Editorial

Editorial: ::: OPORTUNA REACCIÓN :::

En menos de 48 horas la Policía Nacional ha conseguido darle un duro golpe a la delincuencia luego de capturar a los integrantes de dos bandas de asaltantes que venían sembrando el miedo y temor en la población.

Se trata de dos gavillas de maleantes que operan con la modalidad del “raqueteo”, es decir que se desplazan por diferentes calles de la ciudad y asaltan a transeúntes, comerciantes y quien se les cruce en su camino siempre que existan las condiciones indispensables para poder actuar.

Son delincuentes de ocasión, se movilizan con armas de fuego y amenazan a sus víctimas, sin embargo, cuando encuentran a terceros que podrían sorprenderlos o denunciarlos desaparecen de la escena para evitarse problemas con las autoridades.

En la medida que se trata de delincuentes muy audaces y rápidos se hizo casi imposible a la Policía poder capturarlos, de allí que su accionar había sembrado en la población una sensación de mucha inseguridad, especialmente en parques y sectores abiertos en donde recalan parejas o estudiantes que no tienen como escapar de ellos.

Justamente, apenas unas semanas antes el Comisario de Buenos Aires había advertido la presencia de esta nueva modalidad delictiva y demandaba a la población que tenga cuidado cuando encuentre sujetos extraños que traten de intervenir haciéndose pasar como Policías o que se encuentren al acecho y de manera sospechosa rondando por un solo lugar.

Afortunadamente, el fin de semana estos maleantes ya no pudieron eludir el accionar de la Policía y es que se encontraron con agraviados que no estaban dispuestos a perder sus pertenencias de manera tan fácil, por el contrario, funcionó el binomio que nunca debe ser ajeno a las políticas de seguridad, es decir, ciudadano y Policía.

La noche del último sábado, cuando los relojes ya se aproximaban a la medianoche, vecinos de la urbanización Buenos Aires se comunicaron telefónicamente con la Comisaría para denunciar que delincuentes armados estaban asaltando a jóvenes que departían en el parque del Periodista.

El lugar, la hora y la modalidad indicaban que se trataba de los mismos delincuentes que estaban asolando las calles de nuevo Chimbote, por ello un patrullero que afortunadamente se encontraba cerca del lugar acudió de inmediato y ubicó el vehículo Renault color gris que describieron los testigos e inició una corta persecución.

El delincuente que estaba al volante no conocía el estado de las calles, no sabía que el jirón Chimbote estaba siendo remodelado y por ello es que al ingresar con esa dirección solo tuvo que girar por un pasaje que colinda con el garaje posterior del Hostal Arco iris y allí pudo ser interceptado por el vehículo policial.

La Policía actuó de inmediato y de manera enérgica, no solo capturó a un maleante sino que consiguió que delatara a sus dos cómplices que estaban huyendo por otras calles, lo importante es que consiguió detenerlos con las manos en la masa, con gran cantidad de billeteras, teléfonos celulares, un arma de fuego y dinero en efectivo que había despojado a sus víctimas, generalmente jóvenes estudiantes y profesionales.

Pero esa no ha sido la única intervención que realizó la Policía, apenas un día después recibieron otra importante llamada por parte de vecinos de la urbanización Garatea quienes sindicaban que por esa zona tres sujetos que utilizaban la modalidad de la falsa intervención policial estaban asaltando a los transeúntes y para ello hacían uso de una sorprendente habilidad para sorprender a incautos transeúntes que pensaban estaban siendo objeto de una pesquisa de índole policial.

El patrullero llegó en el momento propicio, apenas minutos después que estos maleantes habían asaltado a dos jóvenes universitarios y se desplazaban por la zona en busca de otra víctima más, por lo que al notar la presencia policial no pudieron ocultar su nerviosismo y buscaron la manera de huir pero fueron finalmente aprehendidos.

En su poder se hallaron “balurdos”, como se conoce a un paquete que simula tener muchos billetes y que es utilizado para embaucar a incautos que caen fácilmente en el engaño, también se hallaron celulares, tarjetas de crédito, dinero en efectivo y una gran cantidad de billeteras, todos los cuales eran parte del frondoso botín que habían acumulado solo en esa noche.

Entre las pertenencias también se encontró una falsa placa policial que es la que utilizaban para sorprender a los jóvenes a quienes engañaban diciendo que eran Policías y que necesitaban revisar sus equipos celulares o les exigían que entreguen sus efectos personales, devolviéndole otros sin los objetos de valor, cosa que los agraviados solo advertían cuando aquellos ya habían emprendido la fuga.

El color del vehículo y las placas de rodaje fueron las piezas claves para que la Policía pueda atrapar a estos maleantes, hizo el patrullaje por la zona del atraco y encontró a estos tres maleantes cuando no se habían alejado porque esperaban seguir asaltando a otros transeúntes del mismo lugar.

Afortunadamente, en esta oportunidad la Policía ha dado muestras de efectividad, especialmente porque ha sabido responder con diligencia y premura el llamado de los vecinos de los lugares en donde actuaban estos delincuentes y con esa información se pudieron constituir al lugar y hasta ubicaron a los vehículos que utilizaban.

Ha sido sumamente importante que la Policía pudiera capturar a estos maleantes, habían establecido una modalidad en la que la impunidad reinaba en tanto que actuaban en sectores en donde no existía posibilidades de ser sorprendidos y en donde sus víctimas se encuentren a merced de ellos, de esa manera fueron ganando terreno.

Afortunadamente, estos maleantes ya están tras las rejas, la Policía los ha puesto a disposición del Ministerio público y los chimbotanos esperan que los encierren por muchos años. Se trata de una lacra que había sembrado la inseguridad en las calles y que estaba exponiendo la integridad de los transeúntes, de allí que la oportuna reacción de la Policías nos garantiza que, por lo menos en estos meses, las calles ya no serán tan peligrosas como estaban hasta la fecha. Es el turno de la administración de justicia.