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REACCION

El escándalo de la última semana que pasó estuvo relacionado, qué duda cabe, con el audio en el cual se escucha al regidor opositor Javier Estrada Rodríguez, negociando con el propietario de un establecimiento público que había sido clausurado, para que interponga sus buenos oficios y se le permita reabrir sus puertas, obviamente a cambio de dinero. Ocurre que esta gravísima denuncia trascendió a través de este audio que fue propalado inicialmente por las redes sociales y recogido por los medios de comunicación de la localidad, empero, la reacción elemental y certera la mostró el Ministerio Público que, por fin, ha procedido conforme a sus legales atribuciones. Y es que la ley establece que cuando se conoce un hecho presuntamente delictivo a través de cualquier medio, el Fiscal de turno debe proceder de inmediato a disponer el inicio de una investigación preliminar, debe ordenar el inicio de diligencias inmediatas a efectos de preservar que se mantenga las huellas del delito y emplazar a los involucrados a que expongan lo que más les favorezca y desvirtúen su implicancia en los hechos. Esto es lo que en Derecho se conoce como “noticia criminis”,  la existencia de un presunto hecho delictivo que llega a conocimiento del Ministerio Público y que, tratándose de un hecho en el que están involucrados funcionaros públicos, se debe actuar de inmediato para garantizar un debido proceso contra los involucrados. Y es que así como en esta columna hemos sido permanentemente críticos con los Fiscales de este distrito judicial, al extremo que hemos destacado permanentemente el accionar similar en estos casos en la jurisdicción de Huaraz, en esta ocasión somos hidalgos en reconocer que el Fiscal Carlos Zárate ha reaccionado con la diligencia y premura que dispone la ley, no ha esperado que algún regidor o que algún medio de comunicación recoja la denuncia y ha procedido a iniciar una pesquisa con el contenido del audio que se propaló en las redes sociales. Su accionar ha sido tan certero que ha dejado sin piso al denunciado que el último viernes, ante la difusión de hechos que los descubren en tratos ilícitos, ha ensayado una coartada realmente pobre y banal, ha pretendido señalar a presuntos culpables de una supuesta campaña de desprestigio en su contra, perdiendo la oportunidad de poder levantar los cargos, incluso, cuando los periodistas le peguntaban sobre el fondo del asunto y Estrada siempre se fue por la tangente. Ahora deberá responder al Ministerio Público al cual deberá llegar con otros argumentos si es que no quiere salir bien librado de estas candentes acusaciones de tráfico de influencias y cohecho.

VAN TRES

Luego de conocerse esta denuncia alguien recordó que los predios de la Municipalidad Provincial el Santa fueron el terreno propicio para los escándalos en la gestión de la alcaldesa Victoria Espinoza García, aun cuando cierto es que ninguno de ellos le salpicó. Y es que primero fue el ex jefe del comité provincial de Defensa Civil, Juan Carlos Cam Bernuy, quien fue denunciado también después de difundirse un audio en el que se le escucha negociando la entrega de un certificado de habilitación para un establecimiento nocturno. Cam no solo fue despedido de inmediato del Municipio sino que ha sido condenado por la justicia a una pena suspendida que se viene ejecutando. Luego fue el caso del ex ejecutor coactivo Adolfo Varas Vásquez, que fue detenido en una celada promovida por el Ministerio Público tras la denuncia de un transportistas que lo acusó de pedirle dinero para que levante una infracción, Varas ha sido condenado a cinco años de cárcel, se encuentra en el Penal de Cambio Puente y ha apelado su sentencia. Ahora se conoce esta grave denuncia contra el regidor Javier Estrada Rodríguez que, a diferencia de los dos casos anteriores, no forma parte de la gestión de la alcaldesa sino que, curiosamente, es uno de sus opositores que se llenaba la boca denunciando casos de corrupción, ahora está en la otra vereda.

BOOMERANG

Lo curioso es que Javier Estrada ha sido uno de los regidores que se ha empeñado en fiscalizar la gestión de la alcaldesa Victoria Espinoza, ha denunciado varias irregularidades, algunas de las cuales llegaron al Ministerio Público pero ninguna de ellas ha prosperado. No será la primera vez que alguien que enarbola las banderas de la moralización y la lucha contra la corrupción termina envuelto en la misma teleraña sino habría que preguntarle a César Álvarez en la época que fue regidor de la misma comuna provincial se autocalificó como “el Poppy chimbotano”. Remember o no remenber.