Editorial

EDITORIAL ::EMERGENCIA TOTAL::

El fin de semana el temor y la zozobra dominaron a muchos luego que en la moche del viernes se declaró un incendio en el interior del Vivero Forestal., el centro recreacional más grande e importante de la ciudad y el verdadero pulmón de los chimbotanos frente a la perniciosa contaminación que se cierne día a día.

Ello porque los esfuerzos de los efectivos de las compañías bomberiles de Chimbote que se desplazaron hasta el lugar de la emergencia, resultaban infructuosos ante el avance incontenible de las llamas y en un lugar en donde existen todos las condiciones para la combustión y para la propagación del fuego,

El siniestro se había originado en la parte posterior a la concha acústica, una zona casi pantanosa y en donde existe mucha vegetación pero especialmente maleza seca que es la que permitió que se genere el incendio.

Fue entonces que se apreció las serias carencias de nuestras compañías bomberiles por la falta de equipos y de aditamentos necesarios para estas emergencias, los bomberos voluntarios no cuentan con uniformes especiales capaces de resistir la sensación térmica que genera el fuego, las altas temperaturas en las que se debe hacer frente a un fuego desatado en la naturaleza, como el registrado el último viernes.

De la misma manera, cuando se generan estas emergencias se requieren cuadrillas numerosas en la medida que el personal de bomberos voluntarios debe emplazarse constantemente y ello es porque los efectivos no pueden permanecer mucho tiempo expuestos ante la densa humareda porque eso solo generaría cuadros de asfixia y los limitaría para seguir en la jornada de combate al fuego.

En Chimbote las unidades de bomberos no cuentan con más de 40 efectivos voluntarios y ello no es consecuencia de la falta de interés por sumarse a esta labor altruista, sino porque no existen uniformes para que otros puedan incorporarse.

Esto lo ha expuesto el Jefe Regional de la Compañía de Bomberos, Luis Vidal de Lama, quien señaló que al margen de la poca capacidad de sus unidades bomberiles y las mangueras que ellas utilizan, el recurso humano no es el suficiente como para hacer frente a emergencias que los han limitado, refiriéndose no solo al incendio del vivero Forestal sino a otro anterior que se registró en “Palmeras del Golf”.

Las carencias de recursos logísticos y humanos se torna dramática cuando se encuentran con escenarios de siniestros sumamente complicados, como los pueblos jóvenes y asentamientos humanos a los cuales es difícil acceder por que se ubican entre arenales, o como el Vivero Forestal en donde sus mangueras se tornan pequeñas y en donde no existe la necesaria provisión de agua.

Este es un tema realmente serio, el último viernes los bomberos han debido lidiar el siniestro en el vivero con la ayuda de cisternas de la municipalidad y de otras entidades que atendieron el llamado de ayuda, empero, teniendo en cuenta que hay un centro recreacional tan grande en donde se dan todas las condiciones para la propagación de un incendio, no es posible que no se hayan percatado en la necesidad de colocar puntos de agua a efectos que se puedan atender una emergencia generada por el fuego.

Esto es inaudito y realmente tiene que registrarse una desgracia para que recién las autoridades tomen cartas en el asunto, más aun cuando ya hace unos tres años se presentó una emergencia menor pero en aquella oportunidad ya se había señalado la necesidad de establecer tomas de agua para atender situaciones similares, empero, tal parece que no se hizo nada al respecto, se permite que la indiferencia y la irresponsabilidad ganen un sitio privilegiado cuando se presenta una necesidad.

De todas maneras, la capacidad y preparación de nuestros bomberos les permitió apagar las llamas después de más de 15 horas de estar combatiendo con el fuego y de enfrentar la densa humareda que arrojó este siniestro, para ello cavaron zanjas y las llenaron de agua,  de esta manera evitaron el avance del fuego y luego fueron apagando poco a poco las llamas hasta controlar totalmente la emergencia.

Por ello es que no llama la atención que el jefe Regional de los Bomberos de Chimbote anuncie que estarán solicitando que se declare la emergencia de las unidades de nuestra región en la medida que las falencias se hacen cada día más elocuentes y no habrá en algún momento posibilidad alguna de poder extinguir un siniestro de grandes dimensiones.

Ya los pobladores lo advirtieron en el incendio que se generó en el quinto piso de un edificio hasta el cual no llegaban las mangueras y se carecía de una escalera telescópica para poder llegar a esa altura, de allí que es momento que se tomen decisiones importantes en lo que se refiere al futuro de las unidades bomberiles, no es posible que nuestros voluntarios sigan haciendo frente a los siniestros en condiciones realmente precarias y absolutamente desiguales.

De la misma manera, la gran cantidad de humo que arrojó la maleza quemada en este incendio, la cual se calcula que se echó a perder en una extensión de tres hectáreas, ha puesto en serio riesgo la estabilidad ecológica en la medida que estas situaciones ponen de serio peligro la respiración de las zonas aledañas del siniestro.

Esto es algo que tampoco se puede dejar de tener en cuenta, la secuela de un incendio sostenido y prolongado por más de 12 horas como el que se observó en el Vivero Forestal deja serias secuelas de daños en el medio ambiente, ya se ha reclamado lo mismo cuando ocurre en los pantanos de Villa María en donde se levantan también humaredas impresionantes, si no se quiere seguir perjudicando la salud de las personas y el medio ambiente lo mejor será tener que prevenir y delinear las acciones más adecuadas para impedir que un siniestro adquiera dimensiones como las del fin de semana. Esperemos que las autoridades no necesiten de una desgracia mayor para tomar acciones en estos casos.