Editorial

Editorial: ::: UN PASO ATRÁS :::

Cuando la opinión pública de Chimbote y los medios de comunicación estaban concentrados en la audiencia pública en la que se determinaría la suerte de los 16 detenidos como parte de la organización criminal conocida como “Los Secos de Chimbote”, en otra sala judicial la justicia retrocedía con respecto a otra peligrosa gavilla de delincuentes que en su momento sembraron el terror en nuestra ciudad.

Nos estamos refiriendo a la Banda de “Los Patecos”, cuyos integrantes se libraron de una condena que los mantiene desde hace más de dos años en la cárcel pero que ahora deberán ser juzgados nuevamente por otros magistrados.

Esta ha sido la orden de la Sala Penal de Apelaciones tras revisar el recurso de impugnación que plantearon los abogados de los sentenciados y detectar deficiencias que los llevaron a anular el fallo condenatorio y dejar nuevamente a los peligrosos miembros de esta gavilla con un pie en la calle.

Justamente, la orden de la instancia superior es que se forme otro Colegiado y vuelva a juzgar a “Los Patecos” pero solo por la comisión del delito de tenencia Ilegal de arma de fuego, lo que quiere decir que se realizarán nuevamente los interrogatorios y se evaluarán las pruebas que han quedado en el expediente para emitirse una nueva sentencia.

Loa decisión superior no mencionada para nada la excarcelación de los investigados, lo que quiere decir que se mantendrá su condición de internos en los centros de reclusión en los que se encuentran hasta que la justicia repare los defectos descubiertos en el juzgamiento y puedan cumplir la pena correspondiente.

Curiosamente, el hecho que existan audiencias paralelas de dos casos impactantes, no permitió a los periodistas conocer las reales consideraciones por las cuales se ha debido anular la sentencia condenatoria a “Los Patecos”, empero, lo que no deja de preocupar es que se incurran en errores significativos que lleven a anular un fallo tan importante para la seguridad de la comunidad chimbotana.

No se puede olvidar que esta banda “Los Patecos” sembró el miedo y el terror en las calles hasta hace unos dos años atrás, fueron acusados de manejar los asaltos y extorsiones que se registraban en todo Chimbote, incursionaron en el secuestro y luego en el sicariato, al extremo que se enfrentaron a bandas rivales de Trujillo con las cuales sostuvieron sangrientos enfrentamientos.

Basta recordar la infernal balacera que se desató el frontis del domicilio de la familia Cruz Alejos, cuyos hermanos son integrantes de esta gavilla, en donde una banda rival persiguió al líder conocido como “Bala”, a quienes atacaron con una ametralladora mini usi con la cual asesinaron a uno de los integrantes de esta gavilla mientras que otro salió gravemente herido.

Así como esta refriega se sucedieron muchas otras, incluso, uno de los miembros de esta familia Cruz Alejos fue asesinado por sicarios en el interior de una conocida Cebichería, lo que nos da una idea de la trayectoria criminal de esta agrupación-.

Justamente, la Policía pudo sorprender a sus integrantes cuando realizaban prácticas de tiro en la zona de La Campiña, utilizando un fusil de largo alcance que contaba con una mira telescópica, un arma de guerra que suelen utilizar francotiradores y que se usa para crímenes selectivos, lo que hacía presagiar que esta gavilla ingresaba o se preparaba para una nueva faceta delictiva.

Como consecuencia de esta intervención y con casos pendientes de solución, la Policía puso a “Los Patecos” a disposición de la justicia, fueron procesados por casi dos años y el pasado mes de noviembre el Juzgado Penal Colegiado los condenó a diversas penas, a los hermanos Erick y Aidol Cruz Alejos les impuso 13 años de prisión, a Lenner Cruz Alejos lo condenó a 11 años, a Richard Cano Castro y Juan Carlos Ordoñez Campos le impusieron 8 años de cárcel, mientras que a la única mujer de la banda, Yurico Palomino Cornejo la absolvieron.

Esta condena ha sido anulada por la Sala Penal y por tanto se deberá realizar un nuevo juicio oral, se espera que las autoridades judiciales no se tomen otros dos años para concluirlo y menos aún que esta dilación termine favoreciéndolos con alguna libertad por exceso de carcelería. Eso nos dejaría un pésimo precedente.

VIOLENCIA INCONTENIBLE

Una joven chimbotana fue asesinada en el vecino país de Chile por su propia pareja en un ataque irracional de celos que terminó por destruir a una familia que había viajado a ese país en busca de mejores horizontes.

La victima ha sido identificada como Jullisa Sánchez Cotrina (40) quien de acuerdo a los reportes policiales de la autoridad chilena, fue victimada por su esposo Juan Murakami mantilla (55), quien luego de haber perpetrado este luctuoso hecho se presentó voluntariamente ante las autoridades y confesó el delito.

El sujeto estranguló a su pareja cegado por los celos y luego de una agria discusión en la que el homicida le reclamó a la mujer por su reiterada ausencia del hogar conyugal, precisándose que no le creía que se iba a visitar a su hermana.

Lo cierto es que la occisa deja a dos hijos en la orfandad, quienes se quedan virtualmente en desamparo porque su padre tendrá que purgar carcelería, razón por la cual sus familiares han solicitado el apoyo de las autoridades para repatriar no solo los restos de la mujer sino a sus dos hijos para que puedan ser asistidos por sus familiares que residen en la urbanización laderas del Norte.

Es preocupante como se incrementa día a día los feminicidios o los actos de violencia contra la mujer. Pese a que se toman medidas y se realizan manifestaciones para repudiar esta clase de hechos, las cifras siguen creciendo por lo que no habrá que desmayar en buscar nuevas alternativas para que cese esta violencia incontenible.