CHACALES
Tal como se preveía, anteanoche, al promediar las 10.00 pm., culminó la maratónica audiencia continuada convocada por el juez Jorge Chávez Tamariz para evaluar la condición jurídica de los integrantes de la red criminal conocida como “Los Chacales del desierto”. Finamente, el magistrado confirmó la orden de prisión por especio de 36 meses para 26 de los 27 investigados que solicitó el Ministerio Público, cifra que en la víspera se había reducido de 35 a 27 en razón que hay ocho personas que fueron capturadas en el operativo Policial “Tornado”, que se acogieron al beneficio de la colaboración eficaz y ofrecieron testimonios y pruebas de la existencia de la organización criminal. En realidad, se trata de personas que solo han apelado a la lógica y la razón, si saben que ya están virtualmente perdidos y muchos de ellos se han visto envuelto en estos menesteres por obligación o amenaza, entonces lo mejor es someterse a los beneficios procesales a efectos de obtener alguna ventaja, como en este caso se les exime de una medida de prisión. Ahora el Ministerio Público se encargará de aportar todas las pruebas necesarias respecto a esta mafia que se engendró, aunque parezca increíble, en las propias oficinas de la Municipalidad Provincial de Santa, cuando un ex funcionario que caminaba de la mano con un sujeto del lumpen, vieron que el manejo de los lotes de terreno en la zona de expansión de Nuevo Chimbote podría rendirles pingües ganancias, por ello promovieron toda una red criminal con la finalidad de traficar con ellos, de venderlos al mejor postor y luego despojarlos a humildes familias para revenderlos a otros. Obviamente que planteado de esta manera el negocio delincuencial, se chocaron con gente que se resistió a este tratamiento delictivo y allí entraron a tallar los sicarios, mataron alevosamente a humildes trabajadores y hasta dirigentes. Hoy tiene que pagar con creces todo lo que hicieron.
CONTROL
Mientras que las autoridades se desviven porque se inicie de una buena vez los trabajos de descolmatación de los principales ríos de nuestra jurisdicción a efectos que las próximas lluvias de temporada no nos encuentren desguarnecidos, en los organismos de control se encuentra las razones por las cuales existen clamorosas demoras y dilaciones. Por ejemplo, la contraloría general de la república acaba de informar que ha identificado hasta 136 riesgos en los procesos de contratación de empresas para que realicen los trabajos de descolmatación, entre ellos el que tenía como objetivo el contrato para la elaboración de ficha técnica definitiva y posteriores labores de descolmatación en el Río Casma, informando que se han identificado hasta 3 riesgos en el proceso de selección de la empresa ejecutora, los que consisten en postores sin experiencia requerida, omisión en las bases, postergaciones en el proceso de selección y falta de un enfoque integral en gestión de riesgos. Este es el resultado del control simultáneo que ha puesto en marcha la Contraloría y lo que busca es evitar que estos trabajos se ejecuten y luego se lamente que se hicieron mal debido a estas fallas cuya naturaleza debería ser analizada por la misma contraloría pues nos parece que no son solo ligerezas o fallas involuntarias.
LIGEREZA
Lo que ha sucedido la semana pasada en Huarmey es producto de la irresponsabilidad y la ligereza de muchos jóvenes y adolescentes que no saben medir la gravedad de sus actos. Tres menores de edad que acudieron a una pollada decidieron dar un largo paseo y de buenas a primeras se subieron a un ómnibus que se dirigía a Lima sin decirle nada a sus padres que, cuando advirtieron que no llegaron a sus domicilios comenzaron a buscarlas y denunciaron su desaparición. Toda una psicosis se vivió en la vecina provincia, la población entera las buscaba, se tejieron una serie de versiones y corrieron mil rumores respecto su paradero, se hablaba de secuestros, sacrificios, explotación, etc., etc., lo cierto es que las menores fueron halladas en la capital de la república hasta donde llegaron con la finalidad de conocer la gran capital y dejaron en ascuas a todo un pueblo que ya pensaba que había pasado lo peor. Ya nos imaginamos la cara de esos progenitores que pasaron noches en vela y luego se enterarían que todo no eras más que una “travesura” de sus hijas”.