Está internada y requiere especialistas:
Tiene 27 años y un hijo de 10 que está bajo su responsabilidad. Por alguna inexplicable razón tomó veneno el último 4 de agosto y desde esa fecha languidece en una cama del Hospital La Caleta, porque la única opción para salvarla, dada las graves quemaduras que han sufrido sus órganos, es llevarla a un Hospital de Alta Complejidad en Lima.
Se trata de Fiorella Milena Lázaro Rodríguez (27) quien el último viernes 4 de agosto llegó desde su vivienda en el sector de Tupac Amaru en Lacramarca Baja, agonizando luego de haber bebido grandes cantidades de veneno. Los médicos del Hospital la atendieron pero al día siguiente la mandaron a su casa.
El domingo 6, Fiorella Lázaro Rodríguez volvió a ingresar por emergencias y le volvieron a dar de alta, pero el miércoles 9 de agosto volvió porque se quejaba de fuertes dolores. Sus familiares denunciaron que cómo era posible que la den de alta, si no estaba curada.
Ayer seguía internada en una cama del hospital de los pobres y sus familiares clamaban ayuda para llevarla a Lima y puedan salvarle sus órganos. Según información médica, se quemó parte del esófago, sus riñones, el hígado y un pulmón y necesita una transferencia a Lima.
Fiorella Lázaro permanece con un respirador artificial y cualquier ayuda o gestiones pueden hacerla llegar al propio Hospital, pues sus familiares la acompañan caso todo el día en forma escalonada. No se explican porque tomó la mala decisión, que puede dejar huérfano a su hijo de 10 años.