Editorial

Editorial: ::: INNECESARIO APRESURAMIENTO :::

Los flamantes alcaldes de las principales provincias de la Región, han prestado juramento el día de ayer miércoles ante sus respectivas comunidades y la sociedad organizada, ante quienes se han comprometido a trabajar con honestidad y transparencia por el desarrollo y bienestar del Pueblo.

Las ceremonias se han engalanado en las plazas públicas de las principales ciudades de la región para poner en marcha una nueva etapa en la vida agitada de la región Áncash, se trata de las nuevas autoridades electas en quienes la población por la vía del sufragio, ha decidido que tomen las riendas de la conducción de sus destinos.

Empero, esta pomposa juramentación ha mostrado en esta oportunidad un detalle distinto y diferente a las que se ha estilado hasta la fecha, en esta ocasión estuvieron premunidas de un acto protocolar realizado en la víspera en la que se realizó un juramento previo al cargo de cada uno de ellos, incluyendo del Gobernador Regional.

¿Quiere esto decir que se ha registrado una doble juramentación de los cargos? Evidentemente sí. El día martes 1° de enero todas las autoridades se concentraron en sus respectivas sedes y con la presencia de las autoridades invitadas y sus partidarios prestaron juramento al cargo en una ceremonia protocolar que solo tenía por objetivo cumplir con un mandato legal relacionado con plazos y fechas.

Todo ello ha sido el resultado a una equivocada decisión de los asesores del gobernador regional Juan Carlos Morillo que anunciaron que su juramentación se realizaría el viernes 04 de enero, no explicaron las razones, solo lo adelantaron de esa manera y ello generó una corriente de opinión que ha empujado a realizar ceremonias el día de año nuevo que realmente han resultado innecesarias.

Y es que en la víspera de las festividades de fin de año menudearon los comentarios entorno a la juramentación del gobernador y se sumaron a ellas las juramentaciones de los alcaldes, pues salieron a decir que tampoco podían juramentar el día 02 porque la ley lo prohíbe, cuando esto no es cierto en el caso de los burgomaestres.

Quizás el peso jurídico y la experiencia de un constitucionalista como el Dr. Julio César Castiglioni Ghilino decidió a muchas autoridades electas a interrumpir sus planes celebratorios del advenimiento del nuevo año y dispusieron que se organice una ceremonia protocolar de juramentación el mismo 1° de enero, la idea era no caer en la sensación de ilegalidad.

Por ello es que muchos, con rostros que impresionaban por no haber pasado mala noche y que describían fácilmente la actitud de las nuevas autoridades de haber recibido el año con un fuerte abrazo y con el inmediato ingreso a la cama, eran más que evidentes.

Cumplieron y juramentaron ante un séquito con los cuales desquitaron el brindis furtivo de la medianoche y esperaron pacientemente la ceremonia principal ante el pueblo que se realizó el día de ayer miércoles.

Sin embargo, no llegamos a entender esta absurda necesidad de apresurarse en juramentar para, supuestamente, cumplir con los mandatos de la ley cuando existen muchas interpretaciones que desdicen aquella que determinaría la obligatoriedad de juramentar el primer día del año.

Ello porque si bien es cierto que la ley orgánica de gobiernos regionales y la ley de elecciones regionales señala que las autoridades electas juramentan el 1° de enero del año siguiente de la elección, los juristas saben que existen leyes genéricas que regulan el cumplimiento de los plazos de un acto jurídico y ellas están relacionadas a la realización de un acto jurídico en un día hábil.

El 1° de enero en el calendario es un día feriado, es el primer día del año y como tal es festivo, toda la gente está celebrando el advenimiento de un nuevo año y lo hace desde la medianoche y durante toda la madrugada, los fuegos artificiales, el brindis con champagne, la ingesta de las 12 uvas, la particularidad de las cábalas de la buena suerte y el infaltable baile para recibir con alegría el nuevo año es parte de la tradición a nivel mundial, y, ello no puede soslayarse.

De tal suerte que si el 1° de enero es un día inhábil, entiende la ley que todo acto que debería cumplirse ese día se salta al día siguiente para que pueda tener validez, esto es así en todo acto o procedimiento y ello lo saben los abogados, es preocupante que muchos alcaldes y hasta el mismo gobernador se hayan dejado sorprender por un mensaje que solo tenía un trasfondo de aguafiestas.

Si los alcaldes y el gobernador realizaban un solo acto de juramentación el día 02 de enero no pasaba absolutamente nada, estaban dentro del marco de la ley que permite trasladar los actos jurídicos de un día feriado al siguiente porque así lo determina la ley, empero, han realizado un gasto inútil y decidieron dejarse llevar por una corriente que estaba totalmente equivocada.

Muchos deben recordar en Nuevo Chimbote que hubo un solo alcalde que prestó juramento el día 1° de enero y ese fue el saliente alcalde sureño Valentín Fernández Bazán cuando llegó por primera vez al sillón municipal y quiso establecer una diferencia en el accionar de las autoridades no solo juramentando ese día feriado sino saliendo desde la madrugada a recoger las decenas de toneladas de basura que se acumulan en estas fechas. Esa no fue una decisión que tenía que ver con los plazos de juramentación sino un motivo más de lucimiento ante el electorado que lo eligió.

Lo cierto es que hay un sabio adagio que dice que “no hay mal que por bien no venga” y si se tiene en cuenta que tanto gobernador como alcaldes adelantaron presurosamente sus juramentaciones, quiere decir que ya están instalados en sus respectivas oficinas y desde el día de ayer están tomando decisiones respecto a la manera cómo van a trabajar en cada una de sus reparticiones. Este es el lado bueno del innecesario apresuramiento que se ha generado en el acto de juramentación de las nuevas autoridades, por lo menos ya los vemos tomando acuerdos, decisiones, dando indicaciones y removiendo todo lo necesario porque, Dios nos escuche, son los llamados a cambiar el actual y crítico estado de cosas en nuestra golpeada región de Ancash. Mucha suerte para ellos.