Editorial

Editorial: ::: UN PASO EFECTIVO :::

Pese a los muchos cuestionamientos que recibió en su momento, ahora el Gobernador Luis Gamarra Alor podrá decir a sus detractores que no se equivocó al retirar al ex gerente de la Sub Región Pacífico al advertir que el único encargo que le había impuesto, es decir el reinicio de las obras paralizadas, no avanzaba absolutamente nada.

Ello porque el nuevo funcionario ha conseguido viabilizar estos trabajos y desde la semana pasada, después de cinco años, el gobierno regional ha podido retomar los trabajos en algunas obras de la provincia del santa así como de la zona sierra, concretando de esta manera uno de los anhelos de muchos pueblos que ya se encontraban resignados a no contar con la obra de colegios, postas médicas y otras abandonadas por el ex presidente regional César Álvarez Aguilar, el año 2013.

Y es que a las iniciales obras de dos colegios ubicados en San Jacinto y Nepeña, la semana pasada el gobernador Luis Gamarra encabezó la ceremonia de reinicio de los trabajos en la obra de construcción de pistas del barrio San Pedro, que fue una de las tantas obras abandonadas por la funesta gestión de Álvarez Aguilar.

La obra está presupuestada en 11 millones de soles y se quedó en solo un 40% de avance hasta que las ilícitas movidas de los funcionarios de entonces, aquella de sustraer los presupuestos de obras ya iniciadas para financiar el inicio de otras que no tenían respaldo financiero alguno, las llevó a quedar paralizadas desde entonces.

He allí el mérito de la corta gestión de Luis Gamarra Alor, pues antes que asuma la gobernación han pasado hasta tres gobernadores regionales, uno transitorio y dos titulares, ninguno de los cuales pudo ni siquiera mover un ladrillo para que se retomen estos trabajos a pesar que contaban con presupuesto como producto del canon minero.

Recordemos que cuando fue encarcelado César Álvarez, asumió la presidencia regional Zenón Ayala y en su gestión de solo seis meses solo se preocuparon de concluir las obras casi terminadas, un avance tibio y obvio.

Luego llegó la dupla conformada por Enrique Vargas Barrenechea y Waldo Ríos Salcedo, dos ex gobernadores que en estos momentos se encuentran encarcelados por diferentes delitos pero cuya gestión fue para el olvido, no se hizo absolutamente nada con las obras paralizadas, ni siquiera se intentó retomarlas, lo único que se preocuparon fue en colocar a funcionarios y gastar los pocos presupuestos en compras que han dejado más de un chicharrón porque se ha establecido que estaban sobrevalorizadas.

Por ello es que Luis Gamarra ha rescatado este aspecto olvidado pero indispensable cuando se trata de reactivar la economía de la región, de generar puestos de trabajo no solo para los gremios de construcción civil sino para los pobladores de la zona donde se ejecuta la obra que tienen la oportunidad de participar en la misma.

Lo más importante es que para retomar los trabajos se requiere de gestión, de convocar a los empresarios y de llegar a acuerdos relacionados con sus valorizaciones pendientes y con los intereses generados desde aquella época, y, el gobernador ha señalado que ya se ha conseguido transar con 5 empresas que en el curso de estos días deben estar retomando los trabajos y no deben terminar hasta entregar la obra.

Pero además de ellas, hay otras 15 obras que están habilitadas para poder retomarse de las 35 que ha encontrado la adminidsytración de Gamarra como paralizadas desde la gestión de César Álvarez, lo que demuestra que, de concretarse esta primera etapa establecida por la gobernación, la economía de Ancash observará un avance porque estos trabajos definitivamente que reactivan los capitales de cualquier jurisdicción.

Esto lo ha dado a conocer el gerente regional de infraestructura del gobierno regional de Ancash, Ingeniero Héctor Gilberto Falcón Jara, quien ha dado a conocer que de las 20 obras aptas para ser habilitadas, se ha podido establecer contacto con los empresarios para llegar a convenios que permitan su reinicio en el más corto plazo, mientras que las otras 15 obras se encuentran judicializadas, lo que quiere decir que su reanudación ya no depende únicamente de la voluntad del Gobernador sino que está sometida a un procedimiento en el cual se puede conciliar pero ya en otros términos.

El funcionario ha sido claro en señalar que los recursos destinados a financiar la culminación de estos trabajos están debidamente presupuestados y garantizados, no existe una aventura funcional de relanzar obras que no tendrán respaldo porque el objetivo ahora es concluir estos trabajos y pensar en los nuevos proyectos.

Sin embargo, esta otra parte de la gestión de Luis Gamarra ya se puso a caminar, tanto así que el gobernador ha anunciado nuevos proyectos en la zona sierra y en Chimbote ha tomado el enrocado de Miramar y proyectos de saneamiento de Nuevo Chimbote para ejecutarlos en el plazo que involucre no solo la transferencia de unidad ejecutora sino la actualización de los estudios que sustentan proyectos que estaban pendientes de ejecución desde hace muchos años.

Lo que está haciendo el Gobernador Luis Gamarra es echar mano a los presupuestos que tiene la región y que están destinados a la ejecución de obras públicas, no está dispuesto a mantener ese dinero en los bancos como ha sucedido hasta la fecha y ello solo como consecuencia de la incapacidad de gestión y de manejo gerencial por parte de sus antecesores.

Es evidente que esa es la enorme diferencia que existe entre el actual Gobernador con quienes lo antecedieron y confirma que, al margen de las polémicas que han generado muchas de sus decisiones, la política de trabajo de Gamarra Alor es eminentemente técnica, es un profesional que conoce de gestión pública y la reactivación de las obras y el inicio de proyectos nuevos demuestra que tiene la firme intención de sacar a Ancash de la postración en la que se encuentra desde hace cinco años atrás.

No solo los pobladores de San Pedro deben haber celebrado la semana pasada, miles de ancashinos tienen que haber respirado con tranquilidad luego de comprobar que después de muchos años, las obras paralizadas se reinician y que la marcha de la región mejora tras la época sinuosa que nos tocó vivir.