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REACCION

Las revelaciones que hiciera anteanoche el ciudadano Luis Miguel Cuenca Sánchez, quien aparece como firmante de las dos tachas que se plantearon contra el candidato provincial de Áncash a la Obra, Roberto Briceño Franco, son sumamente graves y delicadas, aun cuando haya algunas comentaristas que le restaron importancia y hasta se atrevieron a poner en tela de juicio su versión. Y es que, al margen que si resulta poco creíble que alguien haya sido sorprendido firmando un documento en blanco o un escrito cuyo contenido no conocía, lo cierto es que de por medio existe una grave imputación que no puede pasarse por alto. El ciudadano afirma que un amigo le pidió firmar unos documentos y para ello lo llevaron a un establecimiento comercial que todos en Chimbote saben que le pertenece a la candidata contrincante de Roberto Briceño, la actual regidora Norma Alencastre, más aun cuando afirma que los documentos que firmó y que se llevaron al Jurado Electoral del Santa los manejaba Eduardo Baltodano, quien es pareja sentimental de la misma empresaria. Existe allí una intencionalidad por parte de una candidata por perjudicar la imagen de quien es su contendor, más aun cuando con esta maniobra orquestada por su propia gente le ha generado un serio perjuicio a Briceño en la medida que ha detenido por más de dos meses su aparato proselitista que, como ha ocurrido con la mayoría de candidatos sometidos a un proceso de tacha, ha detenido los ímpetus no solo del candidato sino de sus parciales. Esto es lo que se debe merituar en el fondo porque nadie puede presentar una tacha porque se le da la gana si es que no tiene motivos fundados para hacerlo.

ILEGAL

De allí que consideramos que esto último es la segunda parte de este desaguisado, pues hemos escuchado increíbles comentarios radiales la mañana de ayer en el sentido que no hay nada ilegal en los procedimientos impugnatorios planteados contra el regidor Roberto Briceño. Alguien decía que una tacha no la presenta necesariamente un candidato sino que puede hacerlo uno de sus seguidores y allí no existe nada ilegal, como ha ocurrido en el caso de Briceño, señalaron algunas comentaristas al referirse al testimonio de Luis Cuenca que deslindaba su intervención manipulada por terceros. Sin embargo, esto no es tan cierto, una tacha puede plantearla cualquier hijo de vecino es cierto, empero, en el caso que nos ocupa, es decir, en las dos tachas contra el movimiento Ancash a la Obra y contra el candidato Roberto Briceño, se ha evidenciado que fueron exprofesamente preparadas con documentos fraguados, con documentación ilegalmente elaborada en la Municipalidad de Comandante Noel con la única finalidad de acreditar supuestas ilegalidades en la candidatura del arquitecto Briceño. No hay que perder de vista este lado oscuro de las tachas y por ello en nuestro comentario de ayer dijimos que el Jurado Electoral podría haber promovido de oficio una denuncia penal y ahora puede hacerlo en la medida que se conoce un testimonio revelador que señala quienes estuvieron no solo detrás de la tacha sino de la elaboración de un montaje fraudulento para perjudicar a un candidato. En otras palabras, no solo se trata de una tacha sino de una tacha fraudulenta.

FUJIJUECES

Muy peculiar la denuncia que hicieron los abogados de la exalcaldesa Victoria Espinoza y del suspendido alcalde Julio Cortez Rojas contra el Juez del Juzgado Unipersonal Efer Díaz que los ha condenado a cuatro años de pena efectiva en el caso “semáforos inteligentes”. Y es que, al margen de lo que tenga que decir el magistrado y que será importante conocer, los cargos se sustentan en que la condena impuesta habría sido influenciada por la vinculación política del Juez con personajes fujimoristas, como que habría estudiado junto al congresista Carlos Domínguez y la candidata regional Lady Camones, incluso, señalan que habría postulado alguna vez en las filas del mismo movimiento fujimorista. Realmente los argumentos están al margen de cualquier cuestión jurídica pero lo que llama la atención es que aleguen presuntas presiones fujimoristas en la condena cuando sus patrocinados tienen más vinculaciones en esta agrupación política. El líder de Rio Santa Caudaloso es un fujimorista convicto y confeso, fue congresista en la época más corrupta que conozca la historia del legislativo, mientras que la actual congresista y presidenta de la comisión “lavajato”, Rosa María Bartra, no solo es a la fecha una alta dirigente de este movimiento sino que ha sido funcionaria tanto de Victoria Espinoza como de Julio Cortez. En otras palabras, si de influencias fujimoristas se trata los caudalosos le ganan por goleada al Juez. Veremos en que terminan estas acciones que resultan anecdóticas o distractivas en la medida que lo más fuerte se encuentra en el expediente, en la audiencia que debe convocar la Primera Sala Penal que revisará en segunda y definitiva instancia la sentencia condenatoria del Juez Efer Díaz. Allí se verá la real confrontación de argumentos jurídicos.