Editorial

JUICIO NECESARIO

Poco antes de las fiestas patrias, la Juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, Gabriela Saavedra de la Cruz, aceptó los fundamentos presentados por el Fiscal y declaró que hay lugar a pasar a juicio oral contra el ex gobernador de Ancash, Waldo Ríos Salcedo, por la comisión del delito contra la voluntad popular, en la modalidad de inducción al voto.

Si la memoria no nos traiciona, es la primera vez que una ex autoridad es llevada al banquillo de los acusados para responder por una promesa incumplida o mejor dicho por una falsa promesa electoral que se esgrime en campaña y que lleva a miles de ciudadanos a entregarle un voto de confianza a través de la mentira.

Como se sabe, se trata de la falsa promesa electoral de la entrega de 500 nuevos soles a cada familia ancashina con los recursos del canon minero, propuesta que desde todos los sectores se criticó y se puso en tela de juicio pero que sirvió como un buen “gancho” para sorprender a miles de electores de las zonas más deprimidas, en aquellas zonas en donde no existe manera como hacerles entender que se trataba de un embuste.

Y es que en la misma campaña electoral, en el fragor de los debates públicos, se pudo enrostrar al entonces candidato de “Puro Ancash” que se trataba de una falsa promesa electoral y el mismo Ministerio Público lo exhortó a que deje de ofrecer cosas que no se pueden cumplir, empero, Waldo Ríos jamás prestó atención a los emplazamientos.

Por el contrario, todos somos testigos que lanzó una serie de promesas inverosímiles, como la creación de escuelas regionales, la venta de combustible a precios rebajados, el precio del balón de gas por debajo de los precios comerciales, etc.

El entonces candidato jamás se detuvo a pesar de las denuncias de sus contendores y de la intervención de organismos que supervisan la transparencia de los procesos como la organización “Transparencia” o la Defensoría del Pueblo en donde entendían que esa promesa de la entrega de los 500 soles era un imposible.

Ello porque los recursos del canon minero no se pueden repartir como servilletas en una recepción, por el contrario, ellos están sujetos a una distribución legal, es decir, una repartición que está establecida por la ley, una norma que determina que su destino solo puede determinarse en la ejecución de obras públicas y sus destinatarios no son otros que los Municipios y las Universidades.

De allí que prometer la entrega de 500 soles a las familias más pobres era un vil engaño, los medios de comunicación fuimos los solitarios detractores de esa promesa electoral pero ninguno de los organismos electorales hizo nada para detener una campaña masiva de difusión que realizaba Waldo Ríos en toda la región, en donde llegaba con un mensaje paternalista que dio virtualmente vuelta a la tendencias electorales que se registraban en ese entonces, en las semanas previas a los comicios municipales y regionales del 2014.

Por ello es que el ministerio Público finalmente tramitó la denuncia y abrió la investigación preliminar, primero, luego la investigación  preparatoria y ahora ha conseguido que estos hechos se lleven al banquillo de los acusados en donde los abogados de la defensa tendrán la última oportunidad de sostener casi un imposible, es decir, demostrar que la promesa de los 500 soles no constituye delito.

Ha sido oportuna la decisión de la Juez al derivar este caso al banquillo de los acusados, a un juicio necesario, pues allí será una buena ocasión para que el Ministerio Público demuestre que no solo la falsa promesa de los 500 soles debe merecer una pena de cárcel, también existieron otras promesas populistas y electoreras que tienen ese mismo sesgo y que solo corroboran el accionar delictivo de un candidato que no se detuvo ante nada, tanto así que al llegar a tomar las riendas de la región no se apartó de ese libreto y ahora purga carcelería hasta por los hechos que perpetró antes y que ameritaban un encierro en el Penal en donde se encuentra a la fecha.

PREVENCIÓN INDISPENSABLE

Según se ha anunciado, a fines de este mes se iniciarán los trabajos de descolmatación en el lecho del rio Lacramarca y de provincias vecinas, con la finalidad de prevenir nuevos estragos a consecuencia de un posible fenómeno de El Niño en el otro año.

Este anuncio lo hizo el director de la Autoridad Nacional del Agua- Huarmey – Chicama, entidad, Lucio Estrada Arrasco, quien explicó que luego de varios meses ya se culminaron los expedientes de estos trabajos y ya se cuenta con los presupuestos destinados por Ministerio de Agricultura, donde se han considerado  la limpieza de los ríos Lacramarca, Casma y Huarmey.

Asumimos que estos proyectos serán financiados con los recursos que destinará el gobierno central a través de la autoridad de la reconstrucción con cambios, el organismo creado por el ejecutivo luego de las desgracias registradas por las precipitaciones y desbordes que generó el “Niño Costero” pero que hasta el momento no muestra ninguna medida y menos dispone de financiamiento alguno a través de las autoridades regionales y municipales.

Esto nos hace sospechar que este nuevo anuncio del organismo encargado de dirigir la política de sector en representación del gobierno central, no es más que un saludo a la bandera, una posibilidad que no depende sino de un organismo que hasta el momento no muestra reacción alguna a pesar que las desgracias que padecieron los pueblos del litoral del país ya cedieron hace más de tres meses.

Lo más grave es que existen precedentes que no dicen nada bien del desempeño de los organismos responsables de .la prevención de  desastres, por ejemplo, el fenómeno de El Niño Costero no fue alertado por ninguna organización y, paradójicamente, un año antes se dijo que habrían desgracias climatológicas y se desembolsó millones de soles en obras de prevención y equipamiento que no sirvieron de nada porque el fenómeno atmosférico no se presentó.

Sucede que estos fenómenos son impredecibles, de allí que la prevención es indispensable,  debe ejecutarse de todas maneras, sin que se espere algún anuncio o presagio que ya demostraron que resulta un baldón. Ojalá que este anuncio se concrete.