Editorial

LA ESPERANZA DE SAN PEDRITO

Los gremios de pescadores de Chimbote y otros puertos del país han demandado al Ministerio de la Producción que disponga la inmediata paralización de la captura de anchoveta debido al elevado porcentaje de pesca incidental, lo que equivale a decir que se viene registrando una pesca depredatoria.

El secretario general del sindicato de pescadores de Chimbote, Macedonio Vásquez Contreras, aseguró que existe un informe del IMARPE que señala que el volumen de capturas de anchoveta en estado juvenil llega al 50%, la cual llega mezclada con caballa que también presenta tamaños juveniles.

El dirigente ha expresado su pública preocupación en la medida que a la fecha se encuentra un nuevo Ministro de la Producción a quien han solicitado una audiencia para exponerle todos estos problemas y esperan que los reciba pues tiene el penoso recuerdo de la desastrosa gestión del ex ministro Bruno Giufra Monteverde, quien se negaba a recibirlos en su despacho.

Explica que el reporte del organismo técnico competente corresponde a una evaluación realizada hasta el 20 de Junio, por lo que se impone la paralización de la actividad pesquera porque entiende que aún existe un importante volumen de pesca de la cuota establecida al iniciarse la temporada.

Los pescadores temen que ese faltante se pueda traducir solo en pesca discriminatoria, una actividad ilegal que afecta seriamente las reservas de la especie a efectos de garantizar su reproducción y que la población pelágica se encuentre en condiciones de reiniciar las faenas en la próxima temporada.

Los temores de los hombres de mar son fundados en la medida que ellos han denunciado hasta en el propio congreso de la república, con reveladores vídeos que han sido captados por los hombres de mar y demuestran la manera como se extrae el cardúmen en tamaños juveniles, empero, nadie les ha hecho caso hasta el momento.

Lo paradójico es que los hombres de mar se ven precisados a efectuar esta clase de demandas en una fecha que es sumamente especial para ellos, cuando los chimbotanos recibimos con fervor el Día de San Pedrito pescador, el día que se celebra la fiesta de esos hombres que se sacrifican en altamar y que deben hacer frente a toda esta clase de vicisitudes.

Justamente, hoy viernes 29 los chimbotanos trasladaremos la imagen de nuestro Santo Patrón al Muelle artesanal para embarcarlo en una nave industrial en la que hará el tradicional recorrido procesional por nuestra bahía, una ocasión que resulta propicia para que nuestro santo patrón lance sus bendiciones y permita que nuestro principal recurso pueda ser preservado por las autoridades competentes.

Pero no solo la pesca atraviesa por un momento difícil en esta fiesta patronal, la ciudad misma está haciendo frente a la secuela de un fenómeno que este año ha sorprendido a propios y extraños y ha dejado graves daños y heridas en nuestra provincia.

Nos referimos al Niño Costero que el pasado mes de marzo se presentó cuando nadie lo esperaba y desató una serie de lluvias, desbordes y huaicos, arrasó con carreteras, con puentes y cientos de hectáreas de tierras de cultivo, siendo uno de los hechos más graves que puso en serio riesgo el suministro de agua en Nuevo Chimbote.

La propia desesperación de la gente unida a la cobarde especulación de ciertos comerciantes y grandes empresas proveedoras de alimentos, obligó a los porteños a tener que acceder a pagar los productos por encima de su valor real, como que el pollo se llegó a vender hasta en 15 soles el kilo cuando lo normal es la mitad de ese valor.

De la misma manera, la escasez de ciertos productos básicos generó una suerte de pánico, como la venta de agua y productos lácteos que se vio perjudicada por las restricciones en el transporte tanto en la zona norte como en el sur, en la primera a la altura del distrito de Coishco y la segunda en la vecina provincia de Huarmey.

Ancash en general observó serios estragos en el balance general que dejó el “Niño Costero”, por ello es que el gobierno debió distribuir a sus ministros entre las principales ciudades afectadas por este fenómeno y envió importante ayuda no solo para atender las carencias y la escasez, sino para superar los estragos como el aislamiento de pasajeros, la imposibilidad de llevar alimentos a ciertos lugares por los desbordes de los ríos, la necesaria atención médica en zonas de inundación y todo cuando requería una situación de emergencia como la que se vivió en esos meses de marzo y abril.

Inclusive, el gobierno ha nombrado una Comisión de reconstrucción para que pueda asistir a las autoridades provinciales y regionales en la rehabilitación de carreteras, en la recuperación de tierras de cultivo y en la colocación de nuevos puentes que se destruyeron como consecuencia de la emergencia.

Lamentablemente, hasta la fecha, después de tres meses de registrados los daños, esta comisión no muestra resultados del trabajo que se le ha encomendado, ha establecido procedimientos que resultan complicados y las vías destruidas o canales arrasados no pueden esperar más.

De allí que se hace imprescindible que en esta fecha especial que veneramos a nuestro santo patrón extienda sus bendiciones no solo al generoso mar de Grau que nos depara una de las actividades económicas más importantes de la ciudad, sino que debe acordarse también de las graves carencias que ha dejado el “Niño Costero”.

Hoy que acompañaremos a la imagen de San Pedrito Pescador tanto en tierra como en el mar, los chimbotanos no debemos perder la oportunidad de pedirle por nuestros pescadores y por el respeto a la biomasa, sino que se derrame sus bendiciones también en todas las autoridades que están encargadas de la reconstrucción y que ilumine su camino para que la asistencia que requieren muchos pueblos de nuestra jurisdicción llegue lo más pronto posible. Hoy nuestra esperanza es San Pedrito, estamos convencidos que hará ese esperado milagro de mejorar .la pesca y recuperar nuestra provincia de los embates que nos deparó este año la naturaleza.