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NI EL CASCO PUDO SALVAR A MOTOCICLISTA EN ACCIDENTE

• Peatón se cruzó intempestivamente en Av. Meiggs y conductor de moto perdió el control cayendo al pavimento.

• Por la velocidad, cayó arrastrándose en el pavimento, golpeándose de cabeza en la berma central.

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Un joven de 24 años de edad perdió la vida la tarde de ayer en la novena cuadra de la avenida Enrique Meiggs al despistarse la motocicleta en la que se movilizaba por no atropellar a una persona que cruzaba la pista llegando a caer y golpearse fuertemente la cabeza contra el filo de la berma central.

El casco protector que llevaba puesto no le ayudó mucho a amortiguar el impacto del golpe de la cabeza y por el contrario se partió lo que ocasionó una rotura en el cráneo, quedando tirado en el asfalto en medio de un charco de sangre.

Este penoso episodio ocurrió pasada las 4 de la tarde y tuvo como protagonista a Miguel Jonathhan Moreno Saavedra quien a bordo de su motocicleta de color rojo, modelo pistera y de placa de rodaje 8175-3F se desplazaba por la mencionada avenida en sentido de sur a norte. Llevaba una mochila color negro cruzada en el pecho.

Al acercarse a la cuadra nueve de Meiggs, cruzaba la calle Víctor Manuel Dávila Risco (65)  con algunas botellas de cerveza que había comprado y se dirigía al taller en el que trabaja. Para evitar impactar en el sexagenario viró a un lado, sin embargo, llegó a toparlo cayendo éste último a la lista asi como el joven motociclista.

Moreno Saavedra cayó y se golpeó la cabeza en el filo de la berma central a escasos cinco metros del leve impacto con el sexagenario en tanto que su vehículo fue arrastrado a aproximadamente 20 metros.

Vecinos del lugar que fueron testigos de este lamentable hecho dijeron que el transeúnte solamente presentaba leves golpes pues pudo pararse, pero de todos modos fue auxiliado por una ambulancia de los bomberos a un centro de salud.

Minutos después llegaron efectivos policiales de la comisaría La Libertad que cubrieron el cuerpo del occiso y acordonaron la zona a la espera del fiscal de turno para el levantamiento del cadáver.

Dos horas después llegaron dos jóvenes y un señor que reconocieron al occiso como su pariente. El adulto dijo que era su hijo y en medio de incontenibles llantos minutos más tarde se procedió al levantamiento del cuerpo.

Miguel Moreno domiciliaba en la urbanización 21 de Abril, hogar donde hoy todo es dolor.