Editorial

EDITORIAL :: OBRAS ANHELADAS ::

En medio de la algarabía de un pueblo que se pensaba olvidado y postergado, el pasado fin de semana el Gobernador Regional Luis Gamarra Alor colocó la primera piedra de lo que será el futuro Complejo Deportivo de este populoso barrio, así como emprendió el enrocado de la bahía en la parte que corresponde a este mismo Barrio así como la Florida y otros.

Seguramente que muchos escépticos vecinos de la zona no podían dar crédito a lo que estaban viendo sus ojos, empero, la realidad indica que por fin una gestión regional se acordó de un problema medular en la zona de Miramar, un problema tan viejo como la vida misma de Chimbote, una secuela del crecimiento y del desarrollo industrial que dejó serias secuelas, una de las cuales fue la erosión de la bahía y la pérdida de muchos predios, entre ellos el viejo campo de futbol de Miramar.

Precisamente, allí en donde surgieron muchos futbolistas de antaño, en donde muchas generaciones le dieron a la pelota y que en su tiempo fue un semillero de gratas revelaciones en el futbol, el campo de Miramar se convirtió desde hace algunos años en un hoyo de tierra en el que la gente comenzaba a lanzar desperdicios y que en las épocas de oleaje se convertía en una enorme piscina de aguas del mar mezcladas con aguas servidas.

Todo un foco de proliferación de insectos que hacían mucho daño a la salud de niños, ancianos y mujeres, un padecimiento que se extendía a muchas viviendas y calles de este populoso Barrio de Miramar, las enormes olas no solo generaban el bloqueo de las redes de agua y alcantarillado sino que fueron diezmando poco a poco muchos edificios.

Muchos ni siquiera llegaron a ver el edificio del Sindicato de Transportistas que estaba ubicado en el jirón estudiantes, pues así como aquel inmueble muchos otros desaparecieron, entre ellos la enorme infraestructura del Colegio “República de Francia”, el mismo que tras ser constantemente golpeado por los oleajes debió ser declarado inhabitable y ya ha sido totalmente derruido.

Por ello es que desde hace muchos años los pobladores de Miramar, La Florida y otros pueblos costeros demandaron el enrocado para protegerse de los oleajes y las inundaciones que han generado todo este tiempo, necesitaban una defensa costera similar a la que existe en el malecón Grau desde la primera cuadra hasta la mítica Plaza Grau, antes llamada 28 de Julio que llegó a ser destruida por el oleaje y la erosión del mar.

Esta antigua y tradicional plaza de Chimbote, ubicada con frente al Hotel de Turistas fue recuperada y remodelada por la Municipalidad Provincial del Santa, en una notable gestión del entonces gerente de Obras Roberto Briceño Franco, quien emprendió por entonces una serie de proyectos que le dieron brillo y prestancia  nuestra ciudad.

Lamentablemente, las diferentes autoridades y administraciones públicas posteriores no hicieron nada por los vecinos de Miramar, especialmente el Gobierno Regional que, por la envergadura de la obra, debería ser quien la financie y por ello en la administración del hoy preso César Álvarez Aguilar se habilitó el proyecto mas no se cumplió la promesa que se le hizo a los pobladores de ese lugar.

Desde entonces muchos gobernadores y muchos funcionarios han pasado por la región Ancash, muchos de ellos lanzando cada promesa y cada propuesta, una más audaz que la otra, empero, jamás lo hicieron, ni siquiera a despecho que desde el año 2007 el gobierno regional acumuló millones de soles como producto del canon  minero, sin embargo, ya se sabe cómo fueron despilfarrados por la corrupción.

Empero, cuando ya algunas familias costeras de Miramar venían siendo asediados por las autoridades para que se reubiquen a otras zonas más seguras, la llegada del Ingeniero Luis Gamarra Alor como Gobernador encargado parece haber sido providencial para ellos en la medida que ha emprendido una serie de proyectos que no solo están reactivando la economía de Ancash, sino que están haciendo realidad muchas obras que fueron paralizadas y abandonadas, así como se emprenden una serie de proyectos nuevos que hablan bien de la gestión que realiza en estos primeros ocho meses en el cargo.

Ya se ha visto como el Gobernador encargado ha podido encausar una serie de obras que se dejaron paralizadas en la gestión de César Álvarez, las que fueron victimas  del carrousel aquel que las llevó a perder su presupuesto para que se liciten otras que terminaron de la misma manera.

En todos esos cinco años las autoridades que pasaron por la Gobernación de Ancash fueron incapaces de poder reactivar estas obras, dejaron que se deterioren a la intemperie, de allí que ha sido más difícil y complicado retomarlas, sin embargo, esta gestión lo ha conseguido y no solo está terminando esas obras abandonadas sino que ha comenzado a ejecutar otras.

Justamente, al iniciarse el año el gobierno regional ha anunciado que existen 47 proyrecvtos que se lanzaron al margen de las 40 obras que ya se iniciaron en toda la región y si es que existe alguna duda al respecto ha invitado que se visite el portal del Seace en donde aparecen los procesos de licitación que se han emprendido.

Es evidente que el Gobernador encargado no ha optado por el camino de la incapacidad e ineficiencia de sus antecesores, aquellos que colocaron a Ancash en el triste ultimo lugar en materia de inversión y cuyos índices de desarrollo fueron los más pobres a nivel de todo el país, como lo dio a conocer el Ministerio de Economía y Finanzas.

El inicio de la obra en Miramar representa mucho para los chimbotanos y ancashinos, se trata de un megaproyecto que se complementa con el enrocado que fueron dos obras anheladas desde hace muchos años por los pobladores de la zona, no solo terminará con los terrales y basurales que se acumulan en ese sector, no solo terminará con las a angustias de los vecinos que muchas veces ni dormían por los oleajes, ahora tendrán una infraestructura que le otorgará otra imagen y visión para una zona tan emblemática de Chimbote como es el barrio Miramar. Creemos que no hay otra cosa que celebrar como lo hicieron los pobladores de Miramar el pasado fin de semana.