Editorial

Editorial: :: MERECIDO RECONOCIMIENTO ::

No existe chimbotano que no se haya identificado con la fiesta patronal de su Pueblo, con la imagen reluciente de San Pedrito pescador que es el que guía al hombre de mar cuyos orígenes se remontan, justamente, a los primeros pobladores de la entonces pequeña caleta que de nominaron Chimbote.

En esos años la única actividad de los lugareños era la pesca y como tal se hacían a la mar y vivían del intercambio de su producto con otros que llegaban de la zona agraria del valle de santa, de allí que poco a poco la tradición llevó a los pescadores a identificar a su patrón y ese no podría ser otro que San Pedrito Pescador.

Por ello es que la ciudad vibra y festeja en la semana clivia de Chimbote, en la semana patronal del mes de Junio cuando las andas que cobijan la imagen del santo patrón salen de su capilla en la iglesia San Pedro y comienzan a recorrer las calles como el inicio de su fiesta tradicional y de su fervor religioso.

Precisamente, en la medida que hasta hace unas décadas la explosión demográfica permitía a los primeros chimbotanos compartir una fiesta en las calles, con las vivanderas, con la pisada del patrón, con la procesión en tierra y la tradicional procesión marítima, el factor comercial no ha permitido que se pierda esa esencia tradicional y cultural del Pueblo de Chimbote.

Por ello es que la semana pasada, luego de haber evaluado un pedido formulado por organizaciones de la sociedad civil y apuntalado por congresista de nuestra región, el Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura ha reconocido a la festividad religiosa de San Pedrito, que se celebra en Chimbote, como Patrimonio Cultural de la Nación y ha comunicado esta decisión a todos los organismos e instituciones competentes a efectos que se le otorgue dicha categoría.

Esto está contenido en la Resolución Viceministerial, Nº 063-2018-VMPCIC-MC, la cual lleva la firma del Viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Jorge Ernesto Arrunátegui Gadea, quien a través de este dispositivo reconoce a la festividad como la expresión religiosa más emblemática de la identidad histórica y cultural de Chimbote.

Justamente, en este documento se pone énfasis en que siendo la fiesta de San Pedrito una manifestación religiosa tradicional de los pescadores, a través de los años se ha extendido a los diversos sectores ocupacionales de Chimbote, con lo cual se reconoce la masificación de esta festividad religiosa y la participación plena de sus pobladores.

Muchos se pregunta qué importancia puede tener un reconocimiento de esta dimensión y la verdad es que se trata de una expresión que le otorga un nivel y una categoría distinta al desarrollo de esta festividad y las autoridades deberán preocuparse mucho más en resaltar los fines y objetivos que tiene.

Se denomina Patrimonio Cultural de la Nación, al conjunto de bienes, tanto materiales como inmateriales, acumulados a lo largo del tiempo. Estos bienes pueden ser de tipo paleontológico, arqueológico, arquitectónico, histórico, artístico, militar, social, antropológico o intelectual.

Y la fiesta de San Pedrito tiene un cariz netamente histórico y religioso, no podemos olvidar que en la década del 90 cuando las autoridades ediles permitieron que el factor comercial y el lucro se apoderen de sus principales actividades, como las ferias que se convirtieron en gigantescos bares que promovían el vicio de licor y las drogas entre los jóvenes, se registró un movimiento de personalidades para rescatar esta fiesta de las garras de la ambición y el apetitito por el negocio y el dinero.

Se rescató el valor religioso de esta festividad y si bien no fue necesario abolir la feria tradicional, si se necesitó despojar a la autoridad municipal el manejo de muchas actividades, por ello es que se estableció que esta actividad se realizaría en la explanada del vivero forestal porque la presentación de los artistas debe representar solo un momento de diversión y recreación de las familias, mas no un motivo para la borrachera y los vicios.

Esta labor de recuperación de la fiesta religiosa ha sido reconocida ahora por el Ministerio de Cultura que ha examinado la identificación que existe entre los pobladores chimbotanos con la fiesta del patrón.

No se puede soslayar que la procesión marítima es una expresión tradicional que busca conciliar al hombre de mar con su hábitat, con el mar y su enorme riqueza ictiológica, cuando la imagen del santo patrón se encumbra en una embarcación pesquera y desde allí dirige el paseo tradicional por la Bahía, en realidad lo que esperamos los chimbotanos es que derrame sus bendiciones y permita no solo que nuestra hermosa Bahía siga representando un palanca de desarrollo con la actividad pesquera industrial y conservera, sino que proteja esos valientes pescadores que se hacen a la mar muchas veces en condiciones bastante adversas.

Esa es una manifestación religiosa que las autoridades han destacado como un valioso elemento de identificación Chimbotana, que se suma a otras manifestaciones propias de una fiesta como esa y en donde la Hermandad de San Pedrito se encarga de mantenerla bajo los términos y escenarios que realmente le corresponden.

Todo ello ha sido un valioso elemento de prueba para que el Ministerio de Cultura acoja el pedido de la sociedad civil chimbotana y le otorgue el carácter de Patrimonio Cultural de la Nación a nuestra festividad religiosa.

Justamente, en solo un mes debemos estar celebrando esta tradicional festividad de San Pedrito y será esta la oportunidad para estrenar el reconocimiento de la fiesta patronal, las autoridades locales deberán reparar que este merecido reconocimiento justifica que se organice un programa especial, que se cumplan escrupulosamente con todas y cada una de las actividades y promover la participación de la familia en general. La fiesta patronal nos encuentra con un galardón al que hay que sacarle el lustre necesario para gritar a todo pulmón que en Chimbote tenemos un patrimonio cultural de la nación, de allí que hay que saber resguardarlo y enaltecerlo.