Editorial

EDITORIAL :: LA CONTRALORÍA CON CAMBIOS ::

La semana pasada estuvo en Chimbote el Contralor General de la Republica, Nelson Schak Yalta, con la finalidad de reunirse con autoridades y dar a conocer las nuevas directivas que se han dictado a nivel nacional a efectos de fortalecer la acción de fiscalización con miras a la ejecución de obras del programa de reconstrucción con cambios que ha emprendido el gobierno.

El Contralor se reunió con varias autoridades locales y con todos los profesionales que forman parte de las Oficinas de Control Institucional de las entidades públicas, llámese de las direcciones regionales como de las reparticiones de los Ministerios, los cuales deben tener una acción protagónica en lo que se refieren al control del gasto público.

Justamente, esto último será la clave del accionar de la Contraloría General de la República en esta nueva etapa que comienza a vivir el país para levantarse de la desgracia que le tocó vivir en los primeros meses del año cuando las lluvias, desbordes y huaicos provocados por el “Niño Costero” asolaron muchos pueblos, especialmente en la región Áncash.

Por ello es que, para que no quepa duda alguna, el Contralor llegó con la finalidad de sentar las bases del accionar que emprenderá a partir de la fecha, es decir, para precisar que el control que se hará en esta etapa de reconstrucción con cambios será previo, simultáneo y posterior con el objetivo principal de evitar los casos de corrupción.

Y es que la tarea ya no será solo de persecución, es decir, de llegar cuando el acto delictivo ya está consumado, sino que el accionar buscará prevenir los manejos indebidos y adelantarse a alguna irregularidad para los efectos no solo de impedir el derroche de los recursos sino de evitar que los protagonistas del gasto caigan en ilicitud,

Para ello la Contraloría estará monitoreando permanentemente los proceso de selección, advertirá el problema y exigirá a los empresarios o funcionarios que corrijan los errores y se hagan las cosas bien y cuando se observe la voluntad manifiesta de pretender incumplir la ley, solo entonces se emitirán los informes respectivos a efectos que el Ministerio Público formule las denuncias correspondientes.

Aun cuando el Contralor no lo ha dicho pero en esta oportunidad la Contraloría está dispuesta a darle la oportunidad al oportunista y avisado que pretende sacar ventaja con el dinero de todos los peruanos, planteará una suerte de “guerra avisada no mata gente”, de tal suerte que si es que a pesar que los auditores advierten manejos oscuros y no se corrigen cuando les notifican de ellos, entonces no habrá contemplaciones con ellos.

Y es que en esta oportunidad el órgano de control no solo tiene la intención de husmear con la finalidad de perseguir a quien incurre en grave irregularidad, por el contrario, ha implementado una política de profilaxis dentro de la administración pública a efectos de reducir la posibilidad de corrupción ahora que se han destinado miles de millones de soles para esta labor de reconstrucción en todo el país.

Esto quiere decir que la Contraloría ya no quiere ser, por lo menos en esta fase de reconstrucción, el organismo en donde recalen las denuncias de corrupción, pretende adelantarse a las eventuales conductas dolosas y convertirse en un organismo de engranaje que permita superar los errores y defectos.

Por ejemplo, a su llegada a Chimbote ha recibido de la alcaldesa provincial una serie de quejas relacionadas con los trabajos de descolmatación que ha ejecutado el PSI, que es un organismo adscrito al Ministerio de Agricultura, en el lecho del río Lacramarca, en donde se han detectado irregularidades en el cumplimiento de las fichas técnicas aparentemente para sacar ventaja de los presupuestos, así como en la entrega de los módulos de vivienda que en nuestra provincia no habrían beneficiado a quienes han resultado damnificados de los desastres naturales.

Normalmente, la contraloría no recibiría esta clase de quejas en la medida que solo ejerce labor de control y más aún cuando la autoridad edil le pedía que se lleve estas taras a los Ministros de Agricultura y Vivienda a efectos que se tomen los correctivos necesarios, sin embargo, en esta oportunidad el objetivo de la Contraloría busca que mediar en el conflicto y superar los errores a efectos de dar la oportunidad a que ellos se corrijan,

Por ello es que el Contralor ha recibido los informes de la autoridad edil y los evaluará con intervención de profesionales de su institución a efectos de trasladarlos a los Ministros competentes con las recomendaciones del caso, las cuales estarán centradas en señalar las deficiencias y adoptar los correctivos antes de dar paso a una investigación por presuntos malos manejos.

De allí que la acción de control llega en esta oportunidad con un nuevo talante y con interesantes iniciativas, como aquella relacionada con la veeduría ciudadana como un efectivo mecanismo de colaboración con los organismos de control, pues se encargará a una persona intachable, propuesta por la propia comunidad para los efectos de tener la libertad y las atribuciones necesarias como para vigilar la ejecución de una obra.

Es evidente que la Contraloría no quiere ser más un convidado de piedra en materia de gasto público, menos aun cuando se inicia una fase en la que se manejarán millones de soles y cuando existen algunas situaciones que deben revertirse como la lamentable indiferencia que mostró hace algunos años atrás cuando se engendró en Áncash una red de corrupción y el organismo de control no hizo una sola denuncia.

Esto es parte de la historia negra de Ancash y contiene una histórica deuda de la Contraloría para con nuestra Región, la complicidad del organismo de control en aquellos años fue manifiesta, solo después de la caída de la red de corrupción la Contraloría se animó a intervenir la Región y revisar los expedientes, jamás hizo nada a pesar que fuimos pocos medios de comunicación los que denunciamos la corrupción y nos expusimos a las vindictas de la mafia de aquel entonces.

Por ello es gratificante escuchar ahora al Contralor anunciar la nueva política de control que se establecerá en Áncash y en todas las regiones en donde se pondrá en marcha la reconstrucción del país, confiamos en que establecerá la diferencia frente a procesos anteriores y confiamos en el éxito de su labor pues hay que tener la esperanza que no solo tendremos una Reconstrucción con Cambios sino que debe ir acompañada de una Contraloría también con cambios.