Editorial

Editorial: ::: GRAVE ACUSACIÓN :::

La difusión de los audios de la corrupción que comprometen a los máximos organismos de administración de justicia en el país, han dejado en un segundo plano una gravísima denuncia que remeció el sistema anticorrupción en el distrito fiscal de Ancash y que ha diezmado la posición de su titular, el Fiscal Superior Jorge Luis Temple Temple.

Nos estamos refiriendo a la denuncia periodística difundida el domingo antepasado por el programa “Panorama” de Panamericana Televisión, en la cual se propaló un reportaje al Fiscal anticorrupción de Huaraz, Joel Valverde Silva, quien señala que el brazo corrupto de la red de corrupción de Áncash, aquella que encabezara César Álvarez Aguilar sigue extendiendo sus tentáculos en la administración de justicia.

En tal sentido dio a conocer un aciago pasaje que le tocó experimentar con quien es su superior, el Fiscal Jorge Luis Temple, quien es coordinador del sistema anticorrupción del Ministerio Público de Ancash, es decir, en Huaraz, y quien lo convocó para pedirle que en el “caso Wecrococha”, en el que es procesado Dirsse Valverde Varas, adecúe el tipo penal que venía siendo investigado, de colusión desleal agravada a colusión simple.

A decir del denunciante cuando le hicieron esta petición le advirtió a Temple que ello significaría beneficiar a los investigados, a lo que la orden establecía que debería proceder de sea manera en la siguiente audiencia y de manera verbal  porque se discutiría el pedido que había formulado la defensa del funcionario acusado de corrupción.

Lo que sucedió es que llegado el momento el Fiscal Joel Valverde no aceptó la adecuación impidiendo que la Sala tome una medida al respecto, por lo que apenas había concluido la audiencia, cuando estaba en el umbral de la puerta saliendo de dicho recinto, recibió la llamada del Fiscal Temple quien le reprochó que no había acatado la orden que le dio, un hecho que lo sorprendió de sobremanera porque no entendía como es que su superior pudo enterarse tan rápido.

Para el denunciante, como para todos aquellos que escuchamos este grave hecho, el Fiscal Superior estaba en contacto con la defensa de Valverde Varas y es que no puede ser sino quien tenía desesperado interés en variar la figura típica quien le dé cuenta de este hecho.

Pero las cosas no quedaron en eso, como consecuencia de su rebeldía, el fiscal Temple llegó en esos días a su despacho y le pidió el expediente, se lo llevó y al cabo de unos días le comunica que el caso lo llevará otro Fiscal, en otras palabras lo había removido del cargo porque era parte de sus atribuciones.

Lo más delicado es que con el nuevo Fiscal provincial se hizo lo que exigía el Fiscal Superior, es decir, se adecúe la figura típica de un delito más grave por una figura de dolo simple, lo que implica que las penas se reducen y de esta manera el cálculo de la prescripción favorecía a los acusados, consiguiéndose de esta manera que se archivara definitivamente el llamado caso “Wecrocoha”.

La denuncia es sumamente delicada, contiene pasajes, fechas y versiones que son pasibles de ser corroboradas, por ello llama la atención que el principal operador en la lucha contra la corrupción en el Ministerio Publico de Ancash se haya visto envuelto en esta grave acusación, peor aun cuando es contactado con el programa de televisión y se niega a aclarar la denuncia de su colega.

Lo que no podemos perder de vista es que el Fiscal Jorge Luis Temple no solo ha sido coordinador del sistema anticorrupción del Ministerio Público en Huaraz, por el contrario, es el Presidente de la Junta de Fiscales de esa jurisdicción, en otras palabras, es el titular de ese pliego por lo que su desempeño y su imagen no debería estar contaminada con denuncias de este calibre.

Así lo ha entendido la Fiscalía de la Nación que no ha demorado en aceptar la renuncia que presentó el mismo Temple luego que trascendiera la existencia de esta grave denuncia y la preparación de un reportaje que sería emitido a nivel nacional.

Además de ello, no se puede soslayar que el denunciante no es un improvisado en el Ministerio Público, no es un ave de paso como muchos letrados que se ponen a disposición de quienes lo premian con el cargo para responder a sus órdenes y mandatos, como lo acaba de ver todo el país en los audios de la vergüenza, por el contrario, el Fiscal Joel Valverde es un magistrado adjunto pero titular, de allí que su denuncia es una valiente revelación que toma distancia con el manejo turbio en la administración de justicia y amerita una exhaustiva investigación.

Ello porque la obra del Canal de Wecrococha no es una de las tantas que se han ejecutado de manera fraudulenta en la administración de César Álvarez, por el contrario, fue en su momento considerada el símbolo de la corrupción en esa gestión porque solo se ejecutó el 1.87% de meta física que equivale a 78 mil soles, sin embargo, se le pagó al Consorcio que obtuvo la buena pro, 3 millones 555 mil soles y dejó abandonada la obra.

Fraude más elocuente no puede existir, sin embargo, debido a estos manejos suspicaces y de llamadas o cambios repentinos de Fiscales se permitió que se vaya al archivo por prescripción, es decir, por haber permitido que pase el tiempo y no se sancione a los responsables de este festín de dinero.

La Corte Superior de Ancash ha emitido un pronunciamiento dando a conocer a quienes son los presuntos responsables del archivo definitivo por prescripción del caso Wecrococha, ha señalado a los integrantes de la entonces Sala Penal Liquidadora y ha revelado que ellos vienen siendo disciplinariamente procesados en esa instancia.

Si es que existe responsabilidad de por medio no solo debería existir una investigación disciplinaria, aquí se habla de presuntos acuerdos bajo la mesa con la defensa del investigado, de allí que lo que habría de existir es una investigación penal, la judicialización de una grave denuncia que ha remecido los cimientos de la moralidad e integridad de un organismo como la Fiscalía que debería mostrar un rostro más categórico y contundente cuan do se trata de enfrentar a la corrupción.

Esperemos que la exposición mediática de los audios que comprometen a magistrados de la Corte Suprema y el CNM no apague la llama moralizadora que todos avivaron tan pronto como se conocieron los entretelones de esta grave acusación en la Fiscalía de Huaraz.