Política

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ROMERIA

Hoy sábado 20 de octubre se cumplen tres años del luctuoso doble crimen perpetrado frente a la localidad de Huacatambo y en el que perdió la vida el joven abogado chimbotano Henry Aldea Correa. Sin embargo, ha pasado ya tanto tiempo y la justicia no es capaz de sancionar como corresponde a los criminales que concibieron el brutal atentado, los que contrataron a sicarios adolescentes para que dieran rienda suelta a una barbarie que debería haber sido sancionada con la debida premura que ameritan estos hechos y para aliviar el tremendo dolor que le provocaron a sus deudos. Henry Aldea Correa fue asesinado cuando acompañaba al alcalde de Samanco Francisco Ariza Espinoza a una diligencia que se cumplió en la Fiscalía de Nepeña, los enemigos políticos del Burgomaestre lo emboscaron para quitarle la vida y en ese atentado eliminaron también al abogado. Los asesinos, mentes siniestras, fueron encabezados por el ex alcalde de Samanco Jaime Casana Escobedo, por el abogado Carlos Bazán Castro y el sicario Marcos Vásquez Julca, este último conocido como “Chileno”, según la investigación realizada por la Policía y la Fiscalía. Estos miserables querían quedarse con la conducción del Municipio de Samanco, habían puesto sus ambiciosas miradas en el proyecto inmobiliario que había emprendido el alcalde Francisco Ariza en el Balneario de Besique y pensaban vender “dinero en mano” los lotes de ese atractivo Balneario pero Ariza se había convertido en el principal obstáculo de sus objetivos, convencieron a los regidores, pese a que eran de su mismo movimiento, para bloquear su gestión y para conspirar contra él. Cuando no pudieron sacarlo por las vías legales, buscaron a adolescentes que pudieran matarlo y lo consiguieron, trajeron muchachitos desquiciados, sin hogar y despistados que promovieron no solo un crimen cualquiera sino una verdadera barbarie cuando dispararon contra los ocupantes del vehículo y para asegurar el atentado lanzaron bombas incendiarias que calcinaron el vehículo no sin antes generarles quemaduras a los agraviados. De esta manera brutal y desquiciada provocaron la muerte del alcalde y el joven abogado, sin embargo, los criminales no son castigados, apenas si se ha superado el control de acusación pero no se inicia el juicio oral. Esperemos que en homenaje a este joven profesional y el valiente alcalde que no cedió al chantaje de los corruptos, la justicia agilice el proceso penal e imponga la máxima pena que autorice la legislación penal a los culpables. Mientras tanto, hoy los deudos, amigos y colegas de Henry Aldea estarán participando en una romería para recordarlo en tan aciaga fecha.

DESGRACIA

Hace solo unas semanas advertimos de las graves falencias que tienen los efectivos de la compañía de Bomberos de Chimbote para poder combatir un siniestro de gran magnitud. En realidad repetíamos este sermón que viene de muchos años antes y lo hicimos con ocasión del incendio registrado en pleno corazón de Chimbote, en la intersección de los jirones Villavicencio y Espinar, en un edificio de cinco pisos en cuya última planta estaba ardiendo los ambientes que almacenaban mercadería de varios negocios a la redonda. En esa ocasión los bomberos no pudieron apagar el fuego de manera inmediata porque carecen de una escalera telescópica, en consecuencia, debieron lanzar los chorros de agua con sus mangueras desde el primer piso y el agua no llegaba. Lo único que les quedó es enviar a los efectivos por las escaleras y mitigar el fuego con extinguidores hasta que pudieran concretar las mangueras hasta ese nivel. Anteanoche se encendieron nuevamente las alarmas al iniciarse un incendio en el interior del vivero forestal, específicamente en la parte posterior de la Concha Acústica, en donde existen arbustos y grama seca. No se sabe exactamente la causa, se dice que cayó un globo aerostático y prendió el fuego, lo cierto es que hasta que escribíamos esta columna los Bomberos no podían sofocar el incendio, sus voluntarios no estaban en condiciones de hacer frente a una emergencia de este tipo, sus equipos no eran suficientes y el lugar era propicio para avivar más las llamas. Lamentablemente, estas deficiencias y carencias siempre salen a la luz cada vez que se presentan estas emergencias, los medios de conunicación dan cuenta de estos hechos pero las autoridades las ignoran, mientras no haya una victima que lamentar no dirán nada, sin embargo, ahora se cierne una amenaza medioambiental. Esperemos que lo hayan ya apagado