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Arquitecto Roberto Briceño presenta maquetas.

ENVIDIABLE

Estuvimos el fin de semana en la presentación del plan de Desarrollo Municipal que ofreció el candidato a la alcaldía provincial del santa de “Ancash a la Obra”, Roberto Briceño Franco, quien engalanó esta tertulia con vistosas maquetas de lo que pretende ejecutar en caso llegue al sillón municipal. Muy a la usanza del otrora Gerente de Obras de la misma comuna, Roberto Briceño dio a conocer que lleva bajo el brazo un atractivo plan de renovación urbana de Chimbote, cuya obra principal será la culminación del Malecón Grau desde el barrio de Miramar hasta El Trapecio. Una obra sumamente ambiciosa que no la ha podido plasmar ningún alcalde después que el año 2005 el mismo candidato Roberto Briceño ejecutara en su condición de gerente de Obras de la gestión de Estuardo Díaz, el actual Malecón entre la Caleta y Miramar. Convirtió un nido de ratas y un erosionado y destruido malecón en una obra sumamente fuerte que ha resistido los embates de los oleajes, que ha protegido la zona céntrica de Chimbote, sin embargo, no le alcanzó tiempo y recursos para seguir con Miramar y la Florida que padecen estos serios problemas de la marea de nuestra bahía. Hoy Roberto Briceño nos hizo soñar con una alameda gigante que llegará hasta el Trapecio y respecto a cuyo costo y plazos de ejecución ya tiene una idea definida, no se trata de una promesa que se lanza al aire sin que se tenga nada bajo la manga. Pero esa no es la única obra que pretende ejecutar si llega a la alcaldía, se encuentra también el asilo de Ancianos en Nuevo Chimbote, la escuela de Bellas Artes en el terreno donde se ubicaba el desa-parecido Colegio “República de Francia” en Miramar, el Muelle Turístico que estará frente a la Plaza Grau y el Museo Marino en el predio del desaparecido penal de Miramar que está abandonado, a los cuales se suma el teatro municipal que podría estar ubicado en lo que es Coliseo Paul Harris o en el ex Cine Chavín. En infraestructura vial, el candidato de Ancash a la Obra recoge su obsesión de la vía de circunvalación y a ella suma el asfaltado de las carreteras Bellamar-Nepeña y Cambio Puente-La Cuadra al margen de polideportivos que se tiene pensado ejecutar en la mayoría de Pueblos de Chimbote.

EXPERIENCIA

Además de una presentación impecable e impactante por la presencia de maquetas que nos dan una idea de lo que se quiere hacer, la presentación de Roberto Briceño nos inspira confianza y abriga esperanzas a los chimbotanos en la medida que es un urbanista de reconocida trayectoria y, esencialmente, porque se trata del último funcionario que ejecutó obras de impacto en nuestra ciudad. Muchos deben recordar que al Malecón Grau, la obra de Roberto Briceño está plasmada en la hermosa Plaza Grau, en la Plaza de la Cultura, la remodelación de la avenida Pardo y el estado Centenario “Manuel Rivera”. Los chimbotamos que frisan la base cuatro no debe olvidar que el último urbanista que dejó obras en Chimbote desde la Comuna Provincial del Santa fue Roberto Briceño Franco. Desde que se ejecutaron las mencionadas obras nadie ha hecho nada por el ornato y el crecimiento de la ciudad, los alcaldes y funcionarios que pasaron se preocuparon en otra clase de obras en donde primó el manejo de las comisiones y por ello ahora se encuentran en calidad de prófugos de la justicia. Si los chimbotanos sabemos que Briceño tiene experiencia en el crecimiento urbano y eso queremos para nuestra ciudad, la última presentación de su plan de trabajo y sus maquetas nos debe eximir de mayores dudas en los próximos comicios. Y pensar que lo hizo cuando no existía canon minero que ahora hay y en millones.

COBARDIA

A propósito de Roberto Briceño, debe haber consolidado su favoritismo en esta lid electoral tanto que ha comenzado a ser víctima de la “guerra sucia y descarada” en las redes sociales, promovidas por pusilánimes que se amparan en el anonimato y que proceden de esta manera porque carecen de argumentos para confrontar ideas. Es lamentable que estos cobardes y miserables confundan la vida personal con la actividad política, sin embargo, se trata de gente reptante que procede de esta manera a cambio de algunas monedas. Entendemos que Briceño no solo ha crecido como profesional capaz de ofrecer al pueblo de Chimbote una renovación urbanística como la que ha propuesto sino que ha superado políticamente esta clase de escenarios, ya no responde y se enfrenta a la blasfemia y los mensajes leoninos, sino que los ignora, es consciente que la gente que lo conoce sabe que el único reproche que le pueden hacer es haber trabajado por la ciudad y la prueba latente es que desde que dejó el cargo nadie hizo nada por el crecimiento urbanístico de la ciudad. En ese sentido se le extraña sobremanera.