Los peruanos hemos sido, una vez mas, despechados testigos de un nuevo capítulo aciago de la política nacional cuando al promediar la hora del almuerzo, anteayer miércoles, el Presidente de la Republica emitió un mensaje de la nación para dar a conocer al país, nada menos que su renuncia al cargo,
No había ocurrido esto sino hace dos décadas atrás, cuando el ex presidente Alberto Fujimori envió al país, vía fax, su carta de renuncia agobiado y asediado por el escándalo de corrupción que se generó con la difusión de los “Vladivídeos” que mostraron en toda su repudiable dimensión, la costra de corrupción que se había tejido desde el ejercicio del poder en la década del 90.
De allí que miles de peruanos, cuyas edades frisan de la base cuatro para adelante, ya saben lo que viene más adelante con esta renuncia del Presidente Pedro Pablo Kuczynski que no sorprende a nadie, que no genera mayores sorpresas y menos espanto, por el contrario, era lo menos que es esperaba de un hombre que le mintió al país para ocultar su manejos oscuros y sus vínculos con la corrupta empresa Odebretch y que se enredó en una maraña de negociados para impedir que lo saquen del cargo.
Los peruanos no se sorprenden porque Kuczynski debió irse del cargo el pasado mes de Diciembre, era un político que estaba ya descalificado y desacreditado, sus manejos de negocios vinculados al poder fueron tan chocantes que ya nadie daba nada por este Presidente que le había mentido descaradamente no solo a quienes le endosaron su voto sino a todo un país que esperaba mucho más de un tecnócrata.
Pero si la dimisión de Fujimori el año 2000 tenía su antecedente en unos vídeos de la corrupción, ahora que han transcurrido 18 años los mismos políticos parecen no haber aprendido la lección y son otros vídeos de escándalo los que motivan la anticipada abdicación de un jefe de estado que ya no gozaba siquiera del respaldo de su propia bancada en el parlamento nacional.
Ello porque los videos mostrados por los congresistas de Fuerza Popular pusieron de manifiesto todo lo que se hablaba y especulaba en los corrillos políticos, el negociado de los votos de congresistas al más puro estilo montesinista, comprando conciencias a través de obras y nombramiento de funcionarios, traficando influencias de la manera más descarada que alguien se pueda imaginar.
Fue el congresista Moisés Mamani, de las filas de Fuerza Popular, quien se encargó de grabar a sus colegas disidentes de su agrupación., bienvenido Ramírez y Guillermo Bocangel, así como al mismo Kenyi Fujimori, cuando tratan de convencerlo que se pase a las filas de los renunciantes y vote a favor del rechazo a la vacancia para obtener una serie de privilegios que a ellos ya les otorgaron.
Tan descarada es la manera como se expresaba el congresista Bienvenido Ramírez cuando relataba como es que se había beneficiado con su voto en el congreso y como lo llevaron a almorzar con el propio Presidente de la Republica para sellar un acuerdo que no solo le permitía llenarse los bolsillos de manera deshonesta sino ganar poder e influencia en su región, exhortándolo a que haga lo mismo.
Estas grabaciones alcanzaron también a un funcionario del Ejecutivo, quien se presentaba como una suerte de enganche entre el Gobierno con los congresistas y ofrecía porcentaje de obras a cambio que se pasen a las filas del oficialismo, un sujeto que fue inmediatamente destituido por la Primera Ministra pero cuyo accionar no se borrará jamás de la memoria de los peruanos porque de esa manera corrupta se manejaron los intereses del país.
Obviamente, quienes lo hicieron ya no tenían espacio en el manejo del Gobierno, ya no resistían análisis ni evaluación alguna y solo quedaba el camino de la renuncia porque, de todas maneras, el Congreso vacaría a Kuczynski al día siguiente.
Sin embargo, lejos de hacer un “mea culpa”, de reconocer que hubieron errores y excesos, el Presidente Kuczynski mantuvo esa terca línea de rechazo a los cargos incriminatorios y errores que era evidentes y que lo llevaron al hoyo del cual ya no pudo salir, por el contrario, pretendió culpar al Congreso de esta situación cuando el único culpable de la crisis gubernamental era él.
Nadie ha inventado esas imágenes que todos hemos visto tratando de comprarse votos en el congreso, nadie ha inventado sus vínculos y relaciones subterfugios con la empresa Odebretch, nadie ha inventado el conciliábulo que hubo para que sancione el indulto al expresidente Fujimori, todo ello es parte del prontuario que hoy debe afrontar el renunciante presidente de la república y que, irremisiblemente, derivan en juicios penales en su contra.
Ya el Ministerio Público ha iniciado una investigación en torno a los vídeos de la compra de votos en los cuales se le menciona como promotor de estas conjuras corruptas, sin embargo, es la misma Fiscalía la que ha avanzado la pesquisa en torno a los negociados con la empresa Odebretch y, como consecuencia de ello, ha solicitado al Poder Judicial una orden de impedimento de salida del país para los efectos que pudiera imposibilitar que perturbe la investigación o fugue del país.ÂÂ
Esta es la penosa realidad en la que se encuentra el renunciante Presidente de la República, no tiene más derrotero que afrontar las investigaciones fiscales y demostrar, si es que en realidad puede hacerlo, que no ha traficado con influencias en el ejercicio del poder y que no ha negociado de manera descarada los votos que le permitieron sortear un primer pedido de vacancia y cuando pretendía hacer lo mismo en una segunda vacancia.
Parafraseando al destacado escritor colombiano Gabriel García Márquez, es no es más que la secuela de la “crónica de una muerte anunciada”, el saliente Pedro Pablo Kuczynski había perdido legitimidad y calidad moral para seguir al frente del país, lo que todos esperamos es que esta nueva crisis no le gire nuevamente una enorme factura de perjuicios al país, por el contrario, alentemos porque la continuidad democrática se encause y apoyemos al primer vicepresidente Martín Vizcarra quien debe prestar juramento el día de hoy viernes y en las siguientes 72 horas debe presentar a su primer gabinete. La vida continúa pero que la experiencia nos enseñe a rechazar estas repudiables maniobras políticas y delictivas, que la corrupción no se haga mas espacio en nuestro país. Escuchemos el mensaje de esta tétrica novela.