Por no participar en inspección:
Familiares de Anabel Segura López protestan ayer, durante inspección judicial.
Los familiares de la joven Anabel Segura López de 18 años, asesinada y arrojada a un buzón de desagüe, el pasado 24 de junio, calificaron como “una payasada”, a la diligencia realizada la mañana de ayer por autoridades judiciales encargadas del horrendo asesinato.
Con pancartas y fuertes arengas, los padres de la asesinada junto a otros familiares, realizaron una protesta en el frontis de la vivienda donde golpearon y asesinaron a la joven, ubicada en la manzana “G” lote 28 del asentamiento humano, Villa del Sur en Nuevo Chimbote.
Norma López Julca, madre de la fallecida, señaló que la diligencia a cargo del representante del Juzgado Mixto de Nuevo Chimbote, Norman Tantas Saavedra, el Fiscal de Familia, Lorenzo Javier Melgarejo y los abogados del caso, es “cualquier cosa” menos la reconstrucción del crimen de su hija, ya que el asesino confeso, el menor de 17 años no participó de la diligencia.
Cuestionó que a pesar que el menor de iniciales, R.W.M.T, fue trasladado a Chimbote desde el Centro de Reclusión Juvenil “Maranguita” ubicado en Lima, no haya participado de la reconstrucción de los hechos, por lo que aseguró que estaría siendo protegido por las autoridades a pesar de haber confesado el crimen.
Asimismo, la madre de familia cuestionó que en esta etapa de la investigacion haya la aparición de un supuesto testigo, por parte de la defensa del asesino confeso, quien sería un taxista que habría acompañado a los jóvenes minutos antes que el menor haya matado Anabel López Segura.
“Esto no es una ninguna reconstrucción de nada, esto es una payasada porque solo están haciendo el ridículo, esto ya lo hizo la policía, debieron traerlo a ese asesino para que diga como mató a mi hija, ella estaba toda golpeada, mutilada su orejita, no merecía esta muerte pero a ese asesino lo traen de Lima y no viene para esto, estarán que lo protegen a ese sujeto”, señalo.
Asimismo, los familiares de Anabel Segura López, entre gritos exigían que el asesino sea procesado como mayor de edad y de esta forma buscar ser condenado a cadena perpetua y no solo ocho años de cárcel por haber cometido el crimen cuando tenía 17 años.