Editorial

Editorial: ::: MUCHO CUIDADO :::

Las primeras muestras de una emergencia como consecuencia de las lluvias que se vienen registrando en la zona sierra de nuestra región, se pudo advertir en nuestra ciudad el último fin de semana cuando un desborde de las aguas de infiltración de las lagunas se Villa María inundaron un pequeño tramo de la avenida Pardo.

Debido a esta situación se desplazaron hasta el lugar el gerente municipal de Nuevo Chimbote Daniel Cueva Huaraz y el gerente de Obras César Solís a efectos de tomar conocimiento de las causas de este desborde y gestionar la ayuda necesaria para impedir que la infraestructura vial se vea perjudicada, como ocurrió hace dos años atrás.

Y es que este primer e inocuo desborde se produce como consecuencia del incremento del caudal del río Lacramarca justamente, como consecuencia de la mayor caída de aguas desde las partes altas de la sierra, la activación de quebradas y la amenaza con una posible caída de huaycos más adelante.

Y es que estas emergencias comienzan de esta manera, mostrando el rostro débil de una desgracia pero que ya avisa de lo que podría venir, inclusive, con la probabilidad que más adelante el volumen de agua no llegue a más y no deriven en hechos mayores.

Y es que la naturaleza es impredecible, no se puede soslayar que hace poco más de una semana atrás los organismos encargados de monitorear el comportamiento del clima advirtieron de una posible presencia de lluvias en toda la costa norte e incluida la capital de la república, entre el jueves y el domingo pasados.

Sin embargo, las lluvias llegaron a la costa norte más no en el centro y menos en la capital, por el contrario, en donde se desataron verdaderos aluviones fue en la zona sierra en donde los lugareños debieron soportar no solo las inundaciones sino los desbordes, huaycos y deslizamientos que expone su vida e integridad física.

Por ello es que este fin de semana cinco distritos de la vecina provincia de Pallasca han quedado aislado debido a los derrumbes de los cerros aledaños a la carretera de la red vial Pallasca, siendo los afectados los pobladores de Pallasca, Huacaschuque, Lacabamba, Pampas y Conchucos, así como de los distritos de Mollepata y Mollebamba, de la provincia de Santiago de Chuco, que pertenecen vecina región la Libertad, debido que, al igual que los pallasquinos tendrían que tomar una ruta alterna más larga por Cabana, para poder salir a la costa.

Lo más grave es que esta clase de emergencias no pueden ser revertidas por las autoridades locales debido a la carencia de recursos para retirar las miles de toneladas de lodo y piedra que obstaculiza la vía, deben contar con el aporte de los organismos de desarrollo, en este caso el gobierno regional o PROVIAS Nacional que es un organismo del Ministerio de Transporte que no solo dispone de maquinaria sino de recursos para poder superar esta clase de contingencias.

Todo ello sucede cuando hace solo unos días el gobierno ha dictado un decreto supremo mediante el cual declara en emergencia por amenaza de lluvias a una serie de provincias de la región Ancash, entre ellas Pallasca, en donde se ha comprendido a los distritos afectados por este deslizamiento con excepción de Huacaschuque que extrañamente siendo un distrito de la zona no fue considerado en el dispositivo legal.

Seguramente que esta medida facilitará la llegada de ayuda, empero, hay que tener en cuenta que en este  momento el gobierno está atendiendo situaciones de riesgo en muchos lugares del país y en nuestra región las cosas se han agudizado no solo en Pallasca sino en Huari y hace poco en Bolognesi, la alejada provincia que colinda con la sierra de Lima en donde se han registrado una serie de bloqueos de carretera por los desbordes de los ríos que se han cargado de manera sorprendente como consecuencia de las lluvias.

Por ello es que los funcionarios de la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote saltaron de sus escritorios cuando tomaron conocimiento que el pasado fin de semana se observó un desborde en la avenida Pardo y que era consecuencia del incremento del caudal del río Lacramarca que hace que las aguas se infiltren por las partes bajas y eleva considerablemente el nivel de la laguna de Villa María.

Y en efecto, los desbordes fueron consecuencia del incremento del nivel de napa freática pero los dirigentes vecinales de los pueblos aledaños recordaron que estas fueron las misma causas por las cuales el año 2017, como consecuencia de la presencia del Niño Costero se inundaron los dos tramos de la avenida Pardo y de la avenida Meiggs, generando posteriormente la destrucción de la carpeta asfáltica en ese lugar.

De allí que frente a los aun pequeños volúmenes de incremento en el caudal del río lacramarca, es imperativo que se tomen las medidas de precaución necesarias, más aun cuando se sabe que a pesar que el cauce podría garantizar el paso de los huaycos que bajan de las partes altas, es evidente que las lagunas no tienen una protección en las vías de tráfico fluido que unen a Chimbote con el distrito sureño.

Asimismo, se tiene que tener en cuenta que la emergencia recién comienza, el nivel de las aguas de los ríos puede incrementarse en cualquier momento y se tiene que prevenir, se tiene que aprovechar que los caudales no se encuentran aún tan cargados y permiten realizar trabajos de reforzamiento.

Cierto es que esta tarea debió realizarse en los tiempos de estiaje, cuando en la estación de invierno el nivel de las aguas baja considerablemente al extremo que ni siquiera existe corriente en los ríos, es en esos meses que deben realizarse los trabajos para prevenir lo que sucede en el verano, lamentablemente, a pesar de los llamados de los dirigentes y de los medios de comunicación las autoridades no los hacen.

Ya todos saben lo que ha sucedido con la denominada “reconstrucción con cambios”, todo un Réquiem para la incapacidad y la ineficiencia, un engañamuchachos para los pueblos que fueron destruidos por la fuerza de los ríos y las lluvias hace ya dos años atrás cuando se registró el mal llamado “Niño Costero”. De allí que esa magra experiencia debe hacer reaccionar a quienes están al frente de las instituciones y los organismos de desarrollo, hay que tener mucho cuidado con estos ligeros desbordes como el que se ha registrado en la avenida Pardo, es solo una señal de lo que podría venir mas adelante.