Editorial

Editorial: ::: ACERTADA INTERVENCIÓN :::

El alcalde (e) de la Municipalidad Provincial del Santa, Neptalí Briceño Porras, anunció esta semana que los funcionarios del Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS), el organismo adscrito al Ministerio de Salud que está a cargo del proyecto de construcción del hospital El Progreso, llegarán en breve a nuestro Puerto con la finalidad de dar a conocer la culminación del expediente y anunciar la convocatoria de la licitación pública internacional para la selección de la empresa que se hará cargo de esta esperada y añorada obra.

Este es el resultado del periplo que realizó el ultimo fin de semana por la capital de la república, el primero de su corta gestión, en la cual aprovechí para llevar hasta esas instancias del Ministerio de Salud el memorial suscrito por todas las autoridades locales y que fue aprobado en la última reunión del COPROSEC.

Este documento expresa la voluntad de las principales autoridades de la provincia del Santa para que se lleve adelante la construcción del mencionado nosocomio, al margen de algunas escaramuzas generadas por un pequeño grupo de comerciantes azuzados por trasnochados dirigentes que se oponen a semejante inversión.

El alcalde (e) se entrevistó con los funcionarios en la capital de la república y les transmitió el sentir de la dirigencia legalmente reconocida en el mercado, quienes han firmado la autorización respectiva para que se lleve adelante el proceso de construcción bajo la condición del cambio de giro de los puestos del mercado que se dedican a la venta de productos húmedos, como carnes, verduras y alimentos.

De esta manera, las autoridades del sector salud ya cuentan con la garantía que el mercado Progreso se pondrá a tono con las normas legales vigentes que prohíben el funcionamiento de centros de abastos que generen basura y contaminación a menos de 100 metros a la redonda de un hospital, lo que representa una posición comprensible por parte de ejecutivo.

En efecto, no debemos olvidar que la posición inicial del PRONIS se manifestaba en una cerrada oposición al funcionamiento del mercado Progreso a pocos metros del Centro de Salud en donde se levantará el Hospital de nivel II y para ello esgrimían las normas legales que así lo determinan.

Inclusive, cuando llegaron por primera vez a nuestra ciudad, el año pasado, los técnicos y funcionarios fueron claros en señalar que de no adecuarse las condiciones legales la inversión se llevaría a otro lugar porque ellos estaban impedidos de ejecutar la obra en ese lugar y con el mercado al costado del hospital.

Fue entonces que intervino la autoridad edil, el suspendido alcalde Julio Cortez Rojas fue el que se encontró con esta disyuntiva y alentó un diálogo entre todas las partes para llegar a un acuerdo salomónico y para ello advirtió a los funcionarios del PRONIS que los comerciantes tenían también un derecho adquirido al estar funcionando muchos años en ese lugar sin que se haya observado nada con respecto al centro de salud.

Por ello es que planteó alternativas que fueron recogidas por su sucesor Humberto Ortiz Soto, este último asumió el problema cuando ya se encontraba en su fase decisiva, por ello debió presionar a los comerciantes a tomar una posición flexible habida cuenta que el PRONIS estaba también aceptando ceder a la negativa al funcionamiento integral del centro de abastos.

Por ello es que cuando a inicios de este mes asume el cargo Neptalí Briceño Porras el problema ya se encontraba virtualmente definido, la mayoría de comerciantes había aceptado cambiar de giro antes de ser reubicados a otro centro de abastos, empero, existía aun allí un pequeño grupo que se resistía a aceptar esas condiciones.

Entonces, en la medida que todo cambio involucra alguna posibilidad de nuevas opiniones y decisiones, puede llevar un problema en discusión a fojas cero, se esperaba que el alcalde (e) Neptali Briceño, mantenga firme la posición de la comuna y termine ejecutando el acuerdo que ese había sancionado y afortunadamente así lo hizo.

Esto ha sido sumamente importante y providencial, es decir, que la posición del nuevo alcalde, por mucho que se encuentre 30 días en el cargo, haya conciliado con el trabajo avanzado por sus antecesores pues solo de esa manera se pudo llegar a la instancia en la que nos encontramos, en los prolegómenos de una licitación que ya encarrilará la construcción del hospital como todos lo ansiamos.

Justamente, poco antes que Briceño Porras asuma el cargo, en esta misma columna advertíamos lo que se podría venir con respecto al Mercado Progreso, la firme posición del nuevo alcalde era imprescindible para garantizar que este proyecto se consolide pues la oposición de un pequeño sector se hacía radical y amenazaba con llevar todo a fojas cero, lo que habría sido sumamente pernicioso.

Afortunadamente, se ha anunciado la llegada de los funcionarios del PRONIS y ello quiere decir que el proyecto se encuentra virtualmente a la vuelta de la esquina, hay que saludar la firmeza demostrada por el alcalde (e) Neptalpi Briceño para no dejarse amedrentar por dirigentes radicales y para defender el futuro y progreso de muchos pueblos de Chimbote que reclaman un hospital de gran capacidad de atención.

Esto se puso de manifiesto desde un primer instante, no solo en la primera declaración pública del flamante burgomaestre tras juramentar el cargo, sino cuando los pobladores del barrio El Progreso y de varios asentamientos a la redonda realizaron una marcha demandando la ejecución de este anhelado proyecto y quien se puso al frente de esta movilización fue nada menos que el alcalde Neptalí Briceño.

Una manifestación firme de su decisión de catapultar las posiciones radicales de ciertos dirigentes y que confirma la acertada intervención que observó el burgomaestre desde un primer momento en este caso del hospital El Progreso. Esto lo catapulta en una minúscula gestión en la que también se puede dejar huella aun cuando resulte muy corta.