Editorial

ATROPELLO CONSUMADO

La alcaldesa Victoria Espinoza García reaccionó de manera airada y categórica rechazando las afirmaciones que hizo en un evento público en Lima el Ministro del Interior, Carlos Basombrío Iglesias, adelantando su intención de cerrar definitivamente la escuela de la Policía de Chimbote.

La autoridad edil ha señalado que los chimbotanos no van a permitir semejante medida y antes de ello saldrán a las calles a rechazar los caprichos de un Ministro que ha demostrado una vez más que no es un caballero y que no cumple la palabra empeñada ante las autoridades cuando acudieron a su despacho a reclamarle por lo que ya se avizoraba como una pretensión en el cierre de la Escuela de Chimbote.

Precisamente, la burgomaestre ha sostenido que es una verdadera burla que mientras que en nuestro Puerto se suscriben memoriales con la finalidad de sustentar el pedido ante el Ejecutivo para que las promociones que egresen de esta escuela se queden en Chimbote a efectos de reforzar la seguridad ciudadana, en la capital de la república ya se cocine el cierre de la escuela sin que exista fundamento alguno.

En tal sentido, señaló que ante el presunto argumento de la baja calidad de la enseñanza a los futuros Policías, la autoridad edil dijo que ello es de absoluta responsabilidad del Ministerio del Interior por no contratar a los adiestradores idóneos que garanticen una buena formación al personal policial.

Desde ya, este miércoles en la reunión semanal del COPROSEC, que congrega a las principales autoridades y directores de dependencias públicas de la ciudad, este tema del pretendido cierre de la escuela de la Policía será el primer punto de agenda y allí deberán adoptarse los acuerdos que determinen el inicio de una nueva lucha en defensa de los derechos y los intereses de nuestro Pueblo.

Lamentablemente, ministros de la controvertida talla de Carlos Basombrío, quien hasta antes de asumir la cartera ministerial fue solo un analista especializado en temas de seguridad, no son capaces de aquilatar lo que representa la escuela de la Policía Nacional en Chimbote, ni siquiera saben que esta entidad fue rescatada por la sociedad civil después de haber sido cerrada de manera arbitraria, tal y como ahora lo pretende hacer el titular del Interior.

La escuela de Policía es una realidad porque el Gobierno puso como condición para que se implementará que las propias entidades locales promuevan las condiciones necesarias para su funcionamiento, es decir, acondicionar el local y equiparlo de manera conveniente para los fines que tiene.

De allí que fueron  una serie de instituciones, comenzando por los Municipios de Chimbote y Nuevo Chimbote, así como la empresa privada, Siderperú que donó los camarotes, las empresas pesqueras y muchas otras instituciones que donaron el mobiliario que requería la escuela, entretanto que el local fue ampliado gracias al aporte de los Municipios.

La escuela de Policía de Chimbote fue el producto del esfuerzo de la sociedad civil, nace del aporte de todos y del esfuerzo de muchos personajes locales que no cejaron en gestionar el funcionamiento de la entidad que se encargue de la formación de los futuros custodios, más aun cuando ya los niveles de violencia y el crecimiento de la delincuencia demandaban para nuestra ciudad una mayor presencia policial.

Por ello duele e indigna que ahora salga un burócrata que de buenas a primeras anuncie el cierre de la Escuela de la Policía de Chimbote, que ni siquiera se detenga un momento en justificar esta medida, lo único que hace es señalar que se trata de una política del Gobierno para fortalecer la formación en otras escuelas a nivel del país. 

En realidad, hace ya más de seis meses que advertimos que se debería tener cuidado de las intenciones de este Ministro del Interior en razón que no es la primera vez que arremete contra los intereses de Chimbote, que las veces que ha llegado a nuestra ciudad es para presentar apenas a algunos delincuentes vinculados al crimen organizado y cuya gestión es sumamente cuestionada a nivel nacional porque su política no ha representado ni un milímetro de avance en la lucha contra la delincuencia.

Bajo el sugestivo título de “Una Basombriada” en este mismo espacio editorial dijimos el pasado mes de Febrero que había que salir al frente de las pretensiones del Ministro del Interior ante el anunciado cierre de la escuela y ante el consumado despojo de la Jefatura de la Región Policial de Ancash, pues por entonces le había dado al Pueblo de Chimbote la primera patada en el occipucio al disponer que la Jefatura Policial de Áncash pase a formar parte de la Región Policial de Trujillo, en donde estaría el nuevo titular.

Por entonces advertimos que el Ministro era solo un charlatán, que sabía persuadir fácilmente a quienes le reclamaban alguna medida bajo el argumento que se evaluaría como marchaba el nuevo esquema policial diseñado en macroregiones y si no cambiaba nada nos devolvería nuestra región policial, lo que ciertamente no ha ocurrido a pesar que el manejo de la institución tutelar es bluff y solo ha generado que los índices delincuenciales se incrementen.

Sin embargo, a pesar de nuestros temores y de las advertencias que hicimos a las autoridades locales, todos prefirieron dejar el tema tal y como estaba cuando era el momento de insistir y presionar para que se deje de lado esas nefastas intenciones., mas aun cuando ha sido evidente que el cierre de la escuela de Chimbote no tiene nada que ver con la cantidad de profesores ni con la calidad de los mismos, sino que el Gobierno requiere el presupuesto que tiene asignado la Escuela para disponerlo en  la flamante escuela de Policía de Trujillo que recientemente se ha ejecutado y para la cual no se cuenta con los recursos para ponerla en funcionamiento.

Esto en realidad es un atrevimiento que la sociedad civil en su conjunto no  puede ni debe tolerar, ya se ha permitido bastante cuando dejamos que nos lancen una cachetada y se lleven la región Policial a Trujillo, ahora quieren hacer lo mismo con el presupuesto de nuestra Escuela de Sub Oficiales y seguramente, mañana o más tarde, pensarán que podrán hacer lo mismo con otras entidades. Esperemos que las autoridades se pongan ya los pantalones largos, nos siguen meciendo con el tema de la Via de Evitamiento y ahora nos quieren quitar la escuela de Sub oficiales de la Policía. Ya no se puede seguir poniendo la otra mejilla.