Editorial

Editorial: ::: MUCHO RUIDO :::

Después de “tanto tira y afloje”, luego de muchos cuestionamientos, finalmente las administraciones ediles de Chimbote y Nuevo Chimbote, cerraron el año pasado con sendas audiencias públicas de rendición de cuentas en la que los alcaldes deberían hacer una reseña de todos los logros del año y de su gestión pues ninguno de ellos había apelado a este democrático mecanismo para informar a sus ciudadanos.

Los alcaldes fueron reemplazados por funcionarios que llegaron premunidos de informes memoria que en determinado momento se tornaron tediosos y aburridos, empero, tal como lo señalaron en su oportunidad estaban cumpliendo con lo que estipula la ley, así que había que seguirlos.

Sin embargo, lo que no ha dejado de llamar la atención de estas dos audiencias que se llevaron a cabo al filo del último mes de diciembre, es la escasa concurrencia que se observó en ambas reuniones, los auditorios en donde se llevaron a cabo quedaron sumamente grandes para la poca cantidad de público, de dirigentes y de autoridades.

Y esto no puede pasar desapercibido por que en los meses previos se insistió hasta el hartazgo que las autoridades cumplan con rendir cuentas, muchos recordamos como es que algunos dirigentes y medios de comunicación emplazaron a la ex alcaldesa Victoria Espinoza por renunciar al cargo sin cumplir con la rendición de cuentas que le impone la ley y que en todos estos años que estuvo al frente de la comuna provincial virtualmente ignoró.

Fue entonces que su sucesor, su “leal mosquetero” en las dos gestiones que encabezó, Julio Cortez Rojas, asumió esa obligación y dijo que sería él quien cumpla con la rendición de cuentas pero cuando iba a hacerlo la Defensoría le sugirió que quedaba poco para las elecciones regionales y municipales y nada debería perturbar la campaña, incluso, se asumió que podría ser utilizada como parte de ella, por lo que se dejó esa audiencia para después de los comicios.

Sin embargo, ya se sabe que en ese ínterin tanto Cortez como Espinoza García fueron condenados a cuatro años de prisión efectiva y se lanzaron a la clandestinidad, se han escondido hasta la fecha y fue su remplazante, el primer regidor Humberto Ortiz Soto quien no solo asumió el cargo sino que aceptó ser quien rinda las cuentas que demandaban las dirigencias y los opositores.

Pero todo ese barullo que se hizo no se plasmó en la tantas veces mentada audiencia pública, tanto en Chimbote como en Nuevo Chimbote, se vieron raleadas, apenas unos cuantos servidores ediles como dirigentes vecinales se atrevieron a asistir y los informes se hicieron casi en familia.

Si bien es cierto resulta realmente difícil que el poblador de a pie pueda asistir a una de estas audiencias en una fecha en la que solo está pensando como cerrar el año, lo que no se puede entender cómo es que dirigentes vecinales que se supone han monitoreado el trabajo del alcalde y funcionarios no estuvieron presentes, ni siquiera se registraron como se había dispuesto en las semanas antepuestas.

De la misma manera, los concejales que en su debido momento reclamaron esta audiencia brillaron por su ausencias, pese a que muchos se mostraron contestatarios con esta gestión al final de cuentas no abrieron la boca y avalaron los informes que presentaron los funcionarios ediles.

En Nuevo Chimbote la regidora Paola Ambrosio fue la única que estuvo presente en la audiencia y fue sumamente dura con sus colegas a quienes criticó públicamente por que en la mesa de sesiones se muestran fiscalizadores e inquisitivos y cuando deberían hacer valer esos cuestionamientos ante un foro tan importante no lo hacen, no asisten y reniegan de sus propias funciones,

En realidad no se entiende a dirigentes, regidores y cuantos opositores a las anteriores gestiones ediles que reclamaron a voz en cuello que se cumpla con la rendición de cuentas, que se muestren los resultados y se justifiquen los presupuestos, sin embargo, cuando se convoca la audiencia respectiva sencillamente brillan por su ausencia.

Al final de cuentas las ex autoridades cumplieron, llevaron a cabo sus informes y todo quedó en nada. Solo fue mucho ruido y lucha boquilla.