Editorial

Editorial: ::: UNA VALLA ALTA :::

El Gobernador regional Juan Carlos Morillo Ulloa tomó parte de la ceremonia de juramentación del alcalde provincial del Santa Roberto Briceño Franco y al término de dicho acto confesó a los periodistas que estaba dispuesto a cumplir cada una de las promesas electorales que había expuesto en la campaña electoral, inclusive, algunas que sus adversarios pusieron en tela de juicio.

Comenzó señalando que no descansará hasta ver que se ejecuten mil kilómetros de carreteras a lo largo de la región, una tarea sumamente complicada a pesar que en este cometido se incluirían los proyectos que se financiarán con organismos de gobierno como PROVIAS Nacional, lo cual es un aliciente.

Para su suerte, en el último día del año pasado fue invitado especialmente por el Presidente de la República para tomar parte en la inauguración del Puente Raimondi, aquella portentosa infraestructura que se levanta a miles de metros de altura, entre las localidades de Pataz y Sihuas y cuyo enorme mérito es unir a dos regiones por vía terrestre.

Este puente une las dos regiones sobre el rio Marañón, de tal suerte que el intercambio comercial está asegurado, sin embargo, en este acto el Jefe de Estado demandó al Ministro de Transportes que ahora que ya se tiene el puente será menester que se hagan las carreteras y es allí en donde deberá entrar a tallar la Región Ancash con la elaboración de proyectos que permitan llegar a ese punto sobre carreteras que se encuentren totalmente asfaltadas y en las actuales circunstancias no es mucho lo que falta.

Pero al margen de esta oferta electoral, el gobernador hizo alusión a la construcción de los dos principales hospitales de salud de Áncash, uno que está ubicado en Chimbote, que es el hospital La Calceta, y, el otro el Hospital “Víctor Ramos Guardia” de Huaraz.

La meta y el objetivo que se propone el gobernador es realmente ambiciosa, incluso algunos apostarían a que se trata de un objetivo ilusorio, empero, no es para tanto, con gestión y con voluntad política se pueden llegar a plasmar.

Y es que para muchos aún queda en la retina el destino que ha tenido, por ejemplo, el proyecto de remodelación total del denominado “hospital de los pobres” como se le conoce al Hospital La Caleta, un proyecto que se remonta a una década atrás, cuando el hoy encarcelado ex presidente regional César Álvarez Aguilar lo tomó como bandera electoral y presentó hasta una maqueta ante la prensa señalando que ejecutaría esa esperada infraestructura hospitalaria.

Empero, ya todos sabemos lo que pasó con este proyecto, Álvarez lo negoció con el empresario panameño Fortunato Cannán y fue comprendido en un paquete de proyectos que fueron elaborados por los profesionales y “brokkers” que lo llevaron a entreverarse en un paquete de proyectos de varios hospitales del país, al extremo que en determinado momento se llegó a demostrar que era un solo “copia y pega” de otros proyectos de infraestructura hospitalaria.

Sea como fuere este proyecto fue caminando poco a poco, empero, encontraría su primer inconveniente cuando se debió determinar el terreno sobre el cual se levantaría, César Álvarez insistía que debería estar en el mismo lugar, sin embargo, ya existían leyes que prohibían que los hospitales se construyan a menos de 100 metros de la zona litoral razón por la cual había que buscar otro terreno.

A lo largo de todos estos años diversas autoridades se comprometieron a apoyarlo, recordemos que el Municipio se mostró dispuesto a pagar el terreno a cambio de su actual infraestructura de La Caleta, pero fue el gobierno regional quien asumió esa responsabilidad luego que el Ministerio de Salud realizara una serie de calificaciones y llegar a la conclusión que un extenso terreno en el P.J. Dos de Mayo era el adecuado para construirse íntegramente.

Lamentablemente, en este punto el proyecto se empantanaría debido a que otras autoridades, entre ellos un congresista, volvieron a destapar el tema del terreno y pretendían que se construya en otro lugar, sin embargo, el año pasado, en un Muni ejecutivo realizado en Chimbote con la presencia del Presidente de la república, Martín Vizcarra, se llegó a la conclusión final que el terreno adecuado está en el P.J. Dos de Mayo y el gobierno regional debería concluir los trámites para su compra.

El ex Gobernador Luis Gamarra había rechazado una oferta inicial de los propietarios porque pretendían aprovecharse de la circunstancias y dispuso que se fije el precio a través de la CONATA, organismo que ya ha expedido su informe final señalando el precio en poco más de 6 millones de soles.

El ex Gobernador Luis Gamarra aceptó la propuesta e inició todos los trámites para la transferencias respectiva, empero, en la última semana del año 2018, cuando ya todo debería dejarse saneado para que la nueva administración regional pudiera emprender una licitación pública, apareció de pronto un enemigo de Chimbote que ha buscado frenar el trámite para la compra del terreno.

Se trata del ex Sub gerente de presupuesto del gobierno regional, William Huerta Castillo, quien en los últimos días del año pasado se negó a ejecutar la certificación presupuestaria para la compra del terreno destinado a la obra de La Caleta.

Seguramente sugestionado por la rivalidad entre ambas ciudades, este ex funcionario huaracino no quiso efectuar una certificación que lo único que conseguiría es reservar el presupuesto que requiere la compra del terreno, una gestión que aparentemente no se hizo cuando se cerró el ejercicio anual 2018.

De allí que el gobernador regional deberá comenzar en este punto, verificar si se hizo la certificación y disponer lo necesario para efectuarla en caso no se haya realizado, lo cierto es que será este punto en donde comience su intervención en este proyecto. Se ha puesto la valla alta el Gobernador al adelantar que está dispuesto a ejecutar el Hospital La Caleta de Chimbote, de allí que si quiere honrar su palabra deberá comenzar con esta certificación y disponer la compra de los terrenos a efectos que el Ministerio de Salud comience a hacer realidad el proyecto. El camino no parece complicado.