Editorial

Editorial: ::: JORNADAS NECESARIAS :::

La Municipalidad Provincial del Santa y la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote no solo han decidido sumar esfuerzos conjuntos en aras de concretar una concesión conjunta del servicio de limpieza pública, sino que mientras se ejecutan los convenios han decidido apoyarse para limpiar las calles que lucen abarrotadas de desperdicios.

Por ello es que el pasado domingo se realizó una campaña de limpieza por las calles del distrito sureño con el valioso apoyo y aporte de la maquinaria pesada de la comuna provincial en la medida que uno de los grandes problemas de Nuevo Chimbote es la enorme acumulación de desmonte.

La presencia de la alcaldesa provincial Victoria Espinoza y un grupo de funcionarios y empleados que se sumaron al esfuerzo de limpiar las calles del distrito sureño, demostraron la firme voluntad de la burgomaestre provincial de dar la vuelta a la página a los absurdos enfrentamientos del pasado y darle una mano al distrito que hoy tiene el grave problema de la carencia de una adecuada logística para poder limpiar completamente sus calles.

Es el mismo problema que afronta la jurisdicción de la comuna provincial y seguramente recibirá el cumplido de su homologo del sur, de allí que se ha demostrado que aquel adagio que nos enseñaron en la escuela y que dice “la unión hace la fuerza” se cumple cuando existe una firme voluntad de apoyarse entre dos personas o instituciones.

Por lo demás, tanto la alcaldesa Victoria Espinoza como el alcalde Valentín Fernández, han demostrado que son políticos hechos para el cargo, por ello no vacilaron en coger sus escobas y sumarse a la limpieza de las calles, para demostrar a la gente que todos estamos en la imperiosa obligación de incorporarnos a este esfuerzo que verá coronado el objetivo cuando las calles del distrito se muestren presentables.

Y es que al margen del rol que le compete a las Municipalidades en el tema de la limpieza pública, no se puede soslayar que cualquier ciudad será más limpia siempre y cuando no exista gente que la ensucie, siempre que la ciudadanía tome conciencia de lo importante que es no ensuciar las calles, lo valioso que resulta llevar los restos de papeles o plásticos que desechamos a un buzón de basura.

Y es que este tema pasa también por la inadecuada educación que han recibido nuestros niños desde el colegio, ni siquiera la autoridad educativa se ha esforzado por vigorizar los cursos de educación cívica que existían en antaño, pues la conducta de los hombres mucho depende de lo que le enseñen en los primeros años de su etapa escolar y de lo que vean y repitan el comportamiento de sus padres en el hogar.

Si los padres tienen la pésima costumbre de lanzar los papeles al suelo, su hijo hará siempre lo mismo. Si un profesor no pregona con el ejemplo en lo que se refiere a la limpieza personal de su escritorio, el alumno será igualmente desordenado.

En el tema de la limpieza pública pasa exactamente lo mismo, un poblador que no tiene una base educativa forjada en los hábitos de la limpieza no podrá colaborar nunca con sus autoridades para no ensuciar las calles, entonces veremos localidades como la que nos muestra hoy Nuevo Chimbote, con calles cargadas de basura y una autoridad hoy imposibilitada de eliminar todos los desperdicios por una inadecuada flota vehicular destinada a esta tarea.

Aun cuando muchos puedan considerar que se trata de una postura proselitista, sí es importante que dos autoridades encabecen una campaña de limpieza y sumen esfuerzos para procurar superar las serias falencias que tienen para poder entregar a sus vecinos las calles limpias y aseadas como lo requiere toda la comunidad, de allí que muchos esperan que todo este despliegue no resulte siendo flor de un día sino que, por el contrario, se repitan las jornadas de limpieza con los equipos de cada uno de los municipios, una acción que demuestre la presencia de la autoridad en la búsqueda de alternativas para solucionar o aliviar el grave problema de la limpieza de la ciudad. Esperemos sea así.

CALLES INVADIDAS

Las áreas competentes de la Municipalidad Provincial del Santa desarrollaron la semana pasada un operativo para establecer faltas e infracciones a todos aquellos comerciantes que se encuentren invadiendo la vía pública, aplicándoles multas y disponiendo el comiso de algunos de sus productos o herramientas por infringir la ley.

En esta oportunidad los funcionarios asistidos por agentes de la Policía Municipal y del serenazgo, llegaron hasta los talleres de mecánica que funcionan en la avenida Pardo y en calles aledañas, los cuales utilizan la vía pública como ambientes de trabajo.

Estos talleres no cuentan con garajes y ambientes adecuados para el almacenamiento y trabajo de sus herramientas, suelen utilizar combustibles como gasolina y petróleo, así como grasa para la manipulación de sus piezas, sin reparar que los restos se impregnan en la vía pública, generando serios inconvenientes al ornato y limpieza de la ciudad.

Por si esto fuera poco, los vehículos atraviesan las calles y ni siquiera permiten el libre tránsito peatonal, lo que realmente constituye un abuso que la autoridad edil tiene la obligación de corregir y sancionar.

Pero no solo los talleres de mecánica son los que ocupan ilegalmente la vía pública, desde hace muchos años también lo hacen, por ejemplo, las ferreterías que se ubican en las cuadras 9 a 13 del jirón Manuel Ruiz, las cuales no tienen escrúpulo alguno para colocar su material en medio de pistas y veredas, sin interesarles en lo más mínimo los problemas que tienen los peatones y choferes para poder circular por esos lugares.

Esperemos que los funcionarios de la Municipalidad Provincial del Santa no se detengan en este afán de despejar las calles y recuperarlas para quienes están hechas, es decir para los transeúntes y los automovilistas, las veredas se han hecho para que la gente camine y se desplace y no para que la ocupen quienes desarrollan una actividad y deben hacerlo en locales adecuados. Basta ya de un abuso sempiterno en la ciudad, uno de esos que extrañamente se mantiene de gestión en gestión.