Editorial

RIESGO INMINENTE

Cuando muy pocos lo habían advertido, la Municipalidad Provincial del Santa efectuó una constatación en dos sectores de Chimbote en donde, tal y como ocurrió en el cono sur, han comenzado a aflorar sobre la superficie aguas de filtración subterránea cuyo origen hasta el momento no ha sido establecido con precisión técnica.

Esto se pudo conocer la semana pasada en el marco de una inspección que realizó la alcaldesa provincial Victoria Espinoza García acompañada por miembros del comité provincial de Defensa Civil, quienes trataron de hallar una explicación a este fenómeno que se pensaba era solo de preocupación en Nuevo Chimbote.

Estas filtraciones se han registrado en la zona industrial del 27 de octubre y en la avenida Camino Real, en donde las aguas del subsuelo ya han formado pequeñas lagunas que están generando serios perjuicios a quienes residen o trabajan por los alrededores.

En el caso de la avenida Camino Real, por ejemplo, existen unas seis cuadras que se han visto perjudicadas en la fortaleza del terreno cuando en ese lugar se está ejecutando una obra de pavimentación y los avances estimados podrían desvirtuarse.

Mientras tanto, en la zona industrial del 27 de octubre se ha observado que toda la franja de terreno ubicada frente a las instalaciones pesqueras y detrás del Terminal Terrestre y el Grifo Santa Luisa, se muestra ahora como una laguna en donde las aguas han avanzado de manera peligrosa hacia la pista de acceso a la avenida Los Pescadores.

Incluso, las autoridades han alertado que estas aguas de filtración han llegado hasta la misma Base Naval de Chimbote y exige que se tomen medidas para impedir que sigan aumentando y dañando a muchas instituciones.

La inquietud de las autoridades no puede ser para menos, más aun cuando no existe una justa explicación a lo que viene sucediendo aun cuando existen hipótesis de trabajo que estarían explicando donde se genera este afloramiento de las aguas subterráneas que puede causar serios inconvenientes si es que no se adoptan medidas inmediatas.

Allí está la mala experiencia que se vivió en el distrito de Nuevo Chimbote como consecuencia de la permanente sustracción de agua por parte de los invasores de tierras en la zona alta del valle de Nepeña, en donde han establecido un riego por gravedad indiscriminado utilizando las aguas del canal principal de Chinecas, el mismo que ha sido destruido en varios tramos para colocar sifones con los cuales llevan grandes volúmenes de agua sin haber medido el peligro que ello representa.

Ello porque esos invasores lo que han buscado es demostrar de alguna manera que vienen trabajando la tierra, que están cultivando y que tienen  algún derecho preferencial para que el proyecto irrigador les adjudique esas parcelas de manera directa, cuando la ley no lo permite porque el procedimiento que se utiliza en estos casos es la subasta pública.

Sin embargo, el accionar imprudente y artesanal que usaron los invasores de estas tierras fue trasladando las aguas que se iban por el subsuelo hacia las partes bajas, acumulándose en la zona de las pampas de Atahualpa en donde se formó todo un bolsón de agua que amenazó en determinado momento con llevarse de encuentro la carreteras Panamericana Norte y hasta la garita de peaje que existe en la zona.

Esto a despecho que desde hacía unos años antes el alcalde de Nuevo Chimbote, Valentín Fernández Bazán, durante sus dos primeros años de gestión, advirtió que se estaban acumulando aguas de filtración y llegó hasta la quebrada de San Antonio para demostrarlo, pues cavando unos metros de profundidad se podía encontrar agua que nadie entendía como estaban allí, pero desde entonces se señalaba que procedían de las filtraciones generadas por el riego indiscriminado de los posesionarios.

Ni siquiera la intervención del Ministerio Público para admitir la denuncia del proyecto Chinecas contra estos invasores por la toma ilícita de agua del canal principal pudo poner punto final a ese escenario pernicioso en la zona de Atahualpa, inclusive, solo cuando la carretera Panamericana se vio amenazada es que las autoridades y el mismo proyecto Chinecas se vieron obligados a tomar medidas y la más aparente e inmediata era la ejecución de un dren que permita llevar esas aguas subterráneas que estaban aflorando hacia el mar y de esta manera descargar el enorme bolsón de agua que existía en ese lugar.

Incluso, no se puede olvidar que las zonas áridas de las pampas de Atahualpa comenzaron a reverdecer en la zona de acceso al Balneario del mismo nombre y ello fue consecuencia de la presencia de las aguas de filtración que llegaron, en determinado momento, a formar una laguna en este lugar.

Lo cierto es que el dren construido por Chinecas y que ahora se ha convertido en un riachuelo que suele ser un lugar apacible para los veraneantes en los primeros meses del año, fue una solución que con el transcurso de los meses ha paliado el problema de las filtraciones en la zona, aun cuando no lo ha solucionado del todo.

Ahora se aprecian nuevas zonas de filtración en la parte lateral del aeropuerto “Jaime de Montreiul” que en un determinado momento amenazaron la pista de aterrizaje, lo que quiere decir que aún existe un problema por resolver también en ese sector.

Es importante que la alcaldesa Victoria Espinoza se haya desplazado a la zona del 27 de octubre y camino real luego de conocer las zonas de filtraciones, se estima que ellas responden a los desbordes registrados en marzo ultimo a consecuencia del Niño Costero y la ejecución de trabajos deficientes en el encausamiento del Río Lacramarca, de tal suerte que ha permitido la fuga de agua hacia las zonas laterales que ha conllevado a esta suerte de afloramientos que ponen en peligro obras e instalaciones públicas y privadas.

Asumimos que en el curso de los próximos días se confirmará las razones técnicas de estas filtraciones sorpresivas en la zona de Chimbote, de antemano ya la burgomaestre ha verificado que los trabajos de encausamiento ejecutados por la autoridad agraria han sido deficientes, dejan entrever una suerte de coladera en los mismos y ello explicaría porque afloran ahora las aguas del subsuelo en algunos sectores de la ciudad. Es evidente que las autoridades deben adoptar medidas inmediatas, filtraciones como estas representan un riesgo inminente que se debe disipar lo más pronto posible.