Médicos no lo asisten por falta de especialistas:
Carlos Salazar Calderón ayer en clínica San Pedro, donde se quejó de no haber sido atendido adecuadamente.
En estado crítico, se encuentra el motorista Carlos Salazar Calderón (62), quien fuera internado con graves quemaduras de tercer grado, desde el pasado 9 de abril en la clínica San Pedro, y hasta ahora su estado de salud ha empeorado, según informaron sus amistades.
Este accidente ocurrió luego que se rompiera una cañería de aceite de la caja cuando estaban entrando a Puerto y se incendió la sala de máquina y el motorista expuso su vida para que la lancha no se queme y puedan salvarse los demás pescadores.
Lo preocupante es que tienen que hacerle un raspado porque la carne ya despide un olor fétido de sus brazos, que es la parte más afectada, está cubierto con vendas sin la protección que debe tener un área de quemados, además presenta quemaduras en la espalda y el cuello.
“No es posible que hasta la fecha, no haya sido atendido debidamente, el médico no quiere hacerse cargo porque lo encontró muy mal, pero han dejado pasar tantos días para que nos digan eso, y ahora se debe trasladar a la ciudad de Lima, o sea acá no han hecho nada”, señaló el dirigente de los pescadores Joaquín Cruz Navarro, quien refirió que este motorista trabaja en la embarcación Luis Rodrigo.
Lo preocupante es que el paciente es diabético y actualmente, se siente descompensado, presenta escalofríos y fiebre a consecuencia de la infección de las quemaduras que no han sido tratadas debidamente
“Es indignante cómo los médicos no le dan la debida importancia del caso, es grave lo que está pasando, pero dejan pasar los días, hasta cuándo es la pregunta que nos hacemos y si algo malo les pasa responsabilizamos a la clínica”, agregó el dirigente, quien no puede entender que no le tomen la importancia del caso, bajo el argumento que no hay especialistas en quemados.
Asimismo lamentó que no se haya hecho presente ningún representante de la empresa “Inversiones Rey Jesús” donde trabaja desde hace 23 años, pese a que su salud está muy deteriorada.
“Hemos querido trasladarlo pero el administrador no se hace responsable y nos han dicho que no se puede hacer ningún trámite hasta el 8 de mayo, fecha en que el director retorna de sus vacaciones”, anotó Cruz Navarro, indignado porque se trata de una vida que corre peligro.