que tiene el distrito más aun cuando allí mismo se encuentra el hospital regional.

No sabemos hasta donde puede haber avanzado la Policía en las investigaciones de este astuto latrocinio pero basta revisar la forma como se ha concretado para colegir que allí están involucrados algún trabajador o ex trabajador del establecimiento en la medida que los delincuentes conocían perfectamente la distribución de los ambientes y los lugares donde se hallaba la mercadería más cara, lo que debe contribuir a llegar a dar con los responsables del asalto.

No hay que darle mas vuelta al asunto para concluir que el distrito de Nuevo Chimbote vive una crisis de seguridad y no tiene por qué cargarse toda la responsabilidad sobre el serenazgo en la medida que este servicio municipal es solo un elemento complementario y de apoyo, es la Policía Nacional quien debe responder por la seguridad de la ciudad y sencillamente no lo hace.

Por ello es que alentamos que el anuncio realizado por el alcalde de Nuevo Chimbote para llevar adelante el convenio con la empresa Telefónica del Perú a efectos de financiar un proyecto de seguridad a través de obras por impuestos se concrete lo más pronto posible, su ejecución tiene el carácter de urgente para la población sureña que reclama, con justa razón, mayores garantías en un distrito que siempre se caracterizó por mostrar mas seguridad a sus habitantes.