Editorial

Editorial: :: PREOCUPANTE REALIDAD ::

Las cifras proporcionadas por la Red de Salud Pacífico Norte la semana pasada, respecto a las condiciones en que se encuentra el agua que consume la población en las provincias de Santa y Pallasca deben motivar a la intervención de organismos que no solo demanden los inmediatos correctivos sino que se sancione a los responsables.

Esto es necesario si se tiene en cuenta que en quince distritos de la jurisdicción de la Red de Salud Pacífico Norte, el 91.2 por ciento de los pobladores de zonas rurales y el 74.5 por ciento de la zona urbana toman agua no apta para el consumo humano.

Esta es la fría y lacerante conclusión que se ha obtenido luego de realizar un trabajo de vigilancia y control de calidad del agua para Consumo Humano, a cargo del Biólogo Eder Montesinos Cabanillas, quien precisó que estas cifras se han obtenido como producto del trabajo realizado durante el primer trimestre del presente año.

Se trata de una información fresca, son muestras que se han recogido recientemente con la debida cautela y dentro de los protocolos que se reclama para una acción de monitoreo como la que corresponde a un elemento tan importante como es el agua, especialmente aquella que está destinada al consumo de las personas.

Según indicó el especialista, se tomó un total de mil 199 muestras de agua de cuatro distritos de la provincia del Santa y once de la provincia de Pallasca, que representa el agua de consumo humano para 301 mil 823 habitantes, en 107 pueblos, tanto de la zona urbana como rural.

Y de acuerdo a sus propias palabras se trata de resultados que son preocupantes en la medida que tenemos ciudadanos que están consumiendo agua que no tiene el mínimo (0.5) de cloro residual que se exige por litro de agua, por ejemplo en la provincia de Pallasca, en distritos como Santa Rosa, Llapo, Huandoval, Bolognesi, Lacabamba, Huacaschuque y Conchucos, se advierte la ausencia total de cloración del agua, tanto en las capitales de distrito como en toda la zona rural, afectando a más de 16,000 habitantes.

En lo que se refiere específicamente a Chimbote, un segmento que debe concitar nuestra absoluta atención, dijo que en las zonas rurales la cloración del agua en los sistemas de abastecimiento llega apenas al 8.4 por ciento, para un total de 16 mil 075 habitantes, pertenecientes a los sectores de 14 Incas, Cascajal, Chachapoyas, Cambio Puente, Tambo Real Nuevo y Antiguo, San Juan de Vinzos, El Castillo, Vinzos, Santa Ana, entre otros.

Esto corresponde ciertamente a la zona agrícola de la provincia pero en lo que se refiere a la zona urbana se ha verificado que el 25.5 % del total de la población consume agua que se encuentra apta, sin embargo, dejó en claro que en algunos puntos del monitoreo se observó cloración por debajo del límite permitido, por eso se han visto en la necesidad de solicitar a Sedachimbote envíe el reporte de monitoreo de la calidad del agua que provee a sus usuarios a efectos de realizar un cotejo.

De la misma manera, ha precisado que la situación en otros distritos de la provincia como Coishco y Mácate, no varía y solo en las zonas urbanas existe un regular porcentaje de consumo de agua en buenas condiciones y este volumen desciende notoriamente cuando se trata de las zonas rurales.

Lamentablemente, el informe de la Unidad especializada de la Red Pacífico Norte no es alentador, por el contrario, deja serias dudas respecto al suministro de agua que están recibiendo las localidades de la provincia y debería haber generado ya una respuesta de la empresa encargada de esta labor, es decir, de Sedachimbote que no solo debe preocuparse en que más pueblos cuenten con el servicio de agua permanente, sino que debería tomar en cuenta que se presta un servicio de calidad, que se tome la cautela de verificar el nivel de cloración del agua en razón que estas omisiones atentan directamente contra la buena salud de las personas.

Ello porque la ingesta de agua no apta para el consumo humano permite el desarrollo de enfermedades diarreicas agudas y otras infecciones, transmitidas por alimentos que generan la existencia de parásitos y que contribuyen a elevar los índices de anemia, siendo siempre los menores los más afectados en razón que se trata del segmento más vulnerable.

Justamente, ahora que se ha revelado que existe un gran porcentaje de niños que presentan cuadros de anemia, es evidente que a las deficiencias en la alimentación se echó la mirada sobre los programas sociales que no estarían respondiendo a la altura de las necesidades proteicas de los niños, especialmente de aquellos que viven en las zonas rurales.

Sin embargo, a esas taras y deficiencias alimenticias se debe sumar ahora la escasa cloración del agua que se destina al consumo humano, el mismo que supera el 90% en las zonas rurales, de allí que ahora se puede entender cómo es que el problema de la anemia ha avanzado tanto en nuestra jurisdicción.

No es la primera vez que se revela que la empresa encargada del suministro de agua no está respetando los estándares de la cloración del líquido elemento, lo que atenta directamente contra la salud de la población, de allí que ante el revelador informe que ha evacuado la Dirección de la Red Pacífico Norte, urge que se adopten los correctivos y que la empresa responsable se pronuncie y justifique, si es que puede hacerlo, las razones por las cuales se ha llegado a este extremo.

Es plausible que el área de epidemiología de la Red Pacifico Norte se haya decidido a realizar un muestreo en el agua que llega a las viviendas para el consumo humano, siempre es importante que un organismo imparcial monitoree los servicios que recibe la gente, especialmente cuando hablamos de servicios básicos y esenciales.

El agua es fuente de vida, es uno de los elementos indispensables en la vida del hombre, de allí que se tiene que poner un especial cuidado cuando se trata del agua destinada al consumo humano en la medida que allí lo que está de por medio es la salud pública. Estamos frente a una preocupante realidad, la red de Salud ha destapado una estadística que nos hace temblar, tendremos que exigir que los responsables de la cloración y el tratamiento de agua superen esta grosera deficiencia.